Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Acción. Drama. Romance Cole Trickle es un joven temerario que busca en la emoción de pilotar un bólido la audacia que le haga perder todos los miedos. Entra con buen pie en el complejo mundo de las carreras y no sólo se rodea de un buen equipo, sino que además cuenta con la inestimable ayuda de Harry, un buen amigo que sabe cómo estimularlo para alcanzar la gloria. (FILMAFFINITY)
31 de julio de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
284/31(26/07/21) Entretenidilla película dirigida por el artesano de la acción Tony Scott, producto hecho a mayor gloria de su joven protagonista, Tom Cruise, derrocha (pese a lo que digan su legión de dogmáticos detractores) carisma y aires de héroe con su sonrisa pícara encantadora, aunque aquí deja patente su narcisismo con esa entrada etérea sobre una moto entre brumas en un circuito de carreras, con por supuesto el lemento que puso de moda la estrella juvenil del momento Tom Cruise, sus gafas de sol Ray Ban. No en vano la historia de la cinta es del propio Cruise (guionizada por el gran Robert Towne: “Chinatown” o “Yakuza”), ansioso de seguir cabalgando en el éxito de “Top Gun” (1986), y para ello que mejor que repetir la fórmula con pequeñas variaciones para hacer valer aquella máxima del Príncipe de Lampedusa, ‘Que algo cambie para que todo siga igual’. En este caso empieza por repetir productores con los megalómanos explotadores del blockbuster ochentero Don Simpson y Jerry Bruckheimer, a los mandos el mencionado Scott, seguimos en el mundo de la patología por velocidad adrenalítica, cambiando cazas de combate por autos de la NASCAR (competición de la que era seguidor Cruise), tenemos a un protagonista de carácter infantil e inmaduro en su gusto por el peligro, pero muy habilidoso a los mandos del aparato; Tenemos al mentor en un tipo veterano que alecciona a la advenediza promesa (en la anterior con Tom Skerritt, en esta Robert Duvall); Hay una mujer con una profesión culta que se enamora del arrogante amante de la velocidad (Kelly McGillis en 1986, aquí Nicole Kidman), y que también le sirve de brújula moral; Tenemos a un amigo con el que tiene tiranteces (en la pretérita con Anthony Edwards, y aquí con Michael Rooker); Tenemos a un antagonista rubio bien parecido altivo que se cree el mejor (antes Val Kilmer, y aquí Cary Elwes), e incluso sigue el mismo patrón que la mencionada. Aunque este ‘villano’ resulta muy blandito.

Es una amena propuesta sin más afán que hacerte pasar un rato distraído de tus mundanales problemas, ello con una duración que no llega a hacerse larga, esto sustentado por un ritmo trepidante, donde la acción no para en su ágil narración, embarcándonos en un microuniverso idealizado de personajes muy bien trazados, bien interpretados, aunque por supuesto sin hondura dramática alguna, son meros clichés que se expresan en unos segundos. Ello con clímaxs bien llevado, pero sin sorpresa alguna.

Estamos en un universo de carreras de autos filmada con una fluidez impresionante gracias a la sensacional miscelánea entre la cinematografía de Ward Russell (“Top Gun”) y la electrizante edición en el que participaron hasta seis reputados montadores, Robert C. Jones (“El mundo está loco, loco, loco, loco”), Chris Lebenzon (“Top Gun”), Bert Lovitt (“Point Break”), Michael Tronick (“Predator”), Stuart Waks (“Un domingo cualquiera”), y Billy Weber (“El árbol de la vida”), estimulando al espectador para engancharte a esta competición, hacértela atractiva; Esto entrelazado con una edición de sonido espectacular para la inmersión; Todo esto adornado por la notable música del maestro alemán Hans Zimmer (“Gladiator”), la primera de una numerosa lista de películas en las que el compositor trabajaría para una producción de Jerry Bruckheimer. El tema principal de la película "Last Note of Freedom" fue cantado por David Coverdale de la banda Whitesnake a petición del propio Tom Cruise.

Film que en su superficialidad trata temas como la vocación, la atracción del peligro, la superación personal, la amistad, la arrogancia, o las relaciones cuasi paterno-filiales. Es un relato de gran simplicidad, clásico auge, caída y resurgir, con irrupción de un niño con posibilidades, su rebeldía, y luego teniendo que serenarse para poder triunfar, todo prefabricado. Destacando sutilmente, si rascas un poco la comunión que existe en USA entre la nación y las multinacionales, ello como ejemplo del Capitalismo, donde veremos múltiples banderas de barras y estrellas, mezclada esta con el tsunami de marcas comerciales (entre ellas, la más conocida es Pepsi).

Película aderezada con dos interesantes relaciones del prota, una de claramente padre-hijo con Cruise con una gran química con el acaparador de cámara Robert Duvall, actor que opaca con su Titánica personalidad a todo el que s ele acerque, derrocha simpatía natural jubilosa; La otra relación a la que se le da fuste es la de amistad que tiene Cole con Rowdy Burns, a la que primero se embiste de rivalidad sana (llegando a competir con sillas de ruedas en los pasillos del hospital), para luego el roce hace el cariño y establecerse entre ambos una camaradería con dosis de reflejos en que Cole se ve en Rowdy y esto le crea dilemas morales, aunque tratados a un nivel primario. Esto gracias en gran medida a la estimable actuación como Rowdy de Michael Rooker; La tercera relación que hay es la de Cole con la Dra. Claire Lewicki, a la que da vida la aussie Nicole Kidman, se nota una imposición comercial encajada con fórceps por su nula capacidad de emocionarte o de moverte a sensación alguna, no ayuda que la compenetración con el que precisamente será su esposo (este mismo año 1990) sea entre cero y nada.

Scott le da al relato patina de fluido pasarratos, no descubre nada, pero si lo desarrolla con inteligencia, con gran sentido lúdico, donde la acción y el liviano drama, está goteado de humor desengrasante (ingenioso como Harry engaña a Cole algo así como aquello de la pluma mágica para que vuele Dumbo, en este caso son los neumáticos ‘especiales’; Aunque también hay otras notas de humor algo menos sagaz, como lo concerniente a la stripper-poli que encadenan con el gag inicial con la Dra.). Entramos en las carreras que resultan casi como retrotraernos a las competiciones de cuadrigas en la Roma Imperial,... donde los coches atropellan unos a otros intencionadamente (empujándolos contra los laterales o topándolos por atrás),, ...(sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow