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Voto de TOM REGAN:
8
6,7
8.297
Aventuras
En la segunda mitad del siglo XI, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, se hizo célebre por sus victoriosas campañas contra los musulmanes durante la reconquista del Reino de Valencia. Acusado injustamente de traición, Rodrigo mata en duelo al padre de Jimena, que lo rechaza y se encierra en un convento. Este es el punto de partida de numerosas peripecias: las intrigas del conde García Ordóñez, el desafío del rey Ramiro de Aragón y ... [+]
27 de abril de 2015
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67/03(08/04/15) Gran Clásico, cine Épico de mayúsculas, superproducción soberbia de medios, de 6,2 millones $, atronador homenaje a unos de los Iconos de la reunificación española, Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid (del árabe sidi, significa "El Señor", “El Compasivo”, “El Misericordioso”). Esta es una película de productor, del megalómano Samuel Bronston, judío-ruso de nacimiento (sobrino de Leon Trotski), nacionalizado estadounidense, se instaló en España en connivencia con el gobierno para rodar grandes epopeyas, con esta primera tocó la cima (además de filmó “55 días en Pekín”, “Rey de Reyes”, “La caída del Imperio Romano” o “El fabuloso mundo del circo”), contrataron a dos de las estrellas más fulgurantes del momento, Charlton Heston, venía de hacer Ben-Hur, y la italiana Sophia Loren, puso de director a un especialista en el western como Anthony Mann, sabia dar a sus cintas un toque reflexivo (venía de ser despedido por Kirk Douglas de “Spartacus”), con guión Philip Yordan (“Johnny Guitar”) , Ben Barzman (“La caída del Imperio Romano”) y Fredric M. Frank (“Los 10 Mandamientos”), basado en una historia del último, adaptan libremente un poema épico de principios del SXIII, “El Cantar del Mío Cid”, en que se hace una mesiánica reflexión del heroísmo. Sinopsis omitida por falta de espacio.
Anthony Mann mezcla con pericia acción, cine bélico, drama, construye con paso firme el relato en increscendo dramático del ascenso de un guerreo a los altares de la Leyenda, en dos partes (separadas por el símbolo de grandeza Overture e Intermision), en la primera se gesta en sus acciones el Mito, en la segunda ya tiene constancia de su papel de cuasi Moisés en que debe liderar a su pueblo a la victoria. El realizador en sus westerns intentaba insuflar la narración del drama humano de los protagonistas, personajes enmarcados en situaciones extremas en la frontera USA, lugares donde la ambigüedad entre el bien y el mal se alzaba, para este film toma algunas de estas señas en el tormento interior del héroe que su dignidad y orgullo le dictan un camino que debe seguir, aunque le cueste perder todo lo que tiene, su compasión le hace liberar a los dos emires al principio, estos principios le hacen enfrentarse en un duelo con el padre de su prometida, aunque esto le cause el desamor de ella, le hacen humillar públicamente al rey, aunque esto le cause ser desterrado, convirtiendo el relato en una historia de tintes elegiaco-mesiánicos, pues a cada paso catarquico que da más gente le sigue. En el otro lado está Ximena, prometida de El Cid, tras una trágico hecho pasa a odiarlo mortalmente, planeando su muerte, y si no lo consigue, decidirá el peor de los castigos casarse con él para con su indiferencia hacerle infeliz, es el choque de estas personalidades la mejor salsa en que se mueve Mann. El director maneja con brillantez la ambientación, con castillos, vestuarios, banderones, armaduras, armamento, y sabe sacarle gran partido a los vastos paisajes, manejando gran equilibrio entre las escenas épicas y las intimas. Una realización muy elegante sabiendo utilizar fueras de campo inteligentes como en el duelo entre Rodrigo y el conde Gormaz, los dos contendientes desaparecen bajo una escalera, y de la oscuridad aparece el segundo letalmente herido, o con el manejo de elipsis, sofisticada cuando Ximena es sacada de los calabozos por el conde Ordóñez, denota gran estilo.
