US 
Canadá 
México 
España 
UK 
Irlanda 
Australia 
Argentina 
Chile 
Colombia 
Uruguay 
Paraguay 
Perú 
Ecuador 
Venezuela 
Costa Rica 
Honduras 
Guatemala 
Bolivia 
Rep. Dominicana
Voto de Kinematographos:
107.870
Drama
El descubrimiento en una cuneta del cuerpo de un hombre brutalmente asesinado hará que las vidas de varias personas se entrecrucen en Los Ángeles. Un policía veterano y racista, su compañero novato e idealista, la esposa del fiscal del distrito, un tendero iraní, un acaudalado matrimonio negro... Entre estos personajes surgirán tensiones raciales, religiosas y sociales que ilustran la caótica vida de los habitantes de Los Ángeles. Debut ... [+]
28 de marzo de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando veo más películas centradas en nuestra sociedad occidental más inconvenientes veo, y a veces siento que vivimos dentro de unos muros como en "Crash".
Lejos de hablar del tema del racismo en la película, que creo que ya se ha mencionado en otras críticas, me gustaría hablar de los personajes. Es gente corriente, la vida les ha tratado mejor o peor, pero todos ellos comparten un rasgo en común; viven dentro de unos límites que son invisibles para nosotros y para ellos mismos. Y yo creo que es el mal que padecen decenas de miles de personas en las grandes ciudades.
Aquí se menciona Los Ángeles, una ciudad de casi 16 millones de habitentes, en la que todo parece espectáculo y risas, cuando en realidad no es así. Todos tienen miedo a algo, viven dentro de unas limitaciones, y esas limitaciones han de romperse, para bien o para mal. ¿Cuáles son? Desconfianza, excesiva privacidad, egoísmo, aparente falta de sensibilidad... Hay muchísimas, y todas se rompen. Todo depende do cómo nos las tomemos. Creo que esto lo entenderán los usuarios que viven en las grandes ciudades.
En nuestra civilización se nos prepara desde el plano físico, material e intelectual. Pero, ¿qué pasa con el plano emocional? ¿Se atiende acaso al plano emocional? Creo que es un defecto que se ha heredado desde el siglo XIX; se nos ha educado, no mal, sino casi como si fuesemos relojes. Algunos lectores dirán que hace falta una revolución para cambiar esto; no somos revolucionarios natos, pero hay que profundizar a veces en nosotros mismos y en los demás, y así rompemos esos muros. El único personaje consciente de ello es el agente interpretado por Don Cheadle, y la frase que dice al principio es significativa, pero no se le hace caso. Hay frases que nunca se escuchan, y resultan ser las grandes verdades.
La película me gusta porque esos muros se rompen, y los protagonistas consiguen empezar de cero. Algunos pierden la vida, otros se recuperan... y también somos capaces de ver cómo actúan según su inconsciente. Y creo que presenta buenos arquetipos de la sociedad americana de principios del siglo XXI. Insisto en que son destacables los arquetipos de esa sociedad, y creo que ya veo las diferencias entre las personas del siglo XX y las del siglo XXI.
¿Será la hija de ese cerrajero hispano la persona arquetípica de nuestro siglo? Dejo aquí la crítica con esta incógnita.
Lejos de hablar del tema del racismo en la película, que creo que ya se ha mencionado en otras críticas, me gustaría hablar de los personajes. Es gente corriente, la vida les ha tratado mejor o peor, pero todos ellos comparten un rasgo en común; viven dentro de unos límites que son invisibles para nosotros y para ellos mismos. Y yo creo que es el mal que padecen decenas de miles de personas en las grandes ciudades.
Aquí se menciona Los Ángeles, una ciudad de casi 16 millones de habitentes, en la que todo parece espectáculo y risas, cuando en realidad no es así. Todos tienen miedo a algo, viven dentro de unas limitaciones, y esas limitaciones han de romperse, para bien o para mal. ¿Cuáles son? Desconfianza, excesiva privacidad, egoísmo, aparente falta de sensibilidad... Hay muchísimas, y todas se rompen. Todo depende do cómo nos las tomemos. Creo que esto lo entenderán los usuarios que viven en las grandes ciudades.
En nuestra civilización se nos prepara desde el plano físico, material e intelectual. Pero, ¿qué pasa con el plano emocional? ¿Se atiende acaso al plano emocional? Creo que es un defecto que se ha heredado desde el siglo XIX; se nos ha educado, no mal, sino casi como si fuesemos relojes. Algunos lectores dirán que hace falta una revolución para cambiar esto; no somos revolucionarios natos, pero hay que profundizar a veces en nosotros mismos y en los demás, y así rompemos esos muros. El único personaje consciente de ello es el agente interpretado por Don Cheadle, y la frase que dice al principio es significativa, pero no se le hace caso. Hay frases que nunca se escuchan, y resultan ser las grandes verdades.
La película me gusta porque esos muros se rompen, y los protagonistas consiguen empezar de cero. Algunos pierden la vida, otros se recuperan... y también somos capaces de ver cómo actúan según su inconsciente. Y creo que presenta buenos arquetipos de la sociedad americana de principios del siglo XXI. Insisto en que son destacables los arquetipos de esa sociedad, y creo que ya veo las diferencias entre las personas del siglo XX y las del siglo XXI.
¿Será la hija de ese cerrajero hispano la persona arquetípica de nuestro siglo? Dejo aquí la crítica con esta incógnita.
