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España España · el boalo
Voto de Miki:
3
Drama Lazzaro, un joven campesino de excepcional bondad, vive en La Inviolata, una aldea que ha permanecido alejada del mundo y es controlada por la marquesa Alfonsina de Luna. Allí, la vida de los campesinos no ha cambiado nunca; son explotados, y ellos, a su vez, abusan de la bondad de Lazzaro. Un verano, se hace amigo de Tancredi, el hijo de la Marquesa. Entre ellos surge una amistad tan preciosa que hará viajar a Lazzaro a través del ... [+]
15 de noviembre de 2018
13 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como en un capítulo de el Evangelio de Saramago de barrocas formas se desenvuelve la historia del infeliz que nada sabe y menos pretende, que del desconocimiento del prójimo podemos construir un imperio y de eso se trata el mundo que cuando menos se sepa menos se quiere. Cambiaría el final del título por ignorante porque lejos de simpatizar con el personaje y cansado de esperar que explote me acaba por poner los nervios como escarpias, es como esperar que broten las hojas en un interminable otoño oscuro y negro y es que así se desarrolla la película en esos paisajes lúgubres donde no crece una flor ni hay nada especialmente loable ni en las vidas de los miserables ni en si en la película. Si pretende hacernos saber Alice de las miserias del ser humano no era necesario tanta falta de rigor y es que en la vieja Italia a pesar de los pesares, a pesar ,vaticinaba ZP que la íbamos a superar, a pesar de la mafia, los berlusconis, la mamma mia y la mamma que le parió nadie se cree a pies juntillas que exista esclavitud en lo que podría parecer que es el siglo XXI si nos aferramos a la brutal información que la directora nos da con esos teléfonos móviles que aclaran dudas sobre la contemporaneidad del contexto porque si al entorno paisajístico y urbanístico nos atenemos parecería que anduviéramos entre cruzados en plena guerra Santa. Por momentos sonreía al ver al ignorante caerse por el precipicio, mala pero corta al menos, cuando arranca la segunda parte. Sé que Fellini y Passolini juegan con el surrealismo y que es moda de los vecinos latinos querer explicarnos las cosas a base de marramachadas imposibles.......a aquellos les sienta bien y hasta uno se ríe entre metáfora y tontería pero a Alice no, ella no da con la tecla y es que además de no enterarnos de nada, quizás no hay porque enterarse cuando el fin es incidir sobre lo que ya se sabe, es que además el desarrollo de la cosa carece de atractivo ni visual ni hablado. Van sumando las manecillas del reloj sin que nada rompa con la mediocridad del principio, nos enfrentamos a la siguiente escena esperanzados que algo va a hacer girar la película 180 grados cuando nos volvemos a pegar de bruces con lo mismo, es como un continuo quiero y no puedo.
Cuando se quiere subrayar sobre las miserias del ser humano es mejor buscar el realismo como forma de expresión, ir al grano, al caso concreto que por existir o haber existido ahonda en el mensaje y reafirma lo que queremos trasmitir pero hacerlo con una metáfora que poco o nada tiene que ver con la realidad hace que la crítica se quede en ridícula.
Floja aportación al cine italiano de siempre, que empiecen a escribir los que salían del cine desconfiando más que nunca de los críticos.
Miki
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