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Voto de TOM REGAN:
8
![](https://filmaffinity.com/images/myratings/8.png)
7,2
455
Drama. Cine negro
Película que combina a partes iguales cine negro y melodrama romántico. Danny Hawkings, un niño que vive en un pueblo pequeño, es humillado y maltratado por los demás niños porque su padre fue ahorcado por haber asesinado al médico que dejó morir a su mujer. (FILMAFFINITY)
11 de agosto de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
252/12(07/06/20) Notable y olvidado drama psicológico de cine negro dirigido con pulso expresionista por Frank Borzage, el punzante guión de Charles F. Haas adapta la novela del mismo nombre de Theodore Strauss. Un ingenioso thriller con dosis de romanticismo enmarcado en el profundo sur USA (pueblo de Woodville, rodeado de pantanos y mansiones solariegas abandonadas en su decadencia), donde el goticismo queda marcado ya desde su potente inicio con una secuencia de la ejecución por ahorcamiento que primero vemos solo por los pies del condenado y luego en sombras en la pared, tras lo que sigue un desgarrador montaje de las consecuencias del estigma de esta muerte sobre su hijo (tremebunda escena pesadillesca la sombra cobre él bebe de un muñeco ahorcado mientras el pequeño llora, no puede haber mejor alegoría de lo que le espera), lo vemos crecer mientras es vejado por otros niños con incluso canciones humillantes (lo que se llama hoy día bulyng), ello mostrado en un poderoso estilo noir de romanticismo terrorífico que nos mete en la piel de ese pobre ‘desgraciado’, hasta desembocar en la pelea catárquica con un abusón ‘hijo de papa’. Y es que la evocadora fotografía de John L. Russell (“Psycho”) es coprotagonista de la película por su fuerza de emisión de un estado de ánimo de cuasi realismo-mágico, reforzando la intensidad dramática, jugando con los subjetivos, con los claroscuros, las sombras, las penumbras, esto en fabulosa miscelánea con la edición de Harry Keller, dotando de vigor algunos neurálgicos momentos (en el principio con la sobreimpresión en la carretera del muerto con una piedra, o el electrizante tramo en la noria). Ello en un relato que radiografía con fino bisturí la marginalidad, la crueldad de los niños, el peso del pasado, la lucha de clases (representada en Danny y la víctima Jerry), los fuertes lazos consanguíneos, nuestra natural búsqueda de chivos expiatorios a nuestras falencias, y sobre todo el peso de la culpa que nos puede llevar a la paranoia, ello reflejado en la odisea existencia que sufre el protagonista (gran Dane Clark), embarca do sin querer desde bebe en una travesía por el dolor y la vergüenza del que intenta escapar en una huida hacia la nada.
La historia tras el trágico asesinato fruto entre la ira contenida (de tantos años de ofensas) y la defensa propia, se abre en dos sub tramas, pro lado la investigación de la desaparición del joven por parte de un reflexivo Clem Otis (Allyn Joslyn). No es el típico redneck sureño, es un tipo observador, ingenioso, reflexivo, se empapa de todo lo que ve alrededor, ve lo que ocurre a su alrededor, las causas y las personalidades, y por ello sabe que los crímenes no son blanco y negro, hay grises (ejemplo es la definición que hace al escuchar hablar del muerto en términos loables, cuando era un arrogante pretencioso: “"Es curioso cómo la muerte puede convertir a un hombre en un santo"), pretende dejar espacio a Danny, sabe de su pasado y no pretende destrozarlo. Encarnado por el actor con gran temple y carisma; Por otro lado la relación de Danny con una joven, Gilly (Gail Russell), de la que está enamorado (que lo delinea en su fatalismo a Danny: "como estar en un túnel largo y oscuro, la forma en que miras, hablas y caminas"). Por cierto estos primeros encuentros de Danny con Gilly resultan vistos hoy día controvertidos en lo posesivo de él, en la virulencia física con que la trata. Ella pretende ser la brújula moral de él intenta comprenderlo. La actriz le da vida con enorme dulzura, teniendo una enternecedora química con Dane Clark (Russell tuvo un final trágico, alcohólica, el 27 de agosto de 1961 Russell fue hallada muerta en su apartamento en Brentwood, Los Ángeles, California. Tenía 36 años de edad. Falleció de un infarto agudo de miocardio atribuido al alcohol y a un estado de malnutrición).
