La doctora Marina es una chica de mundo que llega un pueblito de la costa. El capitán Percy Corso dirige la comisaría del pueblito de esos que a pesar de ser pintorescos y muy agradables cuando vas de visita, de vivir en ellos puedes terminar abrumado por el sopor, la desidia y la monotonía de los días. Por eso cuando el capitán conoce a la doctora siente que que ha llegado una luz a su vida, lo que necesitaba para darle color a su monocroma existencia, mas ella le advierte "no te enamores de mí". Pero la situación del pueblo de Palle se va tornando caótica al ocurrir una serie asesinatos, de lo que parece ser un ritual oscuro de sacrificio de jóvenes víctimas en honor de un ancestral dios costeño. Esto hace que la presión tanto del pueblo como del alcalde pongan al capitán Percy en un estado de stress inimaginable. Entonces la racha del protogonista va de mal en peor. Regresando a su casa con unas copas de más atropella el mismo a su perrito. Luego el presunto homicida se ahorca en su celda antes de confesar y él esconde el cadaver en su casa para evitar el escándalo (mas antes de eso ya había empezado a confundirlo con disertaciones filosóficas propias de un asesino). Esto provoca que su caracter sereno y meditativo se vaya tornando ideal para el de un potencial criminal. Así es como termina matando por celos a su mejor amigo Gino Leyva, hijo del alcalde, al saber se había acostado con Marina. Se deshace del cadaver, enfrenta las investigaciones, parece que alguién lo vió enterrando el cadáver, lo obligan a desenterrarlo, es sólo el difunto perrito. Al fin termina ganandose el amor de Marina y parece que al fin logra la felicidad anhelada.