Mucha gente pensaba que iban a ver en este film una obra maestra. El problema es que nos encontramos con una comedia romántica bastante previsible, pero que en ningún caso se trata de algo tan malo como algunos pintan.
Por un lado tenemos a Kate Hudson en una película para su lucimiento personal, en la que ella quiere brillar más que nadie, lo que sucede es que enfrente tiene a Anne Hathaway que tiene algo más de tablas que ella... y es aquí donde tenemos el principal problema: Hudson en ningún momento logra dar un punto de credibilidad a su personaje mientras que Hathaway, aunque no lo haga mucho mejor, consigue darle ese punto que le falta a su contrincante.
El devenir de la película es bastante previsible pero a pesar de todo logra una cosa que es la de entretener al espectador que busca un film para pasar y el rato y que si logra hacerle reir, pues mejor que mejor.