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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Nueva York, 1863. La ciudad está dominada por la corrupción política, y la guerra entre bandas provoca muertos y disturbios. En este contexto, el joven inmigrante irlandés Amsterdam Vallon (Leonardo DiCaprio) quiere vengarse de William Cutting, "Bill el carnicero" (Daniel Day-Lewis), el hombre que mató a su padre (Liam Neeson). (FILMAFFINITY)
1 de abril de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la larguísima historia de la ciudad de Nueva York (New York), EEUU, los primeros moradores conocidos y que vivieron allí por miles de años (“hasta que los blancos se hicieron los amos”), fueron Los Amerindios. Llegarían después inmigrantes italianos y la llamarían Nueva Angulema en el siglo XVI. A estos, seguirían los holandeses, en el siglo XVII, y la llamarían Nueva Amsterdam (de aquí el nombre que se le daría al co-protagonista del filme, Amsterdam Vallon). Cuando los holandeses pierden la guerra contra los ingleses en 1664, el rey Charles II, dona parte del territorio a su hermano, el duque de York... y es en su nombre que la ciudad comienza a llamarse New York.

De aquí, el ridículo alegato, ¡presumiendo de “americanos puros”!, que por el simple hecho de haber nacido allí, argüían los newyorkinos blancos del siglo XIX. Argumento absurdo –pues no veían más allá de sus narices- que les serviría para emprenderla contra la gran masa de irlandeses, polacos, alemanes, chinos… que seguían llegando en busca del sueño americano. A diario les daban palizas, les destruían sus propiedades, los torturaban… o los asesinaban.

El gran líder de este atropello, fue un newyorkino de gran estatura y de gran destreza con los cuchillos, llamado William Poole, mejor conocido como Bill el carnicero. Líder de una pandilla que se hacía llamar los Bowery Boys, la razón que argüía este hombre para sus agresiones, era la de que, por su amplia disponibilidad, los inmigrantes contribuían a la reducción salarial, además de que servían de apoyo a los políticos democráticos y a la causa de la Unión.

A “Bill el carnicero”, lo apoyaban los políticos más reaccionarios y racistas del momento, al tiempo que cosechaba enemigos de las más variadas nacionalidades, que solo esperaban una ocasión para eliminarlo… y ésta llegaría a comienzos de 1855, cuando a un bar en el que se encontraba bebiendo, llega con sus hombres uno de sus mayores enemigos, el congresista y boxeador John Morrisey. Uno de sus hombres le pega un tiro en la pierna y los demás lo acribillan sin darle la ocasión de defenderse por lo mucho que lo temían.

Sin perderse de los hechos principales, la película de Martin Scorsese, es una versión libre de la vida de este siniestro personaje, y por tal razón, su apellido fue cambiado a Cutting. La trama se centra en dos objetivos esenciales: el primero, mostrar un segmento más de una historia que ha sido escrita con sangre, y en este aspecto, la manera como el director italo-americano cierra la película, va a dar cuenta de un hecho real y muy significativo. La segunda, es confrontar el pasado con la pelea que, aún hoy, mantienen los republicanos contra los demócratas, oponiéndose a la legalización de los inmigrantes.

Scorsese se suma a los que creemos que las naciones deben ser de puertas abiertas. Primero, porque la tierra nos ha sido dada para el disfrute de todos y no de unos cuantos, y las fronteras son un invento de los más mezquinos entre los hombres. Y después, porque los inmigrantes pluralizan las culturas, oxigenan las ideas, rompen con viejos vicios… y cuando se sienten acogidos, se convierten en los seres más leales a la patria que les permite, ahora, llevar una vida digna.

“GANGS OF NEW YORK”, contiene situaciones que pueden herir la sensibilidad de algunos espectadores, pero con todo, el filme no alcanza a recrear la brutalidad de los hechos que entonces sucedieron. Con sus últimos filmes, tengo la impresión de que, Martin Scorsese, ha asumido el reto de contarnos la historia de los Estados Unidos de Norteamérica, tal y como ha sido.

Más que meritoria la labor actoral de Daniel Day-Lewis, Leonardo DiCaprio, Brendan Gleeson, Gary Lewis y demás actores de conjunto.

Título para Latinoamérica: “PANDILLAS DE NUEVA YORK”
Luis Guillermo Cardona
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