Hacer una nueva versión o secuela o como la queramos llamar de una película que ha marcado a tantas generaciones como MARY POPPINS, de inicio, corre el riesgo de la reticencia, o de pensar que no puede aportar nada nuevo a lo ya contado.
Un experto en musicales como es ROB MARSHALL, es el encargado de intentar sino superar por lo menos igualar al original, y para mi parecer no se le acerca ni por asomo, este regreso de la mágica niñera, resulta un producto entretenido, colorista y amable, pero no logra emocionar, ni impresionar tanto como hacia su predecesora.
En el terreno artístico ningún pero, en la ambientación de Londres, en los decorados, vestuario, etc y en el actoral, pues que decir, que EMILY BLUNT, cumple bastante bien, sin llegar a la altura de JULIE ANDREWS, y el que me ha resultado mas soso, es el para mi hasta la fecha desconocido LIN MANUEL MIRANDA, y me ha encantado el cameo de DICK VAN DYKE.
En definitiva, no creo que fuera necesario volver a un nuevo film de MARY POPPINS, más allá de lo que realmente se trata, que es de amasar cantidades ingentes de dinero y volver a enganchar a una nueva generación de niños soñadores.