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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Aventuras. Bélico La acción se desarrolla en Siberia y el Tíbet durante la ocupación inglesa de esas tierras a comienzos de los años 20. Narra la historia de un cazador local al que confunden con un descendiente del legendario Genghis Khan. Entonces los invasores deciden usarlo como títere político, sin saber que el cazador tiene sus propias ideas al respecto. (FILMAFFINITY)
9 de marzo de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Bair, el joven cazador mongol regresa a casa, su padre, un maestro apreciado por todos, está siendo visitado por unos amigos que esperaban irse con él para el bazar del pueblo donde pueden vender sus pieles. Pero, el maestro está enfermo y hasta un lama se encuentra allí para orar por él. En una escena con la que, el director Vsevolod Pudovkin, hará su particular crítica a los hombres de iglesia, sabremos de una piel muy valiosa -el maestro la estima en 500 monedas- que el hijo defenderá de todo el que quiera arrebatársela, pues, bien claro tiene que representa la comida de meses para su familia que habita en el desierto. Y también sabremos de un particular amuleto que perderá el ambicioso lama, el cual terminará en el pecho del joven cazador y va a tener un valiosísimo significado para él.

Estamos en el año 1920, en Rusia aún hay residuos de guerra civil y los ingleses siguen siendo colonizadores en Mongolia, donde continúan abusando de la gente del pueblo comprando su peletería por miserables monedas… y será, precisamente, por la defensa de sus derechos que, el joven mongol terminará convertido en un fugitivo arduamente perseguido.

Pudovkin, cierra su encomiable trilogía de La Toma de Conciencia, con una estupenda y aleccionadora historia que parte de la novela “Потомок Чингисхана” (El Descendiente de Genghis Khan), escrita por Iván Mijáilovich Novokshónov. Del guion se ocupó el crítico literario Ósip Brik, y una vez más, el director va a demostrar que su talento andaba tan decantado y a tono, como para hacer arte imperecedero.

La primera hora es mesurada, Pudovkin se toma su tiempo para mostrar los paisajes, las tradiciones… y las andanzas de su personaje entre los partisanos que luchan en defensa de los soviéticos, pero, cuando acaso se piensa que está pasando muy poco, se presenta la detención del cazador mongol por parte de las autoridades británicas… y lo que sigue de ahí en adelante, es arte puro, logrado con muy valiosos hechos y con un ejercicio narrativo y una edición que harían escuela. Hasta la banda sonora de Timothy Brock -que se le incorporara luego-, resulta majestuosa, y tenemos a fin de cuentas, una trilogía cinematográfica (iniciada con “Madre” y seguida con “El Fin de San Petersburgo”), que ya ha hecho historia.

Valéry Inkijinoff (stuntman, actor y director, a quien años más tarde veríamos en las películas de Fritz Lang, “Der Tiger von Eschnapur” y “Das indische Grabmal”), resulta estupendo como el joven de apariencia manipulable, pero, con un carácter tan definido y un ideario tan claro que, pronto, dará a muchos las más increíbles sorpresas.

“TEMPESTAD SOBRE ASIA” y sus películas precedentes, merecidamente pondrían a Vsevolod Pudovkin, entre los grandes del cine soviético.
Luis Guillermo Cardona
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