80/23(15/03/11) Ópera prima como realizador del actor Thomas McCarthy, que también firma el guión de esta entrañable cinta rebosante de buenos sentimientos y de buenas intenciones. Gira en torno a Finbar McBride (excelente Peter Dinklage), un tipo de un metro 35 de altura, hereda en New Jersey una estación en de tren abandonada y se instala allí a vivir para disfrutar de su gran pasión, los trenes. Jim es un tipo taciturno, poco hablador y que huye de las amistades, pero sus planes de soledad casi ermitaña se topan con Olivia Harris (Estupenda Patricia Clarkson), una pintora divorciada atormentada por la muerte de su hijo, asimismo muy cerca de la estación hay un puesto de perritos calientes móvil regentado por un latino, Joe Oramas (buen Bobby Cannavale), este es un dicharachero y parlanchín que desea trabar amistad con Jim, entre los tres se teje poco a poco una telaraña de sinceridad y cariño. El relato es de una sencillez deliciosa, es el retrato de unos perdedores que buscan su sitio en el mundo, es una entrañable radiografía de la soledad. Finbar no se encuentra a gusto en un mundo que lo mira por su escasa estatura como a un mono de feria, esto le hace encerrarse en si mismo pero cuando encuentra a gente que le demuestra cariño se abre, una demostración de que todos necesitamos amor, anhelamos a alguien a quien le importemos. La historia es un tierno retrato humano dotado de gran sensibilidad, con escenas hermosas, como los recorridos por las vías de tren, de una belleza lirica deliciosa, con un ritmo narrativo lento pero muy adecuado al tono sobrio del relato, pues no se hace aburrida y ayuda a ver en el interior de los personajes. Como defecto tengo que decir que echo en falta conocer a Joe, pues del trío protagonista es el que está más desdibujado, me queda superficial. Me queda un entrañable film que sin muchas pretensiones me deja un poso muy agradable. Fuerza y honor!!!