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Voto de harryhausenn:
8
Terror. Thriller Jesse es una chica que llega a Los Angeles, California, para hacer su sueño realidad: convertirse en supermodelo. Pero su juventud y belleza despertará al demonio, y se verá atrapada en un peligroso mundo de envidias y celos en el que las modelos están dispuestas a todo para triunfar. (FILMAFFINITY)
2 de agosto de 2016
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es compresible que cualquier espectador o crítico al que no le gusten las imposturas salga horrorizado de la sala: la trama es delirante y la acción lenta y casi inexistente, viéndose sepultada por escenas grotescas a lo largo de toda la obra. Sin embargo, la nueva entrega del director de Drive es una de las experiencias visuales más impactantes de los últimos años. Refn logra transformar los códigos del lenguaje publicitario de manera que convierte planos, poses y luces más que vistas en un universo surrealista en la que una historia terrorífica tiene lugar.

Y es que es esta destrucción y recomposición de la imagen donde reside la potencia del film. Reducir la película a una trama de modelos violentas es pecar de lo que se critica: superficialidad. Decir que The neon demon es una crítica sangrienta a la moda es no enterarse del asunto. No hay ninguna crítica al mundo de la moda al igual que en Drive no había ninguna crítica al mundo de la mecánica. La moda no es más que el vehículo para que Refn nos cuente una historia de belleza y envidia. Una luz cegadora, Elle Fanning, detestada por todas las criaturas oscuras. La rabia que en las almas malvadas y corruptas despiertan la pureza y la excelencia. La diferencia entre el talento y el don.

Hablábamos antes del universo surrealista y desde luego Refn se ha convertido en uno de los referentes contemporáneos a tener más en cuenta. Ya en la fallida, aunque reivindicable, Sólo Dios perdona, el danés coqueteaba con las escenas oníricas en las que el Dios de la cinta, el tailandés Vithaya Pasringarm cantaba en un karaoke lleno de neones en varias ocasiones, casi dándose la mano con el fascinante cineasta Apichatpong Weerasethakul, experto en desdibujar la fina línea que separa el sueño de la vigilia. Gran acierto de Refn el haber explotado las vías visuales renunciando al protagonismo de la acción, que era precisamente lo que más renqueaba en su anterior film.

The neon demon, además, sabe rendir homenaje a los maestros surrealistas del cine sin renunciar a un estilo propio identificable en las décadas a venir: Los omnipresentes neones reflejados en la oscuridad y los colores pastel que se apagan bajo la luz natural. El puntero vestuario en contraste con los decorados más horteras. Falsa sangre. Elle Fanning flotando en un trampolín...
Pero también un pasillo en el que un personaje sale detrás de una cortina para atacar a la protagonista, como Buñuel hizo en Belle de Jour con Catherine Deneuve, o un inoportuno puma en la cama del motel, como la vaca de La edad de oro. En un desfile los neones que iluminan la pasarela provocan en Elle Fanning reacciones y fotogramas similares a los de Romy Schneider en la inconclusa L'enfer de Georges Clouzot. Y sobre todo, vemos a Jodorowsky.

Ya en los créditos de Sólo Dios perdona se pudo ver en letras bien grandes que la película iba exclusivamente dedicada a al director chileno. El multidisciplinar artista vuelve a parecer en los agradecimientos, pero además el final nos remite directamente a La montaña sagrada. Una sala decorada de manera imposible y esa escena gore maravillosa, con efectos imperfectos y en definitiva, ya grabada en la posteridad.

Uno de los finales más impactantes de la historia del cine gracias también a las imponentes presencias de Bella Heathcote y sobre todo, la increíble Abbey Lee. Ambas, junto a las también magníficas Jena Malone y Elle Fanning, hacen de esta pesadilla de colores saturados una muestra de la valía de los elencos exclusivamente femeninos en cualquier tipo de película.
harryhausenn
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