La historia toca el tema Universal de la lucha por la libertad, se habla de la tolerancia entre diferentes culturas, del entendimiento entre religiones, y lo hace de modo respetuoso, atacando prejuicios sociales, la intolerancia racial y teológicos, arremetiendo contra el egoísmo, los celos, el odio, la sed de venganza, y ensalzando valores como la valentía, la lealtad, la compasión, y la dignidad. A pesar de tener la producción un asesor como Ramón Menéndez Pidal , autoridad española en El Cid y España de la Edad Media, los historiadores la masacraron por no ser realista, pero yo me atengo a aquella máxima de “El hombre que mató a Liberty Balance” <Cuando la leyenda se convierte en hecho, imprime la leyenda>, esto es un film, no un documental histórico, aquí prima emocionar, entretener y hacerte pensar, esto lo consigue con creces con un espectáculo portentoso, edificando una Odisea Homérica en la que el héroe debe pasar distintas fases hasta llegar a su cuasi-místico destino (poco importa que este no sea real). Llega a fundirse por momentos su figura con la de Jesucristo, cuasi-deidad enviada a salvarnos de la tiranía del invasor y que nos hará unirnos, este aura mesiánica queda reflejada en una secuencia magistral cerca del final, bordeando la herejía, Ben Yosuf tiene preso al conde Ordóñez y habla con él:
Ordóñez: -Todos hemos de morir. Por que no por una buena causa?
Ben Yosuf: -Y que causa merece tal tortura?
Ordóñez: -El Cid.
Ben Yosuf: -El Cid? Es un hombre como los demás. Yo he de matarle.
Ordóñez: -No morirá nunca. Nunca!
Os atreveis a equipararle con el profeta?
Ordóñez: -Si!
Ben Yosuf: -Esto no será una batalla corriente. Será nuestro Dios (mirando al cielo) contra el vuestro (mientras le clava un puñal a Ordóñez)!
La puesta en escena es Kolossal, con suntuoso diseño producción Veniero Colasanti (“55 días en Pekín”) y John Moore (“Gigante”), candidatos al Oscar, con fascinante recreación de la edad Media, rodando la mayor parte en España, con profusión de castillos, los bellos de Belmonte (el de la Calahorra en el film), los de Peñíscola y Bamburgh (reflejan Valencia), además en poblaciones como Torrelobatón (pueblo de Vivar) y Ampudia (pueblo atacado al inicio), o en la sierra madrileña, algunas escenas filmadas en estudios de Roma (exigencias de la co-producción), con manejo de 35 barcos, 10000 trajes y 50 máquinas de guerra medievales, con formidables interiores de castillos, rozando en la composición el expresionismo, con múltiples arcos, escaleras, ventanas, desbordando realismo,... (continua en spoiler)
Anthony Mann mezcla con pericia acción, cine bélico, drama, construye con paso firme el relato en increscendo dramático del ascenso de un guerreo a los altares de la Leyenda, en dos partes (separadas por el símbolo de grandeza Overture e Intermision), en la primera se gesta en sus acciones el Mito, en la segunda ya tiene constancia de su papel de cuasi Moisés en que debe liderar a su pueblo a la victoria. El realizador en sus westerns intentaba insuflar la narración del drama humano de los protagonistas, personajes enmarcados en situaciones extremas en la frontera USA, lugares donde la ambigüedad entre el bien y el mal se alzaba, para este film toma algunas de estas señas en el tormento interior del héroe que su dignidad y orgullo le dictan un camino que debe seguir, aunque le cueste perder todo lo que tiene, su compasión le hace liberar a los dos emires al principio, estos principios le hacen enfrentarse en un duelo con el padre de su prometida, aunque esto le cause el desamor de ella, le hacen humillar públicamente al rey, aunque esto le cause ser desterrado, convirtiendo el relato en una historia de tintes elegiaco-mesiánicos, pues a cada paso catarquico que da más gente le sigue. En el otro lado está Ximena, prometida de El Cid, tras una trágico hecho pasa a odiarlo mortalmente, planeando su muerte, y si no lo consigue, decidirá el peor de los castigos casarse con él para con su indiferencia hacerle infeliz, es el choque de estas personalidades la mejor salsa en que se mueve Mann. El director maneja con brillantez la ambientación, con castillos, vestuarios, banderones, armaduras, armamento, y sabe sacarle gran partido a los vastos paisajes, manejando gran equilibrio entre las escenas épicas y las intimas. Una realización muy elegante sabiendo utilizar fueras de campo inteligentes como en el duelo entre Rodrigo y el conde Gormaz, los dos contendientes desaparecen bajo una escalera, y de la oscuridad aparece el segundo letalmente herido, o con el manejo de elipsis, sofisticada cuando Ximena es sacada de los calabozos por el conde Ordóñez, denota gran estilo.