Las dos sub historias se van cruzando, también con varios personajes (el sordomudo, el negro que vive en el pantano, o su abuela) que conforman y dan luz a la personalidad de Danny. Tipo al que conocemos de adulto justo tras el percance trágico, y sentimos que el peso de la culpa lo oprime en un crecendo insoportable, donde la paranoia lo asfixia poco a poco, haciendo suyo que la sangre de su padre de ahorcado la tiene él en su ser, ‘mala sangre’, que culpa de su mal sino. Tipo alienado con el mundo que no encuentra redención más allá de la huida hacia ningún lugar, provocando en él un descenso alienado por el miedo y la frustración de ser atento y noble, a violento y abusón.
Las relaciones de Danny con otros parecen marcadas por las semejanzas. Pues la que tiene con el sordomudo Billy Scripture (gran Henry Morgan), parece fundamentada en que son dos seres marginados y humillados por los demás. Cuando conocemos a Billy está sufriendo las burlas de varios chicos y Danny le defiende (les espeta: "Solo porque es sordo y mudo... tiene la mente como un bebé no te da derecho a burlarte de él. Déjalo!"), cual si él defensor se viera reflejado en el disminuido. Teniendo su zenit sangrante en la secuencia del estrangulamiento, estremecedora su filmación; Otra relación es la que se entre Danny y Mose (buenísimo Rex Ingram), un tipo negro que vive entre pantanos cuidando perros, un ser reflexivo, observador y de carácter filosófico que ve a Danny mejor de lo que él se ve a sí mismo, mantiene con el charlas cargadas de inteligencia, en un lugar que parece anclado en el tiempo, especie de paraíso para Danny. Mose es un ser con una clara mentalidad humanista, vista en su trato con los perros. Asimismo es punzante cuando Daniel le dice, "Qué pasa si tengo mala sangre, Mose? Me hace hacer cosas malas", Mose de modo aleccionador y sereno le comenta, "No sé de qué estás hablando de 'mala sangre'. La sangre es roja. No te dice lo que tienes que hacer", haciéndonos ver que somos libres en nuestro albedrio, lo demás es poner el ventilador en marcha... (sigo en spoiler)
La historia tras el trágico asesinato fruto entre la ira contenida (de tantos años de ofensas) y la defensa propia, se abre en dos sub tramas, pro lado la investigación de la desaparición del joven por parte de un reflexivo Clem Otis (Allyn Joslyn). No es el típico redneck sureño, es un tipo observador, ingenioso, reflexivo, se empapa de todo lo que ve alrededor, ve lo que ocurre a su alrededor, las causas y las personalidades, y por ello sabe que los crímenes no son blanco y negro, hay grises (ejemplo es la definición que hace al escuchar hablar del muerto en términos loables, cuando era un arrogante pretencioso: “"Es curioso cómo la muerte puede convertir a un hombre en un santo"), pretende dejar espacio a Danny, sabe de su pasado y no pretende destrozarlo. Encarnado por el actor con gran temple y carisma; Por otro lado la relación de Danny con una joven, Gilly (Gail Russell), de la que está enamorado (que lo delinea en su fatalismo a Danny: "como estar en un túnel largo y oscuro, la forma en que miras, hablas y caminas"). Por cierto estos primeros encuentros de Danny con Gilly resultan vistos hoy día controvertidos en lo posesivo de él, en la virulencia física con que la trata. Ella pretende ser la brújula moral de él intenta comprenderlo. La actriz le da vida con enorme dulzura, teniendo una enternecedora química con Dane Clark (Russell tuvo un final trágico, alcohólica, el 27 de agosto de 1961 Russell fue hallada muerta en su apartamento en Brentwood, Los Ángeles, California. Tenía 36 años de edad. Falleció de un infarto agudo de miocardio atribuido al alcohol y a un estado de malnutrición).
Las dos sub historias se van cruzando, también con varios personajes (el sordomudo, el negro que vive en el pantano, o su abuela) que conforman y dan luz a la personalidad de Danny. Tipo al que conocemos de adulto justo tras el percance trágico, y sentimos que el peso de la culpa lo oprime en un crecendo insoportable, donde la paranoia lo asfixia poco a poco, haciendo suyo que la sangre de su padre de ahorcado la tiene él en su ser, ‘mala sangre’, que culpa de su mal sino. Tipo alienado con el mundo que no encuentra redención más allá de la huida hacia ningún lugar, provocando en él un descenso alienado por el miedo y la frustración de ser atento y noble, a violento y abusón.
