Dolph Lundgren además de ser admirable lo bien que se mantiene el tío a su edad, tiene un arte para encasillarse en bazofias de películas que es para hacerle un monumento. Todavía no recuerdo que halla trabajado en alguna buena película a excepción de la de la de 'Rocky IV', que lo alumbrara a la gloria.
Aquí encarna al eterno tipo duro que hace en todos sus papeles, pero con un aire a lo 'Indiana Jones', con un copia y pega de otros roles de caza-demonios de toda la vida. En esta ocasión la película no es tan mala como nos tiene acostumbrados en otras. Se deja ver y tiene su puntito. Los efectos y la acción sin ser nada del otro jueves está bastante pasable, y el film se hace ameno y entretenido hasta su simple final.
En resumen es una película que cumple el objetivo de entretener, y aunque tiene más agujeros de guión que un queso gruyer; los fans de los seres poseidos y los no fans, la pueden disfrutar por partes iguales sin problemas de digestión.