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Voto de Chris Jiménez:
5
Drama. Thriller La apacible vida de Karen McCann se ve totalmente destruida cuando un desconocido irrumpe en su casa y asesina a su hija de 17 años. Su dolor se convierte en odio y falta de fe en la justicia al ver cómo el criminal es puesto en libertad por falta de pruebas. Cuando comete otro asesinato y vuelve a quedar en libertad, entonces Karen decide tomarse la justicia por su mano. (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escuchas a tu hija gritando al teléfono. Alguien la está atacando. Alguien la está asesinando
Más tarde estás frente al culpable. Lo que deseas es verle vomitando sangre, o al menos encerrado en la cárcel...¿pero y si no sucede ni eso y lo dejan en libertad?

Karen lleva una vida normal en una zona costera en el Oeste de Los Ángeles, está felizmente casada, tiene dos hijas y un buen trabajo en un museo. No había más preocupaciones para ella aparte de las habituales que se dan en el día a día. Por desgracia su vida tal y como la conocía acaba cuando, estando en mitad de la ciudad, escucha a su hija Julie por teléfono pidiendo socorro.
Un hombre ha entrado en su propio domicilio y la está violando; Karen no recibe ayuda de nadie, únicamente se limita a escuchar lo que está ocurriendo a través del aparato. Su hija ha sido asesinada, y la evidencia de pruebas revela que el culpable, Robert Doob, un criminal reincidente sin remordimientos, puede ser metido en una celda sin problemas...hasta que en el juicio desestiman la prueba de ADN. Esta falta total de justicia por parte del sistema llevará a Karen a tomar medidas más drásticas, porque el que ese hijo de Satanás quede otra vez libre no es una opción.

Un John Schlesinger que contaba 70 años de edad y con una carrera cinematográfica más que sobresaliente (salvo algún ligero traspiés en ella), decidió traernos un duro y violento "thriller", retornando a terreno americano tras pasar unos años en su tierra anglosajona natal, donde se dedica a poner patas arriba el injusto sistema judicial estadounidense y de paso a poner de manifiesto cómo un ciudadano normal y corriente puede hacer justicia al margen de la ley.
Si prestamos atención hay similitudes entre este film y el anterior "De Repente un Extraño", así que no era nada nuevo para el veterano inmiscuirse en este tipo de historia, adaptada por el tándem de guionistas Rick Jaffa/Amanda Silver (los responsables de "La Mano que Mece la Cuna") de la novela homónima de la escritora Erika Holzer; de hecho, hasta le vino bien, ya que llevaba una trayectoria un tanto irregular desde que comenzó la década de los '90.

"Ojo por Ojo", como su propio título nos indica, se perfila como uno de esos dramas en los que vemos cómo los personajes han de recurrir a la siempre polémica (y en parte satisfactoria) Ley del Talión cuando la sociedad y el sistema judicial les da de lado. Lo llevamos viendo con esas mismas carácterísticas desde que Charles Bronson pasó de arquitecto a vengador en "El Justiciero de la Ciudad". Siempre ha sido un tema muy recurrente en la Historia del cine para condenar la corrupción reinante de ese sistema del que antes hablábamos y reflejar estas situaciones reales que se dan trágicamente en nuestra sociedad.
El objetivo del dúo Jaffa/Silver es hacer que nos sintamos identificados con la protagonista y sí, vaya si lo consiguen; por fortuna ese aspecto rematadamente feminista que exponían en "La Mano que Mece..." aquí queda un poco más disimulado. No se puede decir que sea una gran película, pero la acción y el suspense están muy bien construidos, al igual que sus personajes y, aunque el final sea bastante previsible, genera la suficiente tensión para que el espectador se ponga nervioso queriendo ver lo que lleva esperando durante más de hora y media.

Sally Field realiza una genial actuación como esa madre torturada que se debe enfrentar sola al peligro, al igual que Joe Mantegna como ese policía que quiere hacer cumplir la ley pero que siempre se ve atado por las irregularidades del sistema y el increíble Ed Harris como el marido sensato que sirve a la mujer de apoyo, y, aunque parezca a simple vista un papel de relleno, nada más lejos de la realidad, ya que hace de su sutil personaje alguien muy humano y creíble (por mucho que se empeñen los guionistas en eclipsarlo).
Por encima de todos, un sobresaliente Kiefer Sutherland en un papel de lo más repulsivo y desagradable (¡que irónico que prácticamente todo el mundo le conozca por hacer del detective Jack Bauer!) que borda a la perfección, sin concesiones.

Sí, su premisa de que alguien se tome la justicia por su mano es vieja, viejísima, pero tal como la construye el sr. Schlesinger hace que esta película sea creíble, muy interesante y entretenida.
Un buen "thriller" donde el inglés recupera su espíritu más incisivo y duro.
Chris Jiménez
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