La idea en sí es buenísima, hacernos recordar a los fans de primera generación que nos hemos criado con esta serie los primeros y mejores momentos, profundizando en el vínculo entre Ash y Pikachu.
Sin embargo, la película se queda en nada: Acelera demasiado en los momentos cumbre y NO TRANSMITE ese sentimiento que esperas antes de verla. En ese punto, quizá es que esperaba demasiado, pero además cuenta con grandes incoherencias y unas batallas demasiado repetitivas y aburridas... Los efectos y la calidad gráfica son sus puntos destacables, aunque tampoco son nada del otro mundo. Por último, otro punto en contra sería la monotonía de conocer nuevos personajes exclusivos de la película, que además en este caso se quedan en nada, con apenas 5 minutos de protagonismo, si llega.