La historia toca el tema Universal de la lucha por la libertad, se habla de la tolerancia entre diferentes culturas, del entendimiento entre religiones, y lo hace de modo respetuoso, atacando prejuicios sociales, la intolerancia racial y teológicos, arremetiendo contra el egoísmo, los celos, el odio, la sed de venganza, y ensalzando valores como la valentía, la lealtad, la compasión, y la dignidad. A pesar de tener la producción un asesor como Ramón Menéndez Pidal , autoridad española en El Cid y España de la Edad Media, los historiadores la masacraron por no ser realista, pero yo me atengo a aquella máxima de “El hombre que mató a Liberty Balance” <Cuando la leyenda se convierte en hecho, imprime la leyenda>, esto es un film, no un documental histórico, aquí prima emocionar, entretener y hacerte pensar, esto lo consigue con creces con un espectáculo portentoso, edificando una Odisea Homérica en la que el héroe debe pasar distintas fases hasta llegar a su cuasi-místico destino (poco importa que este no sea real). Llega a fundirse por momentos su figura con la de Jesucristo, cuasi-deidad enviada a salvarnos de la tiranía del invasor y que nos hará unirnos, este aura mesiánica queda reflejada en una secuencia magistral cerca del final, bordeando la herejía, Ben Yosuf tiene preso al conde Ordóñez y habla con él:
Ordóñez: -Todos hemos de morir. Por que no por una buena causa?
Ben Yosuf: -Y que causa merece tal tortura?
Ordóñez: -El Cid.
Ben Yosuf: -El Cid? Es un hombre como los demás. Yo he de matarle.
Ordóñez: -No morirá nunca. Nunca!
Os atreveis a equipararle con el profeta?
Ordóñez: -Si!
Ben Yosuf: -Esto no será una batalla corriente. Será nuestro Dios (mirando al cielo) contra el vuestro (mientras le clava un puñal a Ordóñez)!
La puesta en escena es Kolossal, con suntuoso diseño producción Veniero Colasanti (“55 días en Pekín”) y John Moore (“Gigante”), candidatos al Oscar, con fascinante recreación de la edad Media, rodando la mayor parte en España, con profusión de castillos, los bellos de Belmonte (el de la Calahorra en el film), los de Peñíscola y Bamburgh (reflejan Valencia), además en poblaciones como Torrelobatón (pueblo de Vivar) y Ampudia (pueblo atacado al inicio), o en la sierra madrileña, algunas escenas filmadas en estudios de Roma (exigencias de la co-producción), con manejo de 35 barcos, 10000 trajes y 50 máquinas de guerra medievales, con formidables interiores de castillos, rozando en la composición el expresionismo, con múltiples arcos, escaleras, ventanas, desbordando realismo,... (continua en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
...todo realzado por la esplendida fotografía Robert Krasker (“El Tercer hombre”), en radiante Cinemascope, explota la pantalla panorámica extraancha con líricos amaneceres de cielos rojizos, planos preciosos de playas, de páramos montañosos, engrandecido con un proceso de cromatismo especial, la gran pantalla aprovechada para el manejo de miles de extras, unos 7000 (soldados españoles), con gran manejo del espacio, con ingeniosos movimientos de cámara, con impresionantes travellings. Se suma la hermosa música de Míklos Rózsa, una delicia de acompañamiento que se mueve exuberante en las fanfarrias de las escenas de acción como en los cálidos momentos íntimos, fue nominada al Oscar.
Charlton Heston realiza una actuación soberbia, encarnación del héroe, con rostro tallado por los Dioses, mostrando una tremenda evolución, imprime tremebundo carisma a su rol, lo dota de un aura cuasi-sobrenatural, es la misericordia, la fe, la pasión, el honor, el sentido del deber, la justicia, de un porte regio que hacen impensable a otro actor como El Cid. Sophia Loren en su momento álgido de belleza, expone glamur, delicadeza, atractivo, seducción, lástima que parezca actuar en todo momento con un corsé, se le denota acartonada, con química con Heston pero más por el actor que por ella, recibió la cifra record de 200000 $ por 10 semanas de rodaje, asimismo Bronston debía pagar 200 $ a la semana a su peluquero. La actriz gala Geneviève Page deja gran poso con su rol de víbora especie de Lady MacBeth, incluso medio-sugiriendo sibilinamente una relación incestuosa con su hermano Alfonso. John Fraser da una ambigua interpretación, títere de su hermana, presencia corta pero dejando buenas perlas de evolución personal. Herbert Lom en su rol de villano exhibe contundencia en un personaje plano de maldad, pero muy divertido en su villanía despiadada, aunque su muerte queda bastante bufa. Frank Thring como el almorávide amigo del cid dota de una enorme hidalguía y majestuosidad a su personaje.
