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Voto de Chris Jiménez:
5
Comedia. Aventuras. Infantil En el año 52 antes de Cristo, Egipto, gobernado por la poderosa Cleopatra, ha caído bajo el yugo del Imperio Romano. Y lo peor es que Cleopatra ha decidido entregar su corazón a Julio César, emperador del pueblo más grande del mundo. Harta de los sarcasmos de César, la orgullosa y bella reina hace una apuesta con él: si consigue construir un castillo para él en el espacio de tres meses, en medio del desierto, él reconocerá que el pueblo ... [+]
21 de diciembre de 2023
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René Goscinny y Albert Uderzo amaban la enorme producción de Mankiewicz, y eso deseaban reproducir en "Astérix y Cleopatra", que presentaba la aventura más suntuosa y titánica de la pareja de galos, tanto en términos narrativos como técnicos.

Y a aquella reina autoritaria, poderosa, esbelta y de bonita nariz afilada, ¿quién la podía interpretar? (además de Elizabeth Taylor) Nunca habría pensado en Monica Bellucci, aunque a mis 9 años, cuando vi esta adaptación, tampoco lo tuve en cuenta...pero aprecié ciertos detalles con respecto al tono que no podía hallar en el cómic. ¿Qué era esta versión tan rara y desopilante de mis galos? La clave está en que Claude Berri se acercó al recientemente galardonado Alain Yves Chabat y le convenció para adaptar otro álbum de la serie.
¿Y por qué? Chabat era un fan acérrimo de los tebeos, e incluso en su juventud quería ser dibujante...pero su visión del humor está a trillones de años luz del de los creadores de Astérix; lo demostró en su debut "Didier", horrible tontería sobre un perro transformado en hombre donde el cómico se postuló a Adam Sandler francés (¿y por esto ganó un César?, nuestros vecinos también tienen el gusto un poco desviado). Pero así fue, de pequeños proyectos pasó gracias al chiflado de Berri a ocuparse de una producción sin parangón entre Francia, Malta y Marruecos, la más cara del cine francés.

Se saborea en pantalla, hasta los más mínimos detalles, igual que sucedía en el cómic, del que se podría decir ed el más "cinematográfico" de la saga. Sorpresa, Chabat es Caesar, pues emparejar a la voluptuosa Bellucci con el anterior Gottfried John no sería lo correcto; así, durante todo este prólogo en Egipto destaca, además de un rimbombante diseño de producción, lo que para mí más chirría: el estilo del director. Juegos de palabras continuos que rompen el ritmo, insinuación erótica y giros al humor negro nada recomendado para niños (un cordero devorado por cocodrilos...para partirse de risa).
El simpático Numerobis es aquí Jamel Debbouze, otro popular humorista sin gracia (salvo para los franceses) que convierte al personaje en un subnormal tartamudo e insoportable. Y cuando llegan nuestros amigos galos la cosa no mejora, excepto por un detalle: la estética es menos "realista" que la propuesta en "Contra César" y plenamente fiel al tebeo; una lástima, porque aquí rezuma energía y color...pero, por alguna razón, el histrionismo de Christian Clavier y la fuerza de Gérard DePardieu se han disipado, y con ellos su carisma, su chispa, dejándonos a estos Astérix y Obélix mustios, prestos a la muerte. Para rematar, la solemnidad que el gran Claude Piéplu daba a Panoramix se va al reemplazarle Claude Rich.

Narrativamente el guión (que al menos se centra sólo en un tebeo) sigue la misma trama: la entrevista con Cleopatra, el chiste de su nariz, la introducción de Paletabis (Gérard Darmon excelente en el papel), el ofrecimiento de la poción mágica a los trabajadores, la estafa de las piedras, la trampa en el interior de la pirámide, el engaño de la tarta envenenada, incluso la difícil escena del estropicio de la esfinge y el encuentro con los pobres piratas. Está todo y hay momentos hilarantes donde los desvaríos surrealistas de Chabat se conjugan bien con el fino ingenio de Goscinny, pero eso no sucede la mayoría de veces.
No sucede porque estos desvaríos son muy continuos y molestan al desarrollo mismo del argumento, por estar más en la línea de "Scary Movie", algunas bromas son groseras, otras innecesarias y otras anacronismos que no sabes qué demonios pintan ahí (¿un chiste sobre "perder la cobertura", otro sobre una lentilla, un documental sobre las langostas, un videoclip con los egipcios bailando "I Feel Good" de James Brown?, ¿pero esto es en serio o una alucinación?), incluso hay guiños idiotas a otras cosas ("Star Wars", los films de artes marciales, series de televisión)...y eso sólo estropea la posibilidad de un guión consistente y unos diálogos divertidos.

Los diálogos son más tontos que divertidos (porque la tontuna nunca implicó diversión), de hecho Gérard Lauzier, guionista de la primera película, supo comprender mejor la esencia de los personajes y la química entre los protagonistas, quienes se enzarzaban en inolvidables conversaciones; una de las guindas que más repugnan es añadir un interés romántico para Astérix, que no se pedía en ninguna parte, está para contrastar con el (mucho más romántico y profundo) que tuvo Obélix con Falbala (¿y se puede saber qué le pasa a DePardieu?, ¿acaso recibió instrucciones para interpretarle como un gilipollas?).
Esto enlaza con el problema del tono: Claude Zidi quiso dar un aspecto más creíble, oscuro e incluso violento a su adaptación; Chabat se deja llevar por la locura y el gamberrismo a todo trapo (tal vez la fatal gastroenteritis que sufrió durante el rodaje le afectó mentalmente). Es decir, ninguno de ellos pilló el toque del tebeo, porque ese toque es único, es de Goscinny, que fue un gran narrador y sabía cuantas viñetas se necesitaban entre chiste y chiste y cuantas para permitir espacio a la interacción de los personajes (aquí Astérix y Obélix no existen como protagonistas, sólo son peleles al servicio de la historia y la acción).

Sí, el espectáculo supera a "Contra César", todo es más épico y grandilocuente, hay más efectos especiales y ayuda el que Luc Besson filmara algunas secuencias...pero eso no importa un pimiento si lo que están contando no me satisface. Y es difícil haber imaginado el resultado, "Misión "Cleopatra" " pudo acabar en un fracaso estrepitoso o en un éxito gigantesco.
No obstante la suerte quiso estar del lado de Chabat, que vio como todos se ponían de rodillas ante su versión. Pero no me engaña...lo que él de verdad quería era aplastar su cara en los senos de la Bellucci (como se demuestra en esa escena evidentemente nada adecuada para el público al que la película va dirigido). La banda sonora de la primera también es insuperable, por cierto.
Chris Jiménez
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