Otra adaptación de Jane Austen. Y van...Esta autora, aunque ya había sido adaptada al cine, con desigual fortuna en varias ocasiones, creo que no fue hasta que Ang Lee, con su magnífico film," Sentido y sensibilidad", abrió la veda y puso de moda a esta autora que, desde entonces, no ha dejado de conocer traslaciones a la gran pantalla de todas sus obras en todos los formatos, cine, telefilms, series etc.., y sus novelas, han comenzado a reeditarse una y otra vez, alcanzando un considerable éxito de ventas. Vámos, que creo que solo Dickens, es el autor del siglo XIX, que ha conseguido hacerle sombra en la pantalla.
Ésta película, está hecha para televisión, aunque dado su éxito, se repuso en las salas comerciales. Por lo tanto, veremos una película con poco presupuesto y muy sencilla, que es posible que eche a más de uno para atrás, acostumbrados como estamos, en este cine, a las magníficas ambientaciones, salones exquisitos, vestuarios de quitar el hipo y demás...No, aquí no. Aquí, veremos una recreación del mundo Austen, seguramente más acorde a como éra realmente, sin tanto aparato ni artificiosidad, pero con una historia tan potente,( Roger Michell, lleva con gran respeto y exquisita sensibilidad, una conmovedora historia), que enseguida olvidamos los pequeños defectos de logística y nos dejamos llevar por la apasionante y romántica historia.
Ann Elliott, es una " solterona" de 27 años. Perteneciente a la familia de los Elliott, los miembros más aristocráticos de la región, cuando tenía tan sólo 19 años, se enamoró profundamente de un marinero, un hombre sin fortuna y sin familia y, joven como éra, se dejó persuadir por los suyos para rechazarle.
Diez años más tarde, la situación ha cambiado. El marinero, regresa convertido en capitán y dueño de una gran fortuna ganada en la guerra y los Elliott, se han ido empobreciendo a causa de los despilfarros de su padre y de su hermana, personas orgullosas empeñados en vivir con ostentación y boato.
Estupendo drama romántico, que aunque estoy de acuerdo con algunos usuarios( el físico de algunos actores no encaja con el de los personajes), la historia es tan hermosa y dulce, respetando la elegancia que poseía la autora, que te hace olvidar esos pequeños errores para, siempre recordando que estamos ante un pequeño telefilm, no poder dejar de admirar cómo con tan poco, un buen director puede hacer mucho.
Decir finalmente, que esta versión es, en mi opinión, muy superior a la que se hizo en 2007, en el que el personaje de Ann Elliott, no se comporta en absoluto como lo haría una dama en el siglo XIX. Menos anacronismos y dramatizaciones, que la historia de por sí, ya tiene la suficiente pasión sin necesidad de añadidos.