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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
3
Comedia. Drama. Romance Nikander es un conductor de un camión de la basura, que una noche verá como su vida se complica al morirse su compañero de trabajo. Además, se enamora de Ilona, una cajera de un supermercado. Primera entrega de "La trilogía del proletariado" que se compone además de "Ariel" y "La chica de la fábrica de cerillas." (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2023
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
131/14(15/05/23) Vuelvo al lugar del ‘crimen’ al volver a ver un film del director finés Aki Kaurismäki (aquí como siempre escribe y dirige, en lo que es, según él, la primera parte de la trilogía del proletariado, le siguen “Ariel” de 1988 y “La chica de la fábrica de cerillas” de 1990), y vuelvo a ser víctima por enésima vez del tedio más absoluto con este pedante realizador escandinavo tan alabado y ensalzado por la crítica general. Se dice pertenece al género comedia romántica, cuando ni esbozas una sonrisa y tampoco su historia de amor me mueve a emoción alguna, vemos a dos seres que están juntos, salen, charlan entre ellos un poquito (no mucho) y ya nos tenemos que creer que ha surgido el amor, la química entre ambos es como encontrar sangre de unicornio, en su primera cita él la lleva a un bingo y ella huye (me recuerda a “Taxi Driver” [Herejía!!!] cuando Travis Bickle lleva a Betsy en su cita a un cine porno) por el hastío. Se juntan, ella va a vivir porque sí al apartamento de él, nada resulta natural o con calor humano, provocándome deseos de darme de cabezazos contra una pared, que sería más entretenido, y eso que solo dura 70 minutos esta nadería, pero me ha sido más aburrida ver las fotos de del viaje de unos amigos.

No será que no estaba advertido por las películas anteriores que había visto de este tipo, un cine desprovisto de gracia, de encanto, más frío que las latitudes donde se rueda este peñazo, historias sin chispa alguna, que se desarrollan de forma estrafalaria, en medio de situaciones muchas ridículas (aquí el protagonista va a parar por una pelea a los calabozos y conforme se despierta ofrece el trabajo de su compañero fallecido a su colega de celda, del que no sabemos por qué está allí, pues porque lo dicta el penoso guion; también está el tramo en que al prtoa le pegan con un palo en la cabeza cuando no quiere dar un cigarrillo, esto que aporta? Y que más da!!)), con comportamientos estrambóticos de los protagonistas (actores fetiche del director, Kati Outinen como Ilona y Matti Pellonpää como Nikander), estos actuados de modo robótico, ataráxicos en sus expresiones, seres taciturnos todos más rígidos que el palo de una escoba (el rasgo de personalidad de él es que gusta de jugar al bingo y aprende inglés, pues que profundidad!; y ella es … la sosería personificada, lo más es que no aguanta trabajar de asalariada y que tiene el sueño de viajar a Florida), no parecen ni sentir, ni padecer, personajes acartonados, caprichosos, esto hace que me importe entre zero y nada lo que les pase: pretende acercarse, como casi siempre, al mundo de los marginados, aunque aquí parecen lo por ellos mismos (bueno, aquí y en todo su cine), nos muestran un mundo deprimente, desprovisto de vida y donde la esperanza es un ente invisible. Todo en un clima austero, frugal de medios, avanzando hacia la nada, con escasez de diálogos (quizás se podría trasponer a una servilleta), donde la tensión e intensidad dramática son nulos.

Otro de los sellos de Kaurismäki es su gusto por la música country y blues que incorpora a muchos de sus films, en este caso Matti Pellonpää y Kati Outinen, se convertirán en músicos fetiches del director.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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