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Voto de TOM REGAN:
8
7,5
4.673
Documental
Ambicioso documental sobre la migración de las aves, un viaje que recorre más de 40 países. 4 años de trabajo y más de 140 personas contribuyeron a la creación de un singular estudio, no sólo de las diferentes aves migratorias y sus patrones migratorios, sino del ecléctico, espectacular y sorprendente planeta en el que vivimos. Estuvo nominado al Oscar al mejor documental. (FILMAFFINITY)
28 de diciembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
426/19(23/12/21) Espléndido documental francés que nos hace querer sacar nuestras imaginarias alas y volar, planear por los cielos. Lo he visto con motivo del 20 aniversario de su estreno (12/12/2001), del que solo había visto clips, pero cuando lo he completado me he encontrado con una maravilla sensacional, una obra de un virtuosismo absoluto, un hito fascinante por todas las técnicas que han tenido que crear para hacer posibles muchos de sus planos inverosímiles en que la cámara se cuela entre columnas de aves en vuelo, su modo de seguirlas, Homérico. Dirigido por Jacques Cluzaud, Michel Debats y Jacques Perrin, quien fue también uno de los escritores y narradores, mostrando los inmensos viajes que realizan habitualmente las aves durante sus migraciones, también guionizan Stéphane Durand, y Francis Roux, con una narración en off escasa, solo para dar pequeños detalles migratorios, sin más narrativa que el poder de sus poderosas imágenes. Se rodó durante tres años (entre julio de 1998 y terminó en la primavera de 2001) en todos los continentes y los océanos. Surcamos con todo tipo de aves diferentes climas y paisajes, siguiendo migraciones de miles de km a lo largo de todo el planeta (El caso más extremo es el Charrán Ártico que vuela 20.000 kilómetros de polo a polo hasta completar su migración), creando postales de una beldad sibarita. Los realizadores expusieron más de 590 millas de película para crear una pieza de 89 minutos, en un caso, dos meses de filmación en un lugar se editaron a menos de un minuto en la película final. La hermosa y evocadora banda sonora fue creada por el parisino Bruno Coulais, grabada por el grupo vocal búlgaro Bulgarka Junior Quartet en búlgaro, asimismo está el tema ‘To Be By Your Side’ del aussie Nick Cave, y dos del inglés Robert Wyatt, ‘Masters of the Field’ y ‘Hors Champ’. Los efectos vocales incluyen secuencias en las que el jadeo se superpone al batir de las alas para dar el efecto de que el espectador es un pájaro. Doce pilotos, y más de quinientas personas hicieron falta para poder completar la cinta. Hubo distintos equipos a lo largo de todos los continentes del planeta. Visitamos Nueva Zelanda, India, Japón, Nepal, Filipinas, Vietnam, Islandia, España, Francia, Alemania, Holanda, Italia, Polonia, Suiza, Rusia, Groenlandia, Korea del Sur, Islandia, Mali, Tanzania, Senegal, Libia, Canadá, USA, Argentina, Chile, Perú, la Amazonia en América del Sur y por último también la Antártida. Se filman entre otras a las siguientes especies: grullas, ánsares, alcatraces, albatros, pelícanos, petirrojos, gansos, águilas y a los heroicos pingüinos emperador.
La obra es una experiencia sensorial, una oda al poder hipnótico de la naturaleza, a su embrujo ante el milagro de volar, con composiciones visuales embriagadoras, donde las aves en formaciones milimétricas en uve surcan paisajes tan bellos como París (con la Torre Eiffel de fondo), la campiña francesa, Nueva York (turbador ver el fondo con las Torres Gemelas que cuan do se estrenó este documental ya no estaban), parajes gélidos, el Monument Valley, los desiertos africanos, acantilados de vértigo, mares encrespados, costas rocosas, tomas impresionantes de aves en plan kamikaze sumergiéndose en el mar en busca de comida, los pingüinos en formación militar desfilando por la Antártida, cortejos de seducción abriendo plumajes, las carreras espectaculares de aves (Somormujos de Clark) sobre la superficie del mar, vemos al símbolo USA como es el águila calva sobrevolar las montañas americanas, hay halcones cazando en los inhóspitos desiertos, ello con un sentido entre pictórico y poético singular que te cala.
También somos testigos de lo que queda en los márgenes, la crudeza del ciclo vital como es esa escalofriante secuencia en que vemos a un charrán con un ala rota arrastrarse por la playa intentando huir de cangrejos enormes, hasta que estos lo acorralan en marabunta y lo hacen desaparecer entre una masa informe, que se lo comen; esos pingüinos defendiendo a sus crías de los buitres; También asistimos a los estragos que el hombre infringe en este ciclo de las aves, como esas aves siendo disparadas por unos cazadores; una marrea negra engullendo desgarradoramente a un ave; otras corren el peligro de ser atropelladas; otras son presas del lodo; otras son enjauladas (ello visto en el Amazonas, mediante un cuasi-sketh en que vemos enjaulados a perezosos, mientras un loro (o similar) es capaz de abrir su jaula y escapar; Pero también somos testigos de que no todo está perdido entre los humanos, vemos a una anciana alimentar a un grupo de grullas en medio del campo, y de la que luego inician vuelo y ella se despide, dejando una idealizada estampa al amanecer; asimismo comienza el documental con un niño soltando una red a un ganso que le impide moverse, ello en un bucólico estanque francés, y de hecho termina circularmente cuando el niño regresa (se supone un año después) para ver de nuevo al mismo ganso en grupo, y sabemos que es él por tener todavía un poco de la red en sus pata.
