Muchas veces las películas o series que nos encantaron en nuestra infancia o adolescencia tendemos a verlas con un velo de nostalgia pero cuando las volvemos a ver de adultos nos damos cuenta de que las hemos idealizado y que son peores de lo que recordábamos (a veces mucho peores). Y por lo visto eso le ocurre a muchos de los usuarios de esta web con Lady Halcón, pero personalmente no estoy de acuerdo en absoluto.
Vista hoy Lady Halcón me sigue pareciendo una de las mejores películas de fantasía que he visto (y he visto muchas porque soy un gran aficionado al fantástico) por las siguientes razones: está magníficamente dirigida por un Richard Donner en su mejor momento; todo el reparto está estupendo y además ha sido elegido a la perfección; tiene una espectacular fotografía del maestro Storaro; la ambientación y el vestuario están muy cuidados y contribuyen a darle ese tono de cuento de hadas que casa muy bien con la historia; dicha historia es preciosa y aunque ciertamente es bastante simple, eso no siempre es algo malo y no hay que olvidar que como ya he mencionado es un cuento de hadas y no una historia en plan El Señor de los Anillos; y el guión, sin ser una maravilla, es bastante bueno y tiene un poco de todo en su justa medida: fantasía, aventura, romance, comedia, tragedia, suspense, acción e incluso un poco de terror.
La única pega que le pongo es su horrorosa banda sonora estilo new age que no pega ni con cola con la historia.
Un ejemplo de lo que digo es que mi madre, que tiene muy buen gusto en cuanto a cine y no es precisamente fan del fantástico, la vio por primera vez siendo adulta y le gustó tanto que no se la pierde cada vez que la ponen en la televisión.