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Voto de Nekro Zombie:
6
2015
David Simon (Creador), Paul Haggis
7,5
6.561
Serie de TV. Drama
Miniserie de TV (2015). 6 episodios. En la que el creador de 'The Wire' explora las nociones de hogar, raza y comunidad a través de las vidas de burócratas, activistas y ciudadanos de la ciudad de Yonkers, en el estado de Nueva York. Nick Wasicsko, el joven alcalde de dicha ciudad, se deberá enfrentar a una orden judicial que le obliga a construir un grupo de viviendas para familias sin recursos en los barrios blancos. El proyecto ... [+]
26 de julio de 2016
38 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de empezar me gustaría comentar que tengo clarísimo que esta crítica va a ser impopular. Tranquilos. Soy muy consciente de ello. En el mundo cinéfilo es muy común que se ensalce a tal o cual personaje y que cualquier palabra en contra suya sea sinónimo de polémica. Si además ese alguien es el responsable de una de las obras más valoradas de esta página, The Wire, el que puedas poner en tela de juicio cualquiera de sus ocurrencias puede llevarte directamente a un tribunal de la Inquisición o algo parecido.
Tengo clarísimo que esta crítica va a ser impopular, sí, y además no siento ningún tipo de placer al escribirla. David Simon no ha sabido estar al nivel de ‘The Wire’ o ‘Treme’, ni tan siquiera se aproxima, y esto es algo que me duele. Permitidme explicar el porqué.
Ya dije en su día que en esta web predominan, consciente o inconscientemente, dos tipos de críticas: la psicológica y la ideológica. La primera consiste en analizar un filme en función de la complejidad y profundidad de los personajes y su relación con el entorno. No es de extrañar que la trilogía de Kieslowski o algunos bodrios infumables de Bela Tarr estén tan bien valorados. La segunda gira en torno a la denuncia; a no tener reparos en mostrar la cara más fea de esta sociedad dividida en clases que muchas veces se ignoran mutuamente y otras, como en el caso de ‘Show me a hero’, irremediablemente se encuentran. La nueva serie de David Simon da juego a estos dos tipos de análisis y por ello no es de extrañar que reciba puntuaciones elevadas. Sin embargo, precisamente en estos dos puntos para mí residen algunas de sus debilidades.
El único que me causa interés es el alcalde Wasicscko. Consigo meterme en su vida y en su cabeza y hasta le justifico. Pero los otros personajes, salvo algún momento puntual, no logran ni emocionarme ni interesarme. Es uno de los problemas típicos que traen consigo las producciones “basadas en hechos reales”. Aunque la vida de una persona de carne y hueso sea estremecedora, debe conservar la misma fuerza y emotividad cuando se traduce a lenguaje audiovisual. Creo que ‘Show me a hero’ en general no ha sabido captar la energía y crudeza de la gran mayoría de historias que cuenta, lo cual es extraño teniendo en cuenta la dureza de las mismas.
Continúa en spoilers.
Tengo clarísimo que esta crítica va a ser impopular, sí, y además no siento ningún tipo de placer al escribirla. David Simon no ha sabido estar al nivel de ‘The Wire’ o ‘Treme’, ni tan siquiera se aproxima, y esto es algo que me duele. Permitidme explicar el porqué.
Ya dije en su día que en esta web predominan, consciente o inconscientemente, dos tipos de críticas: la psicológica y la ideológica. La primera consiste en analizar un filme en función de la complejidad y profundidad de los personajes y su relación con el entorno. No es de extrañar que la trilogía de Kieslowski o algunos bodrios infumables de Bela Tarr estén tan bien valorados. La segunda gira en torno a la denuncia; a no tener reparos en mostrar la cara más fea de esta sociedad dividida en clases que muchas veces se ignoran mutuamente y otras, como en el caso de ‘Show me a hero’, irremediablemente se encuentran. La nueva serie de David Simon da juego a estos dos tipos de análisis y por ello no es de extrañar que reciba puntuaciones elevadas. Sin embargo, precisamente en estos dos puntos para mí residen algunas de sus debilidades.
