Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Thriller. Drama El 22 de noviembre de 1963, en Dallas, fue asesinado J.F. Kennedy, el Presidente de los Estados Unidos. Algunos suponían que Kennedy era muy tolerante con el comunismo y que protegía demasiado a los negros; su proyecto de Ley Anti-Trust perjudicaba gravemente a grupos económicos muy poderosos; la revisión de la Tasa sobre el consumo de petróleo provocaba inseguridad. Tampoco resultaba satisfactorio para algunos el veto a la C.I.A. que ... [+]
1 de diciembre de 2013
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
187/08(18/11/13) Diez años después del asesinato de JFK se realizó la primera película crítica con el controvertido Informe de la Comisión Warren en el que se dice que el magnicidio se llevó a cabo por un tirador solitario sin ayuda de nadie. Dirigió el desconocido David Miller con el gran Dalton Trumbo (‘Sabrina’ o ‘Spartacus’) al frente del guión adaptando una historia de Mark Lane (combativo abogado que quiso defender a Oswald ante la Comisión Warren y fue rechazado, que además escribió ‘Rush to Judgement’/’Juicio Apresurado’ sobre la imputación a Oswald ) y Donald Freed, en el argumento se especula con la posibilidad de que hubiera una conspiración de magnates y políticos algo más que descontentos con la dirección que tomaba JFK en la presidencia, para ello se apoya en pruebas reales polémicas y nos regalan un potente thriller político emparentado con la década, que nos atrapa por lo verosímil de su idea, recostándose además en dos grandísimos actores, Burt Lancaster y Rober Ryan.

En junio de 1963 un grupo de poderosos empresarios estadounidenses se reúnen para dar rienda a su insatisfacción con la presidencia de JFK, tratan de convencer a un magnate del petróleo, Ferguson (buen Will Geer), de realizar una ‘Acción Ejecutiva’ contra Kennedy (eufemismo para decir magnicidio), argumentan que no es imposible, ya se asesinó a Abraham Lincoln, James Garfield y William McKinley. ‘La Acción Ejecutiva’ se llevará a cabo, la financiará el potentado Robert Foster (buen Robert Ryan) y la dirigirá James Farrington (buen Burt Lancaster), un ex-agente de la CIA, para ello contrata a un especialista (buen Ed Lauter) que comandará y entrenará al equipo. Además Farrington buscará a un chivo expiatorio que cargue adecuadamente con todas las culpas.
La cinta arranca con una voz en off que nos indica que el presidente Lyndon B. Johnson en una entrevista (con el afamado Walter Cronkite) dijo tener serias dudas sobre las conclusiones de la Comisión Warren, aunque se dice que esta parte fue eliminada. A partir de aquí asistimos a un ágil thriller en que se nos presenta una conspiración creíble de ultraconservadores en las altas esferas que lo controlan todo, no se les pone nombres, cada espectador les puede poner el apellido, todos nos los imaginamos, estos no soportan que JFK se acerque a los defensores de los derechos civiles (se reunió con Luther King en la Casablanca), que hiciera un tratado de desarme nuclear con la URSS, su tibieza con este país ante los acontecimientos en Cuba, el anuncio de retirada de tropas de Vietnam o su postura contra del lobby del petróleo hizo que muchos lo quisieran un poco muerto. En el desarrollo se mezclan hábilmente secuencias de noticiarios reales donde vemos a JFK que dan una idea de sus ideas sociopolíticas, incluyendo vibrantes discursos de este brillante orador, así como a otros pujantes líderes del momento, como a Martin Luther King en su aclamado discurso ‘Yo tengo un sueño’, esto da un toque de docudrama que imprime realismo, se alterna con la ficción de la preparación del atentado donde se da un semblante terrorífico de los maestros de marionetas que están detrás, aterrador cuando Foster comenta que en Asia hay una superpoblación que hay que aminorar para que no invadan USA, hay que implantar planes de control de natalidad restrictivos, también transportables a USA para ‘escoria humana’ o sea, los pobres, negros, latinos, amarillos y más.
Gente poderosa que planea como Dioses entre sombras el futuro del mundo, gente que se aprovecha o fomenta el cuasi-abandono de seguridad de JFK, se sirven de la incomunicación entre diferentes agencias, esto incluso se da como un posible motivo para dar rápidamente con un único malhechor y quitarse el marrón todos de encima, si se dice que ha sido una conspiración serian culpables las agencias por no detectarlo. Cuando finaliza el film se da un dato real inquietante que apoya la sospecha de que algo huele a podrido en Dinamarca/USA, se nos muestra 18 fotos de testigos presenciales del magnicidio, 16 de ellos muertos de forma no natural, 6 por arma de fuego, 3 de ataques cardiacos, 3 por accidente de tráfico, 2 por suicidio, 1 degollado, 1 por golpe de kárate en el cuello, esto en los 3 años posteriores a los hechos, el London Sunday Times realizó un estudio que concluyó que las posibilidades de que esto ocurriera era de cien mil billones contra uno, acojonante.
La película detenta algunas escenas brillantes con momentos, frases y diálogos dignos de Trumbo, como la reunión del principio en que se conspira entre potentados, o la reunión de Farrington con el líder de los sicarios (Ed Lauter) en la cafetería, como sin decirle a quien deben eliminar lo adivina con la cantidad de dinero que le ofrece, <Acabas de decirme a quien debemos asesinar>, el monólogo antes mencionado de Foster sobre la reducción demográfica selecta, o el modo sibilino en que nos muestran al doble de Oswald (lo de la compra del coche o el tiro al blanco molestando al vecino es real), el sutil montaje de la popular foto de Oswald con el rifle, la última reunión entre Farrington y Foster en que se explica lo nefasto del dispositivo de seguridad presidencial, por supuesto el perspicaz montaje del asesinato, mostrado con una veracidad documental, cuando Foste se da cuenta que el chivo expiatorio se rebela y se sugiere que Jack Ruby formaba parte de la conspiración cerrando el círculo y matando a Oswald en circunstancias intrigantes.
Burt Lancaster despliega con contención se tremendo carisma con un aire maléfico sofisticado, no es una caricatura facilona, es un profesional que actúa como tal. Robert Ryan está a la altura de Burt, exponiendo su fuerte personalidad y carácter, exhibiendo convicción en sus ideales, fue su última interpretación, falleciendo de cáncer 4 meses antes del estreno del film. (Continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow