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Voto de TOM REGAN:
8
7,0
12.102
Thriller. Acción
Tras diez años de ausencia, Terry Noonan (Sean Penn) regresa al conflictivo barrio de Hell's Kitchen, en Nueva York, e ingresa en un grupo mafioso irlandés. El jefe de la banda es Frankie Flannery (Ed Harris); para él trabajan algunos amigos de la infancia de Terry y también Jackie (Gary Oldman), el exaltado hermano de Frankie. Al entrar en la banda, renacen los sentimientos de Noonan por Kathleen (Robin Wright), la hermana de los Flannery. (FILMAFFINITY) [+]
17 de enero de 2013
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
215/04(07/10/12) Infravalorado drama mafioso, un intenso thriller con unos actores en estado de gracia, un brillante guión, una primorosa puesta en escena y una dirección correcta de Phil Joannu. Terry Noonan (gran Sean Penn) es un policía que tras diez años lejos de la conflictiva Hell’s Kitchen de Nueva York vuelve para infiltrarse en la banda de sus antiguos amigos, a través del díscolo Jackie Flannery (gran Gary Oldman) se introduce en la comandada por el hermano de este, Frankie (gran Ed Harris), Frankie está en tratos con la mafia italiana pero su impulsivo hermano Jackie se los estropea derivando esto en rio sin retorno donde Terry se entre dos frentes la amistad a Jackie y el sentido del deber, entre medias un antiguo romance con la hermana de estos, Kathleen Flannery (gran Robin Wright), renace complicando aún más las cosas. El guión de Dennis McIntyre es una antiglamurosa y desmitificadora visión del mundo de la mafia, un feista y descarnado fresco de los bajos fondos, Dennis autor de teatro, tras este su primer y prometedor trabajo para cine murió (a los 47 años, antes del estreno), se basa libremente en hechos reales, la banda irlandesa eran los ‘Westies’ que se movieron a sus anchas por el barrio de Manhattan entre 1968 y 1986, McIntyre transmite un crepuscular aire melancólico, un sórdido argumento que pone en el ojo del huracán al personaje de Terry, lo enfrenta a su pasado del que había huido y ahora no sabe realmente a donde pertenece, no sabe discernir qué es lo bueno y que lo malo. Esto Sean Penn lo emite de modo impresionante, borda su atormentado rol, su economía gestual estremece, su penetrante mirada te punza, inmenso, se ve reflejado en Jackie, este es lo que él podría haber sido y por ello le tiene tanta simpatía.. La magnífica ambientación juega a su favor, una depresiva atmósfera lo cubre todo, las escenas en interiores son en semipenumbra, en exteriores o es de noche o el sol neoyorkino es inexistente, ayudado por una excelente y lúgubre fotografía de Jordan Cronenweth (‘Primera Plana’, ‘Viaje al fondo de la mente humana’ o ‘Blade Runner’), esto elevado por la nostálgica y evocativa música del maestro Ennio Morricone (‘Hasta que llegó su hora’ o ‘La Misión’) que sirve como canalizadora de sentimientos, el montaje de Claire Simpson (‘Platoon’ o ‘Wall Street’) es resaltable por lo bien que lo maneja, sabe imprimir ritmo y tensión cuando debe, y serenarse en la intimidad desembocando en el glorioso final. La evolución del relato es de un turbador increscendo dramático, salpicada de grandes secuencias, que siembran un caldo de cultivo para el antes mencionado fascinante final, deudor del mejor Sam Peckinpah (spoiler), de esos que recordaras por siempre. La historia toca temas como la amistad, la traición, la lealtad, la redención, el sentido del deber, los años perdidos, y todo con calado, construyendo el realizador Joannu escenas impactantes, de gran tensión, como cuando Frankie se reúne con Borrelli en un restaurante, en un local cercano esperan los Jackie con su gente, si Frankie no los telefonea a las dos , estos tienen orden de arrasar a los italianos, la tensión se masca y es manejada de modo maravilloso, o lo bien que quedan por su sequedad y aspereza otras muertes, donde falla Joannu (realizador que solo ha hecho de provecho esta obra) es en la subtrama romántica, cojea y lastra el desarrollo, aportando bastante poco. El elenco actoral es impresionante por su buenhacer, Gary Oldman borda su visceral rol, la energía y profundidad que da a su interpretación es arrolladora, habrá quien diga que sobreactúa pero es que su personaje lo requiere, magnífico, brillante la escena en que asesina a los italianos, Ed Harris no le va a la zaga, en lo contrario, en sobriedad, en parquedad en carisma, las reuniones que tiene con Borrelli (gran Joe Viterelli) son un tour de forcé notable de enorme sutilidad. Hay más, el propio Viterelli, John Turturro o John C. Reilly, y todos excelentes. Notable obra de las que se te quedan en la memoria cinéfila. Fuerza y honor!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Es deudor del mejor Peckinpah el final por ese carácter romanticismo-machista-crepuscular donde una vez que tu vida pierde sentido lo mejor es acabar con todo con un ataque de ira nihilista, Terry se encuentra desarraigado, han matado a su amigo Jackie, lo ha dejado su amada, ha renunciado a la policía y su vida solo parece tener sentido sacrificándose. El clímax final son 8 minutos antológicos, con un excelso montaje paralelo, rodado a cámara lenta, el día de San Patricio Terry se levanta de un banco en la Grand Station Central, la hermosa música de Morricone de fondo, mientras la gente viste de verde irlandés, el camina entre ellos con la mirada pérdida y con una bolsa, vemos el desfile neoyorkino, Terry cruza la cabalgata esmeralda, el contraste entre la alegría de la calle y Terry estremece, vemos a Frankie con su gente en su bar, Terry se para en frente del local, saca de la bolsa unas pistolas, en la tele del bar miran el desfile, Terry se encamina a su destino, traspasa la puerta y los sicarios lo miran sorprendidos, durante unos eternos instantes se observan, se ve el desfile de gaiteros frente a la Catedral de San Patricio, volvemos al bar y la carnicería de disparos comienza, la sangre comienza a brotar de los cuerpos a cámara lenta, saltamos al desfile, continúan los tiros, muchos errados, Terry salta tras la barra, ya se ha cargado a uno, vemos animadoras en el desfile, Terry tras la barra se carga a otro, sale y uno de los matones le hiere, se lanza al suelo, se levanta y se carga a otro, se sienta en el suelo contra la barra, recarga las pistolas, aparece otro por las escaleras que le da un disparo en el brazo, este intenta rematarlo pero Terry lo esquiva hasta acribillarle, imágenes del desfile se suceden con sus sonidos de gaitas, y aparece Frankie caminando hacia Terry de modo temerario, disparando de modo enérgico, Terry se levanta y se dirige a él apuntándole con su arma sin disparar, mientras Frankie sigue baleándole, un proyectil le alcanza en el abdomen, los cristales de las botellas lo salpican todo, Frankie se queda sin munición y Terry ahora si le dispara en la frente cayendo muerto hacia atrás, vuelve la música de Morricone, se ve a Kathleen observando el desfile, volvemos al bar destrozado y lleno de cadáveres, Terry se derrumba en el suelo con la mirada perdida, la cámara se le acerca y se produce un fundido desgarrador, colosal.