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Voto de TOM REGAN:
7
7,6
2.764
Drama. Romance
Andreas, un hombre desconectado del mundo después de su divorcio, se retira a vivir a una pequeña isla del Báltico. Allí conoce a una pareja de artistas que está en plena desintegración, y a una joven e inestable viuda. Unidos por el dolor de la pérdida y la desconexión emocional, ella y Andreas inician una relación. Mientras tanto, alguien recorre la comunidad de la isla cometiendo actos de crueldad con animales. (FILMAFFINITY)
3 de mayo de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
115/35(30/04/20) Más que interesante drama psicológico escrito y dirigido por el sueco Ingmar Bergman, versando sobre sus mantras en el terreno de las complicaciones de pareja, su visión pesimista de la naturaleza humana, en este caso el centro es un hombre (Llamémosle Andreas, encarnado por su actor fetiche Max Von Sydow). Tras su divorcio se ha retirado a una isla poco habitada, allí se cruzará con un matrimonio de vida liberal, y con una viuda con traumas físicos (es coja) y psíquicos. En lo que es una radiografía sobre el dolor (el físico tiene gran importancia en su transferencia de la violencia) y las máscaras que nos autoimponemos para intentar superarlo. Bergman desarrolla la película en base a mucho cripticismo, donde cada elemento puede ser una metáfora sobre otro tema más importante, y esto termina por cansarme, al parecer en muchos casos un crucigrama en que nos da las claves y el espectador debe desentrañar que alegoría pretende. Bergman impone un ritmo sereno, con mucho de formato teatral en los pocos escenarios, y en los escasos personajes, donde priman los asfixiantes primeros planos en que los protagonistas sueltan emocionantes soliloquios desnudando sus entrañas. Tiene un recurso vanguardista Bergman, y es que rompe la cuarta pared haciendo que sus cuatro protagonistas (Ullmann, von Sydow, Bibi Andersson y Erland Josephson) en diversos momentos sean entrevistados a cámara sobre qué opinan sobre sus personajes, esto descoloca y te sientes confundido, incluso inserta una especie de nota de humor el director al no parecer tomarse en serio su drama, hace que cuando volvemos a la historia nos sintamos confusos y se pierda intensidad narrativa, no siempre las ideas singulares son acertadas, esta es prueba de ello, de hecho el propio Bergman años después reconoció el error de este recurso. Tampoco me resulta bueno el recurso de la voz en off para remarcar lo que estamos viendo, o exponiendo el mundo interno de los eprsonqajes, es una muestra de inseguridad impropia de Bergman.
Andreas Winkleman (Max von Sydow) es un hombre separado de su esposa, vive alejado y solo en una zona rural en Suecia, en ese lugar comienza a conocer a sus vecinos, al ermitaño Johan (Erik Hell), a Anna (Liv Ullmann) una joven atormentada por su pasado y al matrimonio compuesto por Elis (Erland Josephson) y Eva (Bibi Anderson).
La película es una radiografía de los cuatro personajes con epicentro en Andreas, tipo hermético que ha huido de su pasado. En torno a él confluyen tres personas, con los que establece una relación que se va alienando conforme avanza. Primero de amistad y luego con cada uno se va retorciendo, hasta desembocar en la tóxica con Anna; Ellis (Erland Josephson) y Eva (Bibi Andersson) son un matrimonio flemático, de apariencia feliz. Andreas tendrá un affaire con la manipuladora Eva, Ellis por lo que vemos parece saberlo, e incluso disfrutarlo subrepticiamente. Ellis es un arquitecto cínico y desencantado de su trabajo, un mordaz tipo que parece ser un homosexual reprimido, ello me lo sugiere lo que disfruta fotografiando a Andreas; Y Anna es una viuda traumatizada que en un giro con una elipsis extraña nos enteramos está conviviendo con Andreas. Anna es una mujer con una psicología turbulenta que parece construir realidades del pasado alternativas para idealizar su presente, ello guardando secretos que Andreas va descubriendo; Todos ellos parecen seres dañados por la soledad, por las ansias de felicidad, lastrados por sus fantasmas del pasado, y siempre entre ellos fluyendo una tensión cuasi-cortante, donde hay cabida para las mentiras, las dudas, el egoísmo, la compasión, la arrogancia, el odio, y la espoleta de la violencia latente, dosificada en diversos momentos, y que al final termina explotando.
