Así hay que coger esta intensa serie de la BBC. Pueden asustar los 90 minutos de cada uno de sus capítulos, pero la verdad es que lo escueto de sus temporadas hacen de ella imprescindible.
Diálogos ágiles, muy ágiles, ningún pudor y mucho humor negro. Estos son los tres puntales en los que se basan sus excelentes protagonistas para firmar esta cinta.

Gatiss crea y además hace de Mycroft. Freeman y Cumberbatch forman la pareja de moda. Y no tarda mucho en caer la magnífica sorpresa (JM).

Primera temporada:
Planteamiento atractivo, nuevas tecnologías, criménes con networking y al espectador le pica la curiosidad. Está bien, sin más, pero sabe a poco.

Segunda temporada:
Destapado el tarro de las esencias está es muy superior a la anterior. En 270 minutos y con argumentos de serie de televisión todo queda megacondensado. No hay lugar para el despiste ni el aburrimiento. De tensión in crescendo y con multitud de razones para verla.