La obra es una experiencia sensorial, una oda al poder hipnótico de la naturaleza, a su embrujo ante el milagro de volar, con composiciones visuales embriagadoras, donde las aves en formaciones milimétricas en uve surcan paisajes tan bellos como París (con la Torre Eiffel de fondo), la campiña francesa, Nueva York (turbador ver el fondo con las Torres Gemelas que cuan do se estrenó este documental ya no estaban), parajes gélidos, el Monument Valley, los desiertos africanos, acantilados de vértigo, mares encrespados, costas rocosas, tomas impresionantes de aves en plan kamikaze sumergiéndose en el mar en busca de comida, los pingüinos en formación militar desfilando por la Antártida, cortejos de seducción abriendo plumajes, las carreras espectaculares de aves (Somormujos de Clark) sobre la superficie del mar, vemos al símbolo USA como es el águila calva sobrevolar las montañas americanas, hay halcones cazando en los inhóspitos desiertos, ello con un sentido entre pictórico y poético singular que te cala.
También somos testigos de lo que queda en los márgenes, la crudeza del ciclo vital como es esa escalofriante secuencia en que vemos a un charrán con un ala rota arrastrarse por la playa intentando huir de cangrejos enormes, hasta que estos lo acorralan en marabunta y lo hacen desaparecer entre una masa informe, que se lo comen; esos pingüinos defendiendo a sus crías de los buitres; También asistimos a los estragos que el hombre infringe en este ciclo de las aves, como esas aves siendo disparadas por unos cazadores; una marrea negra engullendo desgarradoramente a un ave; otras corren el peligro de ser atropelladas; otras son presas del lodo; otras son enjauladas (ello visto en el Amazonas, mediante un cuasi-sketh en que vemos enjaulados a perezosos, mientras un loro (o similar) es capaz de abrir su jaula y escapar; Pero también somos testigos de que no todo está perdido entre los humanos, vemos a una anciana alimentar a un grupo de grullas en medio del campo, y de la que luego inician vuelo y ella se despide, dejando una idealizada estampa al amanecer; asimismo comienza el documental con un niño soltando una red a un ganso que le impide moverse, ello en un bucólico estanque francés, y de hecho termina circularmente cuando el niño regresa (se supone un año después) para ver de nuevo al mismo ganso en grupo, y sabemos que es él por tener todavía un poco de la red en sus pata.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Aunque cuando ves el ‘Making Off’ todo lo visto me da un vuelco, cambia por completo mi perspectiva, pues resulta que lo que para mí era un asombro mayestático por cómo pueden componer tomas como las de pasar por bajo un puente de Manhattan siguiendo las aves, pero resulta que todo es un teatrillo, eso sí, majestuoso. Pues resulta que gran parte de las imágenes aéreas fueron tomadas de aves "domesticadas", mediante la técnica de la impregnación. Los realizadores criaron aves de varias especies, incluidas cigüeñas y pelícanos, desde su nacimiento. Los pájaros recién nacidos se ‘impregnaron’ en los miembros del personal y fueron entrenados para volar junto con los equipos de filmación. Las aves estuvieron expuestas al equipo de filmación durante el transcurso de sus vidas para asegurarse de que las aves reaccionaran de la manera que los realizadores quisieran. Varias de estas especies nunca habían sido ‘impregnadas’ antes. La película se rodó desde ultraligeros, parapentes y globos aerostáticos, así como desde camiones, motocicletas, lanchas a motor, robots a control remoto y hasta un buque de guerra de la Armada francesa. Su productor dijo que no es un documental, ni una ficción, sino un "cuento natural"; También nos enteramos (por boca de Perrin) que algunas de las escenas, como la del pato en la planta industrial, fueron puestas en escena (el pájaro fue rescatado), y que mientras la escena con el charrán no fue puesta en escena, la tripulación simuló la imagen de los cangrejos aparentemente pululando sobre el pájaro caído, primero rescatando al charrán y luego arrojándoles un pez a los cangrejos. Perrin afirma que la escena de patos aparentemente abatidos por cazadores también es un trampantojo, dice que no se dispara a los pájaros, simplemente se zambullen en lagos, y que se agregó el sonido del arma de un cazador a la banda sonora para que fuera dramática; También se nos dice sobreimpresionado que el metraje no tendrá efectos especiales, pero si las hubo claramente en algunas tomas desde las estratosféricas alturas con aves en el centro, de hecho un crédito en al final agradece la ayuda para crearlos.
El descubridor de la impregnación, fue el zoólogo y etólogo austriaco Konrad Lorenz. Éste animalista observó este comportamiento gregario cuando los polluelos se quedaban huérfanos antes de salir del huevo. Es entonces cuando las crías seguían a la primera persona que veían, siendo este ritual más acentuado en los gansos. De esta manera es como se rodó a las aves desde ultraligeros sin que estas se asustaran. Con esto se demuestra que detrás de la magia del cine existe un descomunal trabajo técnico.
La película está dedicada al ornitólogo francés Jean Dorst.
La película fue nominada al Oscar a Mejor Película Documental (ganó “Bowling for Columbine”).
Aun siendo todo una puesta en escena resulta embriagadora en su belleza. Fuerza y honor!!!
El descubridor de la impregnación, fue el zoólogo y etólogo austriaco Konrad Lorenz. Éste animalista observó este comportamiento gregario cuando los polluelos se quedaban huérfanos antes de salir del huevo. Es entonces cuando las crías seguían a la primera persona que veían, siendo este ritual más acentuado en los gansos. De esta manera es como se rodó a las aves desde ultraligeros sin que estas se asustaran. Con esto se demuestra que detrás de la magia del cine existe un descomunal trabajo técnico.
La película está dedicada al ornitólogo francés Jean Dorst.
La película fue nominada al Oscar a Mejor Película Documental (ganó “Bowling for Columbine”).
Aun siendo todo una puesta en escena resulta embriagadora en su belleza. Fuerza y honor!!!