De esta película no se puede hablar mal. Pero tampoco se puede hablar muy bien y dudo mucho que permanezca mucho tiempo en la memoria del espectador.
Un escritor en crisis creativa, se retira a la montaña dejando en la ciudad a su mujer y a sus hijas, para tratar de retomar su trabajo en paz y tranquilidad.
Conocerá a una chica y...
Película que desde el minuto uno sabemos de qué va y nos limitamos a ver cómo se va gestando el proceso de enamoramiento entre dos personas con una vida perfectamente asentada y estable, no podemos decir que esté mal hecha pero eso sí, prepárense para pasar dos tediosas horas recreándose en miradas, silencios, tímidas frases y demás.
No dudo que esta clase de películas tengan muchos seguidores, pero para ellos.
A mí no me dice absolutamente nada.
Se hace lenta y cansina. Y no soy de los que reniegan de las películas de ritmo lento. Pienso que algunas así lo requieren. Pero es que aquí apenas nos muestran ningún conflicto interior, se limitan a mostrarnos a dos personas que se van conociendo y poco más.
Por qué se gustan, qué dudas o conflictos arrastran, si desean o no la relación...no sé.
Más me ha parecido el típico cuelgue tonto que todos podemos sentir en un momento dado de nuestras vidas y que no va más allá.
Y para contar eso, dos horas son demasiadas. Ni me interesa esta historia, ni mucho menos me conmueve o incita a ninguna reflexión.
¿ Te gusta esa chica?. Pues qué bien. Échale un polvo y déjanos en paz.