Hay una subtrama que sirve de alegoría anímica de lo que acontece a los protagonistas. Y es que en la isla hay alguien que tortura y mata animales, esto comienza cuando vemos que Andreas salva a un perrito de morir ahorcado, no pudiendo ver el protagonista al criminal entre la maleza. Con esto se sugiere una violencia bullente en la ínsula, pero esto va más allá cuando los lugareños echan la culpa a un pobre tipo, Johan Andersson (buen Erik Hell), desequilibrado mentalmente, al que Andreas le tiene simpatía. Este acoso provoca sintamos hay una turba linchadora que terminará en tragedia. Esto (creo yo en mi modestia) sugiere la violencia como vía de escape a nuestras frustraciones, auqneu en ello arrastremos a inocentes (bien sean animales o personas).
La fotografía de un habitual de Bergman, Sven Nykvist, trabajando con el director en su segunda realización en color, juega de maravilla con el entorno natural par a infundir dramatismo, con los cielos, con sus atardeceres, con lo agreste del terreno, con la escasa vegetación como símbolo de la aridez humana, infundiendo un patinado grisáceo parduzco, proyectando el invierno del alma, donde los rojos ocasionales resultan impactantes, con bergmanianos primeros planos sostenidos que extraen lo mejor de cada expresividad, quedándome con esos desbordantes ojos azules de Liv Ullman. Para el recuerdo el turbador plano final (spoiler).
Max von Sydow está sensacional en el rol del hombre que observa y se beneficia de lo que ve, tipo magnético que atrae a las mujeres, pero termina por explotar por las mentiras, pudiendo entreverse una vena misógina cual alter ego de Ingmar, pues todas las mujeres que aparecen son todas volubles, mentirosas, frágiles, sumisas, e incluso en un giro discutible parece justificar la violencia contra ellas, pues ellas parecen aceptarlo con justicia (puaj!); Liv Ullman encarna a Anna, lo hace con una tremenda sensibilidad, denotando de mundo interior convulso y complejidad a su voluble personaje, una melancólica mujer que parece querer vivir una realidad idealizada; Bibi Anderson como Eva crea un carácter cargado de inseguridades, y emocionalmente velado, lo hace bien;…(sigo en spoiler)
Andreas Winkleman (Max von Sydow) es un hombre separado de su esposa, vive alejado y solo en una zona rural en Suecia, en ese lugar comienza a conocer a sus vecinos, al ermitaño Johan (Erik Hell), a Anna (Liv Ullmann) una joven atormentada por su pasado y al matrimonio compuesto por Elis (Erland Josephson) y Eva (Bibi Anderson).
La película es una radiografía de los cuatro personajes con epicentro en Andreas, tipo hermético que ha huido de su pasado. En torno a él confluyen tres personas, con los que establece una relación que se va alienando conforme avanza. Primero de amistad y luego con cada uno se va retorciendo, hasta desembocar en la tóxica con Anna; Ellis (Erland Josephson) y Eva (Bibi Andersson) son un matrimonio flemático, de apariencia feliz. Andreas tendrá un affaire con la manipuladora Eva, Ellis por lo que vemos parece saberlo, e incluso disfrutarlo subrepticiamente. Ellis es un arquitecto cínico y desencantado de su trabajo, un mordaz tipo que parece ser un homosexual reprimido, ello me lo sugiere lo que disfruta fotografiando a Andreas; Y Anna es una viuda traumatizada que en un giro con una elipsis extraña nos enteramos está conviviendo con Andreas. Anna es una mujer con una psicología turbulenta que parece construir realidades del pasado alternativas para idealizar su presente, ello guardando secretos que Andreas va descubriendo; Todos ellos parecen seres dañados por la soledad, por las ansias de felicidad, lastrados por sus fantasmas del pasado, y siempre entre ellos fluyendo una tensión cuasi-cortante, donde hay cabida para las mentiras, las dudas, el egoísmo, la compasión, la arrogancia, el odio, y la espoleta de la violencia latente, dosificada en diversos momentos, y que al final termina explotando.
