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Voto de Natxo Borràs:
9
Ciencia ficción. Acción La Tierra, año 2084. Doug Quaid, un hombre que lleva una vida aparentemente tranquila, vive atormentado por una pesadilla que todas las noches lo transporta a Marte. Decide entonces recurrir al laboratorio de Recall, una empresa de vacaciones virtuales que le ofrece la oportunidad de materializar su sueño gracias a un fuerte alucinógeno, pero la droga hace aflorar a su memoria una estancia verdadera en Marte cuando era el más temido ... [+]
4 de junio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El escritor de novelas de Ciencia Ficción Philip K. Dick no pudo disfrutar en vida del éxito de su adaptación al cine de su novela “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” por Ridley Scott en ese conglomerado de “film noir” con brotes de cyberpunk que representa la magnánima “Blade Runner” (1982). La autoría del que ha sigue siendo considerado el “Pirandello” de la Literatura de Ciencia-Ficción ha sido objetivo de caza para los aficionados al género, pero en el cine se la ha olvidado en largas pausas de tiempo. Pero, de una de sus historias breves, curiosamente se ha readaptado del film de Paul Verhoeven en una nueva versión interpretada por Colin Farrell y Kate Beckinsale y dirigida por Len Wiseman (La Jungla 4.0) bastante acorde a la estética planteada por K. Dick en el relato corto “Recuerdos al por Mayor” (poco más de veintitrés páginas de doscientas en una edición que adquirí de EDHASA, Colección Nebulae y que llevaba por título “La Máquina Preservadora” y que no es más que una selección de relatos breves, todos escritos por K. Dick).

En cuanto a Paul Verhoeven, al director holandés no se le podía exigir más con la primera adaptación al cine de éste breve como complejo cuento acerca de los deseos obsesivos de un ciudadano de clase media (Schwarzenegger como siempre dispuesto en dar acción a donde sea) soñando en viajar a Marte y reconvertido, mediante un trasplante con fines recreativos, a Agente Secreto que lucha contra las injusticias cometidas a una mayoría por el poder de una minoría que controla los recursos del Planeta Rojo.

Preocupado más por una estética cercana a “Robocop” (1987) y “Starship Troopers” (1997) mediante la idea de que sus personajes viven en unas sociedades tecnológicamente avanzadas gracias a un avanzado poder tanto civil como militar (todas tres podrían componer una trilogía), el director de “Instinto Básico” (1993) se lució con una historia repleta de acción, efectos especiales y concesiones al gamberrismo más canalla que había ofrecido desde entonces su filmografía, bastante seria en su visceral etapa holandesa que le dio impulso suficiente como para proyectarse fuera de sus fronteras. Ya establecido en Hollywood cosechando éxitos como “Los Señores del Acero” (Blood & Flesh, 1985) o “Robocop” sin que el público tuviera la mirada puesta en Sharon Stone todavía, obviando también la injustamente olvidada rival femenina interpretada por Rachel Ticotin (Un Día de Furia) así como unos villanos de celuloide relegados a segunda categoría como Ronny Cox (Deliverance) o el canadiense Michael Ironside (Scanners).
Natxo Borràs
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