Spoiler:
Con todo lo bueno cabe achacar cierto envejecimiento, arrugas e incoherencias en aspectos que le impiden alzarse al Olimpo, hay situaciones bastante forzadas, demasiado hagiografía, demasiadas licencias hay que otorgarle, ejemplos; Cuando al inicio a El Cid le llama traidor el alférez del Rey y no pasa nada; Que Ximena en la pelea de justas por la ciudad de Calahorra de una prenda al paladín enemigo de su Rey queda muy chirriante; Como la forma tan ridícula en que el Rey Sancho es asesinado bajo las murallas de Zamora, una tomadura de pelo, acrecentado por el hecho de que el Cid lo esté espiando todo, chusco, o porque está El Cid en el castillo de Alfonso si este no quiere posicionarse en esta Guerra Civil? lo lógico es que estuviera en su tierra; El Rey Alfonso llegando a Valencia con su ejército, nos hemos perdido algo? La ciudad estaba sitiada, para que se mete el Rey en lo que es la trampa? Porque no ataca al enemigo desde fuera creándoles dos frentes? O como consigue llegar a la ciudad? Ben Yusuf le deja pasar con alfombra roja? Ha habido una batalla para llegar allí que no lo han contado?; Como se ha enterado Ben Yusuf que El Cid está muerto?; está otro que la hace envejecer y es que por su carácter de cine enfocado a la familia se obvian escenas de sangre y casquería, y eso en un film de batallas medievales es primordial en mor del realismo.
Hay más elementos confusos, no pondría entre ellos lo que solo son anécdotas, como el anacrónico pasodoble que se oye con la entrada de El Cid a Valencia o el principal, que la historia real dista mucho de la del film, El Cid fue un mercenario al servicio del mejor postor, un líder militar y político que supo entenderse con musulmanes y cristianos, el que quiere historia que vea un documental.
Recomendable a todos los que gusten de cine épico notable. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2015/04/el-cid.html
Charlton Heston realiza una actuación soberbia, encarnación del héroe, con rostro tallado por los Dioses, mostrando una tremenda evolución, imprime tremebundo carisma a su rol, lo dota de un aura cuasi-sobrenatural, es la misericordia, la fe, la pasión, el honor, el sentido del deber, la justicia, de un porte regio que hacen impensable a otro actor como El Cid. Sophia Loren en su momento álgido de belleza, expone glamur, delicadeza, atractivo, seducción, lástima que parezca actuar en todo momento con un corsé, se le denota acartonada, con química con Heston pero más por el actor que por ella, recibió la cifra record de 200000 $ por 10 semanas de rodaje, asimismo Bronston debía pagar 200 $ a la semana a su peluquero. La actriz gala Geneviève Page deja gran poso con su rol de víbora especie de Lady MacBeth, incluso medio-sugiriendo sibilinamente una relación incestuosa con su hermano Alfonso. John Fraser da una ambigua interpretación, títere de su hermana, presencia corta pero dejando buenas perlas de evolución personal. Herbert Lom en su rol de villano exhibe contundencia en un personaje plano de maldad, pero muy divertido en su villanía despiadada, aunque su muerte queda bastante bufa. Frank Thring como el almorávide amigo del cid dota de una enorme hidalguía y majestuosidad a su personaje.
Spoiler:
Con todo lo bueno cabe achacar cierto envejecimiento, arrugas e incoherencias en aspectos que le impiden alzarse al Olimpo, hay situaciones bastante forzadas, demasiado hagiografía, demasiadas licencias hay que otorgarle, ejemplos; Cuando al inicio a El Cid le llama traidor el alférez del Rey y no pasa nada; Que Ximena en la pelea de justas por la ciudad de Calahorra de una prenda al paladín enemigo de su Rey queda muy chirriante; Como la forma tan ridícula en que el Rey Sancho es asesinado bajo las murallas de Zamora, una tomadura de pelo, acrecentado por el hecho de que el Cid lo esté espiando todo, chusco, o porque está El Cid en el castillo de Alfonso si este no quiere posicionarse en esta Guerra Civil? lo lógico es que estuviera en su tierra; El Rey Alfonso llegando a Valencia con su ejército, nos hemos perdido algo? La ciudad estaba sitiada, para que se mete el Rey en lo que es la trampa? Porque no ataca al enemigo desde fuera creándoles dos frentes? O como consigue llegar a la ciudad? Ben Yusuf le deja pasar con alfombra roja? Ha habido una batalla para llegar allí que no lo han contado?; Como se ha enterado Ben Yusuf que El Cid está muerto?; está otro que la hace envejecer y es que por su carácter de cine enfocado a la familia se obvian escenas de sangre y casquería, y eso en un film de batallas medievales es primordial en mor del realismo.
Hay más elementos confusos, no pondría entre ellos lo que solo son anécdotas, como el anacrónico pasodoble que se oye con la entrada de El Cid a Valencia o el principal, que la historia real dista mucho de la del film, El Cid fue un mercenario al servicio del mejor postor, un líder militar y político que supo entenderse con musulmanes y cristianos, el que quiere historia que vea un documental.
Recomendable a todos los que gusten de cine épico notable. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2015/04/el-cid.html