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España España · bilbao
Voto de ernesto:
8
Drama A finales de los 70, Jack Horner, un director de cine porno que considera su trabajo una forma de arte descubre a Eddie Adams, un joven ingenuo que desea triunfar y que tiene unas características físicas muy adecuadas para ese tipo de cine. Eddie cambia su nombre por el de Dirk Diggler, se adapta inmediatamente a nuevo estilo de vida y pronto se convierte en una gran estrella del porno. (FILMAFFINITY)
15 de agosto de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Boogie Nights era una asignatura que tenía pendiente desde hace mucho tiempo. Es la segunda película de Paul Thomas Anderson, y fue la que le puso en la primera línea de los directores con más futuro. Catorce años después en su carrera solo hay tres películas más, pero dos de ellas, Magnolia y Pozos de ambición, han servido para confirmar lo que se esperaba de él y situarle como uno de los mejores y más personales directores de su generación. Amado por muchos y odiado por algunos, si su carrera continua a este nivel de exigencia, estaremos ante uno de los más importantes directores de las próximas décadas.
Por lo pronto Boogie Nights fue su carta de presentación a nivel mundial ya que su primera película, Sidney, pese al buen resultado pasó más desapercibida. Y tras su estreno le llovieron los elogios por todos los lados. El más frecuente, y tal vez incorrecto, era el que le situaba como heredero directo del propio Scorsese. Algo del maestro hay en Boogie Nights, pero su personalidad posterior ha ido por otro lado.
Boogie Nights es la clásica historia de ascenso al éxito y posterior caida en picado que tantas veces se ha visto en cine. Y además sigue al pie de la letra todos y cada uno de los tópicos de este tipo de historias. Pero lo hace con la suficiente garra, energía y distinción como para resultar una experiencia nueva.
Eddie Adams es un chaval de diecisiete años que trabaja en una discoteca. Se consigue un dinero extra gracias a un don que la naturaleza le ha dado. Su enorme pene causa sensación y el cobra por enseñarlo. Esto lo hace desde una actitud absolutamente ingénua y trasparente. Hasta que un día entra en contacto con un director de cine porno que decidie convertirle en su protegido. Asi Eddie pasa a llamarse Dirk Diggler, y se convierte en la máxima estrella del cine porno en los años 70. Su dedicación voluntariosa y honesta a esta profesión pronto cambia cuando conoce los lujos y los vicios que el dinero le puede proporcionar. El ascenso al estrellato es meteórico. Pero pronto aparecera otro Eddie Adams que ocupe su lugar, y de la misma forma que ha llegado a lo mas alto, caerá a un pozo sin fondo del que igual resulta imposible salir.
Paul T. Anderson sigue al pie de la letra todas las pautas de este tipo de historias. Durante su primera parte la película no se caracteriza por su originalidad. Pero si lo hace por una puesta en escena abrumadora, de un director que sabe que está capacitado para lucirse con la cámara. Es en ese momento donde la comparación con Scorsese puede ser más acertada. La fantástica recreación de la época y el trabajo espléndido de todos los actores, especialmente Mark Whalberg y Burt Reynolds, hacen que la película se imponga a su tópica historia.
(sigue sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
ernesto
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