Una serie llena de musicalidad. Los actores parecen casi bailarines. Cada pequeña escena tiene su coreografía. Y cada capítulo es como una colorida obra de Broadway.
La trama ronda alrededor de la historia de amor de Midge y Joel. Y de cómo Midge llega al escenario para quedarse. El stand up no es muy gracioso, pareciera que las temáticas y formas del humor estuvieran adaptadas a la época tan bien como la decoración, la vestimenta y la música, lo que no lo hace muy "relatable". Lo que sí se disfruta mucho es como Midge llega a construir un acto. Todo lo que pasa es su vida puede y será usado para material arriba del escenario. Es muy entretenido verla convertir sus experiencias en chistes.
Lo único que tiene es que a pesar de tener un ritmo acelerado en los diálogos y escenas, la historia va un poco lenta, aún así es imposible dejar de ver cuál será el siguiente paso en la vida de Midge.
El personaje más gracioso para no perderse: Susie. El personaje que se roba la serie: Lenny. Oh Lenny!