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Voto de Chris Jiménez:
9
Ciencia ficción. Aventuras El multimillonario John Hammond consigue hacer realidad su sueño de clonar dinosaurios del Jurásico y crear con ellos un parque temático en una isla remota. Antes de abrirlo al público, invita a una pareja de eminentes científicos y a un matemático para que comprueben la viabilidad del proyecto. Pero las medidas de seguridad del parque no prevén el instinto de supervivencia de la madre naturaleza ni la codicia humana. (FILMAFFINITY)
4 de julio de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llueve, todo está en calma, los jeeps detenidos, Tim juguetea con las gafas de visión nocturna. De repente se escucha un temblor profundo, el chico se gira y le pregunta a su hermana "¿Has sentido eso?".
Se acerca y mira los vasos llenos de agua, que tiemblan brevemente con cada sacudida. Continúa el silencio, se empieza a despertar Gennaro, y con total inocencia suelta "Quizá sea la corriente, que está volviendo".

Nosotros sabemos que no es la corriente, que algo malo va a pasar, y ello se cumple cuando las enormes garras del Tyrannosaurus Rex acarician la verja metálica; nuestras pulsaciones se aceleran y de repente aparece la cabeza del bicho, comiéndose la cabra. La sensación que me produjo esa secuencia al verla con seis años es inexplicable, y me imagino que también para los que conocieron "Jurassic Park" de niños o adolescentes.
Esta película, como ya tenía pensado el sr. Spielberg, dejó a todo el mundo con la boca abierta, cambiando la manera de ver el "cine de palomitas" a comienzos de los '90 (que no es decir poco), además de llevar al gran público esos fascinantes seres extintos millones de años atrás llamados dinosaurios; todo ello vino de la mano de Michael Crichton, quien publicó la novela de la que saldría el film en 1.990, su más famoso trabajo, dicho sea de paso, aunque en un principio estuviera pensado como guión cinematográfico. Éste, que fue barajado en distintas compañías y ofrecido a cineastas como Tim Burton, Joe Dante o Richard Donner, acabó en manos de un Spielberg que venía de hacer fortuna con "Hook", con críticas no muy favorables, y que deseaba llevar a la gran pantalla.

En efecto, el director quedó fascinado con el libro de Crichton y se iba a dedicar a adaptarlo contando con el propio escritor al guión, sin embargo surgía un problema: el texto era demasiado largo y demasiado violento, ese fue el motivo por el que Spielberg optase por cambiar parte de la naturaleza de la historia (algunos dirán que completamente). Eso sí, se conservaba el argumento tal y como lo conocemos: el millonario John Hammond ha conseguido hacer su sueño realidad de construir un parque temático donde, gracias a los últimos avances en ciencia y genética, es posible crear dinosaurios, bautizado como Jurassic Park.
Esto pone en un serio dilema moral a los paleontólogos Alan Grant y Ellie Sattler y al doctor Ian Malcolm, a quienes se les ha llamado para avalar la seguridad del parque, ya que los inversores están algo nerviosos por ciertos incidentes que se han producido en el lugar. Es en mitad de un tour por las instalaciones cuando todo se tuerce: un corte de energía provocado por el incompetente Dennis deja el parque sin seguridad, con lo que los bichos, algunos la mar de peligrosos, empiezan a escaparse...

El otrora realizador de "Tiburón" y "En Busca del Arca Perdida" no pierde facultades en cuanto a ofrecer espectáculo al espectador...y a eso precisamente se dedica, a desplegar un sensacional entretenimiento, tanto para pequeños como para mayores, mientras sigue manteniendo su estilo y algunos de sus más clásicos tics; el film también logra provocar escalofríos, dejando Spielberg bien patente su dominio para generar tensión y miedo en el momento preciso (sabemos que los protagonistas van a salir vivos de su encuentro con los dinosaurios, ¡pero el nudo en el estómago no se nos quita hasta el final!), y escenas como la de los velocirraptores en la cocina lo atestiguan.
No obstante, las grandes diferencias entre la novela y la película acaban por perjudicar el espíritu de la historia. Lo más importante es que el texto original de Crichton produce verdadero terror, algo con lo que había que tener mucho cuidado si se quería adaptar al cine para todos los públicos, y ahonda en dos aspectos que después quedan reducidos: el conflicto ético-científico entre los doctores y Hammond y el retrato de las características de los personajes. Crichton se deshace de algunos de los elementos fundamentales de su novela y, junto al guionista David Koepp, hace cambios a diestro y siniestro; Spielberg, entre tanto, obvia la violencia y la sangre, es decir, quita hierro a la trama convirtiéndose en el perfecto "blockbuster" de evasión para el verano.

Los auténticos protagonistas son los dinosaurios, ¿para qué vamos a engañarnos? (salen muchos más en el libro...) Con los ojos como platos se queda uno al contemplar la magnificencia del Tyrannosaurus Rex, el Dilophosaurus o los Brachiosaurus, pero el plantel de actores que se reúne no desmerece, con Sam Neill, Laura Dern, Jeff Goldblum y el veterano Richard Attenborough formando un memorable cuarteto (siendo todos eclipsados por el arrollador carisma de Goldblum, quien a su vez interpreta al personaje más interesante); particularmente detestables resultan Joseph Mazzello y Ariana Richards como los nietos de Hammond, y muy correctos están Bob Peck, Wayne Knight y ese Sam Jackson previo a su estrellato con "Pulp Fiction".
Incoherencias aquí y allá y poco respeto al texto de Crichton aparte, la película se mantiene como una de las aventuras de ciencia-ficción más grandes de la Historia del cine, recordada por todos como el acontecimiento de la década (para mí no había película más importante de crío). Quizá los dinosaurios se extinguieran, pero "Jurassic Park" los trajo de nuevo a la vida, sobre todo gracias al excelente trabajo de Phil Tippett, Michael Lantieri, Dennis Muren y Stan Winston. John Williams pone la guinda con su inolvidable banda sonora.

Mítica la escena en la que el Tyrannosaurus suelta su último rugido mientras cae el cartel, que anuncia en letras grandes "Cuando los dinosaurios dominaban La Tierra".
Chris Jiménez
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