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Voto de Bitter Bierce:
9
Comedia. Terror. Ciencia ficción Debido a una nube de polvo espacial, los muertos han vuelto a la vida sembrando el terror en la pequeña ciudad de Willard. Eso ocurrió mucho antes de que la empresa ZomCom inventara un collar para domesticar zombies, transformándolos en sujetos útiles a la sociedad. Hasta Fido, el zombie doméstico de la familia Robinson, se ha convertido en el mejor amigo de Timmy, el pequeño de la casa. (FILMAFFINITY)
25 de octubre de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leí una reseña de esta original película en un libro excelente (“Cine de zombies”) y tras un tiempo de búsqueda pude hacerme con ella.

Lo primero que te viene a la cabeza cuando llevas unos pocos minutos de metraje es su parecido con la dirección artística de Tim Burton. La ciudad (norteamericana) de los años cincuenta en la que transcurre la película bien podría ser la misma de Eduardo Manostijeras (también la de “Las mujeres perfectas”). Sus personajes son estereotipos del americano medio de la comedia amable y familiar de los cincuenta. Calles limpias, casas impolutas y espaciosas, jardines bien cuidados, lecheros y carteros amables, vecinos sonrientes, mujeres con aspecto de Doris Day, grandes coches familiares perfectamente encerados, mujeres con cintura de avispa y hombres con sombrero...

La película, sin embargo, como toda buena comedia negra que se precie, aporta mucho más vitriolo que miel: amas de casa impecables pero con una carga de frustración (y tensión sexual) apenas disimulada (la asociación freudiana Eros-Tanatos queda bien patente en la película), una sociedad violenta bajo la apariencia de orden (la escena de la clase al inicio de la película sienta las bases “éticas”), un consumo desaforado (cuyo paradigma en queda encarnado en los zombies como oscuro objeto de deseo) y un lenguaje tan pervertido que ha tergiversado el sentido de las palabras amor-odio, vida-muerte, ciencia-brutalidad. Como en las peores tiranías el lenguaje se ocupa de hacer que nada sea lo que parece.

FIDO consigue algo muy difícil en una película “de zombies”: te divierte con algunas escenas muy irónicas (el principio es sensacional) y te asusta o inquieta en otras (la escena nocturna del niño buscando la pelota en el parque). No es una parodia, pero tampoco sigue las pautas del género (llega incluso a inventarse algunas “peculiaridades” de los zombies; más allá de las pautas establecidas por George A. Romero) algo que despista muchísimo al espectador de cualquiera de los géneros.

Los efectos especiales están muy logrados y la ambientación de esa ciudad ideal es impecable.

Una película muy recomendable y que junto con ZOMBIES PARTY y BIENVENIDOS A ZOMBIE LAND abre nuevos caminos a un subgénero (zombies) que parecía ya algo redundante y exhausto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Bitter Bierce
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