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Voto de Natxo Borràs:
7
Terror Adaptación de la famosa novela de Bram Stoker que toma como punto de referencia la insuperable adaptación de Murnau. Jonathan Harker viaja desde Wismar a Transilvania para visitar el castillo del legendario conde Drácula, a quien pretende venderle una mansión en su ciudad. Atraído por una fotografía de Lucy, la mujer de Harker, Nosferatu parte inmediatamente hacia Wismar, llevando con él la muerte y el horror. (FILMAFFINITY)
6 de agosto de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jonathan Harker (Bruno Ganz) tiene que realizar un largo viaje a caballo hacia el castillo del Conde Drácula (Klaus Kinski) para que pueda cerrar el trato de compra de una casa en Wismar. Para ello se ausentará de su prometida Lucy (Isabelle Adjani) que sufre pesadillas por la noche y teme por la vida de Jonathan y que no regrese a sus brazos jamás. Pero no solo consigue cerrar el acuerdo con el Conde, sinó que desata la propicia huida del vampiro hacia la ciudad llevando tras de si, una oleada de epidemia y muerte.

Segunda de la cinco colaboraciones que Klaus Kinski brindó a su compatriota Werner Herzog. Kinski era un actor muy entregado al arte de la improvisación, en parte debido a la popularidad suscitada en los escenarios germanos con sus provocadores y alaridos monólogos de “antimesías”, o su soberbia recreación de Don Lope de Aguirre en “Aguirre, la Cólera de Dios” (Aguirre, Der Zon Gottes, 1972), dirigida por Herzog. El cineasta requirió nuevamente su presencia en esta revisión del mito creado por Bram Stoker pero más aproximada al film mudo que se realizó sobre el vampiro y que materializaría otro alemán F.W Murnau en 1922, “Nosferatu, eine Symphonie des Grauens” con Max Schreck como Drácula, film que en su momento fue objeto de unas turbulentas disputas por los derechos de adquisición por parte de los herederos del escritor irlandés, y que la UFA estuvo obligada a cambiar el nombre del siniestro personaje por Nosferatu. Curiosamente Werner Herzog insistiría a un agotado Klaus Kinski, una vez finalizado el rodaje que se uniformara de soldado enloquecido en “Wozjeck”, película rodada inmediatamente después de “Nosferatu”. El film cuenta también con un atractivo reparto europeo; la francesa Isabelle Adjani (El Quimérico Inquilino; Las hermanas Brönte; Subway) y el suizo Bruno Ganz (El Amigo Americano; Los Niños del Brasil; el Hundimiento).

“Nosferatu” en su clave de “remake” no llega a la altura de la obra maestra de Murnau. Como homenaje queda relegado a una pocas secuencias (los exteriores del castillo son muy similares a los que se utilizaron en 1922) y Herzog prefirió engrandecer la figura del íncubo de un modo más visual acompañado por la música utilizada en su entrada en escena, desde Wagner (Reinhold) a Charles Gounod. Pero tampoco reparó en gastos en el momento de escenificar la llegada de Nosferatu con la Peste a Weimar recurriendo a centenares de ratas que esparció por los exteriores de la ciudad con una harmoniosidad tan poética como escalofriante, signo del tormento del vampiro que teme a cosas mucho más peores que la Muerte como es el no poder morir.
Natxo Borràs
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