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España España · Badajoz
Voto de Max Power:
8
Drama El matrimonio formado por Johan, profesor de psicología, y Marianne, abogada, recibe una noche en su casa la visita de sus amigos Peter y Katerina. Al poco tiempo, los invitados empiezan una fuerte discusión en la que los anfitriones intentan mediar sin éxito alguno. Cuando se quedan solos, Johan y Marianne empiezan a hablar de su matrimonio y de sus problemas. (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2015
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La premisa de "Secretos de un matrimonio" es sencilla y efectiva: Una pareja empieza a poner en duda la credibilidad más pura de su matrimonio (el amor) a raíz de la discusión de una pareja de amigos que se pelean en su presencia. En este sentido Bergman crea una película sólida, adulta y sumamente entretenida donde iremos viendo la paulatina desintegración de este matrimonio aparentemente perfecto y las posteriores reconciliaciones y sus reiteradas rupturas.
El autor muestra a una pareja acomodada, integrada en la sociedad y por tanto hipócrita. En los grandes momentos emocionales, la pareja deja al descubierto una alarmante falta de madurez emocional, con muestras de cierto patetismo y humillación personal, lo que demuestra, como dice Johan que "apenas sabe nada de la vida, por muchos libros que haya leído". Así es, esta falta de experiencia en cuanto a las relaciones interpersonales es lo que les lleva a no darse cuenta de que su matrimonio ha entrado en declive. Solo Marianne, años después del divorcio se dará cuenta de que sus problemas empezaron cuando hubo una total ausencia de sexo, algo que ambos en su momento no quisieron dar ninguna importancia pero que fue el germen para que posteriormente se empezaran a acumular otros problemas, como los secretos, las pequeñas mentiras y las falsas apariencias.
Bergman, en un aspecto que se intuye, deja entrever varios motivos por los cuales un gran porcentaje de matrimonios quedan en divorcio. Empieza mostrando como la educación que reciben los suecos está alejada de toda espiritualidad, en segundo lugar, la propia Marianne reconoce que fue criada con el fin de satisfacer a los demás lo que generó en ella una constante represión. La escena en la que esta charla con una cliente que se quiere divorciar deja a las claras que también hay personas que se casan entre sí con un fin interesado, para alcanzar la estabilidad económica o social. En este sentido, el amor más puro e incondicional es suprimido con el fin de alcanzar un falso bien mayor que acaba derivando en depresión, amargamiento y desilusión. Vuelve entonces el aspecto de la falta de educación espiritual en pos de un aspecto superficial y completamente banal como es el caché, la imagen.
Se pude decir que su director no pretende que empaticemos realmente con ninguno de los protagonistas, aunque están construidos de esta manera para que nos sintamos identificados con ambos en determinados momentos de la obra, con el fin de que intentemos justificar sus comportamientos. Realmentre, tanto Johan como Marianne son orgullosos, infieles y egoístas, como se puede observar en el hecho de que las hijas apenas aparecen en pantalla y apenas son mencionadas. Cuando sorprendidos, somos conscientes de esto, quedamos enmudecidos ante la capacidad del maestro sueco de hacernos sentir cercanos a sus personajes, demostrando, de manera definitiva, que estos rasgos se encuentran inherentes en cierta cantidad a la naturaleza humana.
Max Power
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