El único que me causa interés es el alcalde Wasicscko. Consigo meterme en su vida y en su cabeza y hasta le justifico. Pero los otros personajes, salvo algún momento puntual, no logran ni emocionarme ni interesarme. Es uno de los problemas típicos que traen consigo las producciones “basadas en hechos reales”. Aunque la vida de una persona de carne y hueso sea estremecedora, debe conservar la misma fuerza y emotividad cuando se traduce a lenguaje audiovisual. Creo que ‘Show me a hero’ en general no ha sabido captar la energía y crudeza de la gran mayoría de historias que cuenta, lo cual es extraño teniendo en cuenta la dureza de las mismas.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo mismo me sucede con las tramas de cáliz político. Pese a que soy fan de las películas o series de esta temática, más allá del impactante planteamiento inicial sobre si se deben construir o no las viviendas sociales, dichas tramas me matan del aburrimiento. Encima tengo la sensación de que entran en bucle: minutos y minutos repitiendo las mismas ideas y las mismas posturas de los personajes. Aunque sea un espectador curtido en mil batallas, muchas de ellas se me hicieron soporíferas.
Opino que en parte es debido a que la dirección de Haggis y la pluma de Simon se anulan mutuamente. Si bien el segundo es un maestro en retratar los enrevesados mundos de la gobernación, el otro no sabe darle el nervio necesario a estas escenas cargadas de diálogos; como tampoco es capaz de sacarle provecho a las terribles historias de barrio bajo. La dirección de Haggis pasa de la elegante vertiente del cine clásico que busca en la austeridad un mayor realismo a un “voy a sacármela para que veas lo bueno que soy”.
Por ejemplo, es horrible cuando los personajes aparecen en el bar y, en vez de retratar este momento como distendido y “casual”, el director no para de bombardearnos con planos medios sin sentido que muestran lo currado que está el decorado y con posturitas de los personajes que no resultan para nada naturales. También son ridículas y están metidas con calzador las escenas en que inesperadamente suena una canción de Bruce Springsteen para crear un aura de conexión sentimental entre nosotros y las luchas diarias de los personajes cotidianos que desfilan por pantalla. No me gustó cómo resuelve el suicidio del alcalde. Los problemas de ritmo son constantes. Etcétera.
Si bien la serie al principio no se posiciona y te muestra el conflicto desde todos los ángulos posibles, al final sí que lo hace y de una manera bastante contundente. Uno de los aciertos de “The Wire” fue saber retratar con acierto una serie de personajes desbordados por su propio contexto y la forma en que reaccionaban a sus propias circunstancias. Había drama y del bueno. Querías saber qué sucedería a continuación. Por contra, ‘Show me a hero’ es una descafeinada colección de interminables e insufribles diálogos de ayuntamiento y personajes sin carisma.
Estoy convencido de que cuando pase el ‘hype’ de David Simon esta obra se considerará ‘menor’ dentro de su filmografía.
Opino que en parte es debido a que la dirección de Haggis y la pluma de Simon se anulan mutuamente. Si bien el segundo es un maestro en retratar los enrevesados mundos de la gobernación, el otro no sabe darle el nervio necesario a estas escenas cargadas de diálogos; como tampoco es capaz de sacarle provecho a las terribles historias de barrio bajo. La dirección de Haggis pasa de la elegante vertiente del cine clásico que busca en la austeridad un mayor realismo a un “voy a sacármela para que veas lo bueno que soy”.
Por ejemplo, es horrible cuando los personajes aparecen en el bar y, en vez de retratar este momento como distendido y “casual”, el director no para de bombardearnos con planos medios sin sentido que muestran lo currado que está el decorado y con posturitas de los personajes que no resultan para nada naturales. También son ridículas y están metidas con calzador las escenas en que inesperadamente suena una canción de Bruce Springsteen para crear un aura de conexión sentimental entre nosotros y las luchas diarias de los personajes cotidianos que desfilan por pantalla. No me gustó cómo resuelve el suicidio del alcalde. Los problemas de ritmo son constantes. Etcétera.
Si bien la serie al principio no se posiciona y te muestra el conflicto desde todos los ángulos posibles, al final sí que lo hace y de una manera bastante contundente. Uno de los aciertos de “The Wire” fue saber retratar con acierto una serie de personajes desbordados por su propio contexto y la forma en que reaccionaban a sus propias circunstancias. Había drama y del bueno. Querías saber qué sucedería a continuación. Por contra, ‘Show me a hero’ es una descafeinada colección de interminables e insufribles diálogos de ayuntamiento y personajes sin carisma.
Estoy convencido de que cuando pase el ‘hype’ de David Simon esta obra se considerará ‘menor’ dentro de su filmografía.