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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Drama. Fantástico Ebenezer Scrooge, el hombre más avaro de la ciudad, tiene prácticamente esclavizado a su empleado el señor Cratchit. Una noche se le aparece el espíritu de un antiguo socio, al que seguirán los fantasmas de las Navidades pasadas, presentes y futuras. Adaptación del popular cuento "A Christmas Carol", del escritor inglés Charles Dickens (1812-1870). (FILMAFFINITY)
29 de diciembre de 2023
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350/23(25/12/23) Con motivo de estas fechas navideñas me he visto una versión del relato más popular enmarcado en estas fechas, el clásico de Charles Dickens, “A Christmas Carol” de 1843, una de las historias más llevadas al cine y tv. Esta de 1938 producida por la MGM y dirigida por Edwin L. Marin es buena en su capacidad de síntesis que la hace con un ritmo trepidante, gracias a sus 69 minutos de metraje, donde el guion de Hugo Butler (“Edison, el hombre” o “El merodeador”; En la década de los 50 estuvo en la hedionda Lista Negra de Hollywood, debiendo de trabajar con seudónimo o con una ‘tapadera’, Para huir de la Luz de Gas del cine USA se instaló tiempo en México, dónde trabajó con Luis Buñuel en guiones como “Robinson Crusoe” o “La joven”) tiene la capacidad de condensar lo mejor del cuento para hacerlo ágil y encantador como film familiar muy bonito de ver (aunque faltan algunos personajes y situaciones de contexto, que están en la novela), sin querer meter nada de los márgenes, no desea innovar, emite con diáfano sentido sus mensajes en favor de la solidaridad, la generosidad, la familia como motor de vida.

Posee una ambientación preciosa en su traslación al espectador de ese Londres victoriano cubierto de nieve, donde se respira frio en sus calles, calidez espiritual en la Iglesia (precioso el “Adestes Fideles” que oímos), hay una hábil presentación de personajes, dejando que de los últimos sea el protagonista Scrooge. Del que se va haciendo una semblanza de sus ‘bondades’ de avaricia, adustez, egoísmo, el temor que infunde, hasta que aparece en la figura de Reginald Owen (Lionel Barrymore era originalmente el destinado a embestir el rol, se vio obligado a abandonar la película debido a su artritis, recomendando él mismo a Owen), y su actuación es muy buena (a pesar de su maquillaje un tanto exagerado), expresando de maravilla su arco de desarrollo, con un primer tramo arrollador en su acidez de cascarrabias, para en la noche de autos (de fantasmas bien expuestos con efectos especiales) ir evolucionando a cada visión con los espíritus, con esas miradas a través de cristales (donde observa bonitos cuadros navideños que lo conmueven) que muestran su metamorfosis y que cala en el espectador. Todo ello adornado por actuaciones secundarias que dan vigor al minutaje. Y por supuesto, dosis de humor agradable, como son las secuencias de patinaje sobre hielo callejero.

En vísperas de Navidad en el Londres victoriano del SXIX, Fred (buen Barry MacKay) resbala sobre el hielo en una acera. Conoce a Peter y Tim Cratchit (tierno Terry Kilburn), hijos de Bob Cratchit (buen Gen Lockhart) quien es empleado de su tío Ebenezer (Owen). Cuando Fred revela quién es, los chicos se alejan aterrorizados. Fred llega a la oficina de su tío materno, Ebenezer Scrooge. Después de rechazar una invitación de su sobrino para cenar con él en Navidad, Scrooge rechaza a dos caballeros que recaudan dinero para caridad. Esa noche Scrooge, a regañadientes, le permite a su empleado Bob Cratchit disfrutar de la Navidad, pero le ordena que trabaje al día siguiente. Más tarde, Bob golpea accidentalmente el sombrero de Scrooge con una bola de nieve. Scrooge despide a Bob y retiene el salario de una semana como compensación por su sombrero arruinado, además de exigirle un chelín para compensar la diferencia. Bob gasta lo que le queda de su salario en la cena de Navidad de su familia. En su casa, Scrooge es visitado por el fantasma de su socio fallecido, Jacob Marley (Leo G. Carroll), le advierte a Scrooge que se arrepienta de sus costumbres malvadas o será condenado en el más allá como lo fue Marley. Él le dice a Scrooge que será visitado por tres espíritus, Las Navidades Pasadas (Ann Rutherford), La Navidad Presente (Lionel Braham) y La Navidad Futura (D’Arcy Corrigan).

Las visitas de los Espíritus Navideños resultan fluidas orgánicamente para hacernos ver la travesía emocional del protagonista, un crescendo dramático, que nos lleva a su catárquico final, que sin sorprender, si consigue sacarte una mueca d eplacer y regocijo en su moraleja de que todos podemos cambiar (y has a mejor).

Parte del éxito se consigue mediante el clima familiar que se crea en el hogar Cratchit se respira calor humano, cariño, dulzura, alegría de vivir, sin sentimentalismos. Ello seguramente en gran medida gracias a que la esposa de Bob es en realidad su esposa Kathleen Lockhart, pero es que además la hija adolescente del matrimonio Cratchit, es encarnada por la verdadera hija de ambos, June Lockhart, esa cercanía y naturalidad se respira.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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