Hay una subtrama que sirve de alegoría anímica de lo que acontece a los protagonistas. Y es que en la isla hay alguien que tortura y mata animales, esto comienza cuando vemos que Andreas salva a un perrito de morir ahorcado, no pudiendo ver el protagonista al criminal entre la maleza. Con esto se sugiere una violencia bullente en la ínsula, pero esto va más allá cuando los lugareños echan la culpa a un pobre tipo, Johan Andersson (buen Erik Hell), desequilibrado mentalmente, al que Andreas le tiene simpatía. Este acoso provoca sintamos hay una turba linchadora que terminará en tragedia. Esto (creo yo en mi modestia) sugiere la violencia como vía de escape a nuestras frustraciones, auqneu en ello arrastremos a inocentes (bien sean animales o personas).
La fotografía de un habitual de Bergman, Sven Nykvist, trabajando con el director en su segunda realización en color, juega de maravilla con el entorno natural par a infundir dramatismo, con los cielos, con sus atardeceres, con lo agreste del terreno, con la escasa vegetación como símbolo de la aridez humana, infundiendo un patinado grisáceo parduzco, proyectando el invierno del alma, donde los rojos ocasionales resultan impactantes, con bergmanianos primeros planos sostenidos que extraen lo mejor de cada expresividad, quedándome con esos desbordantes ojos azules de Liv Ullman. Para el recuerdo el turbador plano final (spoiler).
Max von Sydow está sensacional en el rol del hombre que observa y se beneficia de lo que ve, tipo magnético que atrae a las mujeres, pero termina por explotar por las mentiras, pudiendo entreverse una vena misógina cual alter ego de Ingmar, pues todas las mujeres que aparecen son todas volubles, mentirosas, frágiles, sumisas, e incluso en un giro discutible parece justificar la violencia contra ellas, pues ellas parecen aceptarlo con justicia (puaj!); Liv Ullman encarna a Anna, lo hace con una tremenda sensibilidad, denotando de mundo interior convulso y complejidad a su voluble personaje, una melancólica mujer que parece querer vivir una realidad idealizada; Bibi Anderson como Eva crea un carácter cargado de inseguridades, y emocionalmente velado, lo hace bien;…(sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
…Erland Josephson como el intrigante Elis, tipo extraño que parece disfrutar de las infidelidades de su mujer, un nihilista que no parece creer ni en su trabajo de arquitecto, teniendo una turbadora relación con Andreas. El actor desborda incisivamente manipulación en sus frases de dobles sentidos.
Spoiler:
En el rush final Andreas recibe como un mazazo la nota de suicidio de Johan, esto sirve de espoleta a dejar de vivir una falsa felicidad con Anna, y estalla harto de los engaños de Anna, lo hace preso de la ira y termina golpeándola. Entonces Andreas se marcha a ver las consecuencias de un incendio en una granja, donde un caballo ha muerto cruelmente carbonizado, con lo que queda clara la injusticia de la turba que vejó a Johan, pues este está muerto y siguen las muertes de animales. Anna ha ido a recoger a Andreas, este en el coche le pregunta que porque ha ido allí, y ella le dice que para que la perdone, y Anna entra en trance y comienza a conducir de modo delirante a toda velocidad, Andreas comprende que la muerte en accidente del esposo e hijo de ella, no lo fue tal, fue Anna quien lo provocó y se lo espeta a Anna, y cuando consigue que pare se baja, y ella se marcha. Dejándolo a él en medio de la árida nada, la cámara primero lo toma desde lejos, él camina dubitativo de un lado a otro, sin saber a dónde ir la cámara se acerca en un zoom donde la imagen se disuelve granuladamente borrosa. Imagen esta que ha dado para muchas interpretaciones, muchos lo toman simplemente como la disolución psicológica de Andreas Winkelman. Como propio director afirma: "Esta vez lo llamaron Andreas Winkelman".
