Una de esas encantadoras comedias Ealing que los británicos produjeron a mediados de siglo y que todos recordamos con agrado por la indudable simpatía, amabilidad y buenas vibraciones que transmitían.
Unas resultaron más memorables que otras pero creo que todas conservan ese regusto de cálida bienvenida que nos hacen confiar en ellas para hacernos volver a sus acogedores brazos de vez en cuando.

Genoveva viene a ser un precedente british de aquella famosa película de Blake Edwards "La carrera del siglo" y de los no menos famosos dibujos "Los autos locos" que encandilarían a toda una generación.
Sin embargo esto podría llamar a engaño al espectador que bajo este pretexto acuda a ella, esperando encontrarse ese humor cartoons que caracteriza a la de Edwards, porque esta cinta discurre más por los cauces de la comedia amable y blanca, totalmente ausente de malicia y tierna.

Nos presentan a dos amigos aficionados a los coches antiguos (hoy sería lo mismo que los tuneadores de coches, amantes de las motos y demás artilugios con pistones y ruedas), Ambrose y Alan. El primero, sólo tiene dos cosas en la cabeza su viejo coche antiguo y el sexo. El segundo, que ya está casado, sólo tiene una, Genoveva (y no, no es su esposa).
Y bueno, ya saben. Los miman, los alimentan con gasolina de la mejor calidad, les cambian las bujías, acarician amorosamente sus pistones. Una amante motorizada no es infidelidad ¿o sí?.
El Rally Londres- Brighton es el acontecimiento anual en sus vidas. Y esa fecha ha llegado. No se trata de una carrera no. Pero los dos muchachos se preparan a fuego como si en ello les fuese la vida. Alan llevará a su esposa con él (Dinah Sheridan) como siempre (si ésta no encuentra una manera de escaquearse del inevitable calvario anual) y Ambrose, a su actual novia Kay Kendall, (ya que sólo le duran lo que dura el Rally como podrán imaginar, a ver quién es la guapa que soporta todo aquello).
La acción de la película discurre entre el trayecto del viaje que iniciarán los dos vehículos que comenzará con deportividad y buenos deseos pero que se irá enredando a medida que pasa el tiempo.

Una película amable, agradable, no demasiado cómica y con un ritmo bastante pausado. Tiene algunos momentos muy buenos frente a otros bastante anodinos lo que la hace irregular pero el conjunto es satisfactorio y placentero. Deja buen cuerpo.