Bergman lamentó el recurso de las entrevistas a los 4 intérpretes en medio del film, en una entrevista de 1971: 'Lamento decir que esas [entrevistas con los actores] son muy infructuosas. Solo quería tener un descanso en la película y dejar que los actores se expresen. Bibi Andersson y Liv Ullmann improvisaron sus entrevistas, pero Max von Sydow y Erland Josephson no tenían idea de qué decir, dijeron lo que les dije. Esto condujo a dos películas diferentes, y ya no entiendo por qué dejé todo el corte, porque siempre me di cuenta de que no funcionaría.” El coprotagonista Erland Josephson admite en sus segmentos de entrevista para el documental del DVD que algunas de las ideas impulsivas de Bergman perjudicaron la película final, citando las entrevistas simuladas a cámara con las cuatro estrellas, editadas en la película; apartar al espectador del drama, es una distracción o un giro encantador en una película que en realidad es más desafiante que "Persona".
La película tiene su origen en la película de Bergman Shame de 1968, también protagonizada por Ullmann y Von Sydow. Después de que se completó el rodaje de “Vergüenza”, las regulaciones ambientales de Fårö exigieron que se quemara la casa construida para la película, pero Bergman había desarrollado un apego a su apariencia y la salvó al afirmar que había planes para usarla en otra película. Comenzó a escribir La Pasión de Anna, y con Von Sydow y Ullmann todavía contratados para trabajar con él, imaginó La Pasión de Anna como "virtualmente una secuela".
Me queda una película con muchos puntos a favor para hacerla recomendable a los que gusten del mundo perturbador bergmaniano, aunque con algunos defectos que la impiden elevarse más. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
En el rush final Andreas recibe como un mazazo la nota de suicidio de Johan, esto sirve de espoleta a dejar de vivir una falsa felicidad con Anna, y estalla harto de los engaños de Anna, lo hace preso de la ira y termina golpeándola. Entonces Andreas se marcha a ver las consecuencias de un incendio en una granja, donde un caballo ha muerto cruelmente carbonizado, con lo que queda clara la injusticia de la turba que vejó a Johan, pues este está muerto y siguen las muertes de animales. Anna ha ido a recoger a Andreas, este en el coche le pregunta que porque ha ido allí, y ella le dice que para que la perdone, y Anna entra en trance y comienza a conducir de modo delirante a toda velocidad, Andreas comprende que la muerte en accidente del esposo e hijo de ella, no lo fue tal, fue Anna quien lo provocó y se lo espeta a Anna, y cuando consigue que pare se baja, y ella se marcha. Dejándolo a él en medio de la árida nada, la cámara primero lo toma desde lejos, él camina dubitativo de un lado a otro, sin saber a dónde ir la cámara se acerca en un zoom donde la imagen se disuelve granuladamente borrosa. Imagen esta que ha dado para muchas interpretaciones, muchos lo toman simplemente como la disolución psicológica de Andreas Winkelman. Como propio director afirma: "Esta vez lo llamaron Andreas Winkelman".
Bergman lamentó el recurso de las entrevistas a los 4 intérpretes en medio del film, en una entrevista de 1971: 'Lamento decir que esas [entrevistas con los actores] son muy infructuosas. Solo quería tener un descanso en la película y dejar que los actores se expresen. Bibi Andersson y Liv Ullmann improvisaron sus entrevistas, pero Max von Sydow y Erland Josephson no tenían idea de qué decir, dijeron lo que les dije. Esto condujo a dos películas diferentes, y ya no entiendo por qué dejé todo el corte, porque siempre me di cuenta de que no funcionaría.” El coprotagonista Erland Josephson admite en sus segmentos de entrevista para el documental del DVD que algunas de las ideas impulsivas de Bergman perjudicaron la película final, citando las entrevistas simuladas a cámara con las cuatro estrellas, editadas en la película; apartar al espectador del drama, es una distracción o un giro encantador en una película que en realidad es más desafiante que "Persona".
La película tiene su origen en la película de Bergman Shame de 1968, también protagonizada por Ullmann y Von Sydow. Después de que se completó el rodaje de “Vergüenza”, las regulaciones ambientales de Fårö exigieron que se quemara la casa construida para la película, pero Bergman había desarrollado un apego a su apariencia y la salvó al afirmar que había planes para usarla en otra película. Comenzó a escribir La Pasión de Anna, y con Von Sydow y Ullmann todavía contratados para trabajar con él, imaginó La Pasión de Anna como "virtualmente una secuela".
Me queda una película con muchos puntos a favor para hacerla recomendable a los que gusten del mundo perturbador bergmaniano, aunque con algunos defectos que la impiden elevarse más. Fuerza y honor!!!