Las relaciones de Danny con otros parecen marcadas por las semejanzas. Pues la que tiene con el sordomudo Billy Scripture (gran Henry Morgan), parece fundamentada en que son dos seres marginados y humillados por los demás. Cuando conocemos a Billy está sufriendo las burlas de varios chicos y Danny le defiende (les espeta: "Solo porque es sordo y mudo... tiene la mente como un bebé no te da derecho a burlarte de él. Déjalo!"), cual si él defensor se viera reflejado en el disminuido. Teniendo su zenit sangrante en la secuencia del estrangulamiento, estremecedora su filmación; Otra relación es la que se entre Danny y Mose (buenísimo Rex Ingram), un tipo negro que vive entre pantanos cuidando perros, un ser reflexivo, observador y de carácter filosófico que ve a Danny mejor de lo que él se ve a sí mismo, mantiene con el charlas cargadas de inteligencia, en un lugar que parece anclado en el tiempo, especie de paraíso para Danny. Mose es un ser con una clara mentalidad humanista, vista en su trato con los perros. Asimismo es punzante cuando Daniel le dice, "Qué pasa si tengo mala sangre, Mose? Me hace hacer cosas malas", Mose de modo aleccionador y sereno le comenta, "No sé de qué estás hablando de 'mala sangre'. La sangre es roja. No te dice lo que tienes que hacer", haciéndonos ver que somos libres en nuestro albedrio, lo demás es poner el ventilador en marcha... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La crítica definió al personaje como ‘negro mágico’, especie de cliché del tiempo, hoy sería este apelativo denostado; Y tiene un encuentro en el tramo final con su abuela (encarnada de modo majestuoso por Ethel Barrymore), que le hace ver lo errado que está y con ello intentar enderezar su vida hacia la dignidad.
La puesta en escena resulta formidable (como ya he comentado), empezando por la fenomenal dirección artística de Lionel Banks (“Caballero sin espada”), rodando íntegramente en interiores de los Republic Studios (Hollywood), con gran parte del metraje de noche, provocando los decorados del pueblo, su feria, los pantanos, la mansión abandonada, sensación claustrofóbica en el modo cuasi-fantasmagórico que se rueda, con momentos tan emocionantes como el del accidente de auto, la noria, la caza del mapache, o el estrangulamiento al sordo-mudo. Todo ello en un desarrollo pétreo, con fluidez narrativa, con diálogos brillantes y con un final satisfactorio, alejado de lo previsible.
Spoiler:
Momentos recordables: Danny lleva a Gilly a la feria, se suben a la noria, el sheriff se da cuenta del nerviosismo de Danny. Cuando también se sube a la noria, la secuencia se vuelve una pesadilla para Daniel cuando el sheriff lo mira con desconfianza obvia, los dos en un viaje juntos en el que Daniel no quiere estar. Danny entra en modo pánico mientras la noria da vueltas, el montaje alterna las miradas de Danny y el sheriff, Danny comienza a gritar desesperado, fuerza la barra de seguridad de su góndola y se suelta, saltando desde a gran altura en subjetivo; Cuando en la noche Danny persigue al sordomudo Billy para sustraerle la navaja. Billy entra en su chabola, Danny aparece cual espectro asomándose por la venta, entra y le pide la navaja, Billy le mira sin saber que hacer (no oye, ni puede hablar), y fuera de sí Danny comienza a estrangular al indefenso Billy. Este permanece sin defenderse cual animalito manso, no sabe el porqué de lo que le pasa, los ojos de Danny están llenos de rabia, pero entonces se conmueve por Billy y lo suelta antes de matarlo. Danny lo mueve hasta colocar su cabeza sobre la almohada, cuando encuentra bajo esta lo que buscaba, Billy lo mira dócil y con ternura. Cuando va a irse Danny se da cuenta del sinsentido de lo que ha hecho y le devuelve la navaja a Billy que le sonríe entrañablemente; La anécdota que el sheriff le cuenta al doctor, "Supe que una vez un hombre estuvo acusando a su esposa de ser infiel. Después de escucharlo durante doce años, lo fue". El médico se ríe y responde, "Demuestra que tenía razón... fue un poco prematuro, eso es todo", Clem le espeta, "Yo digo que el marido fue muy responsable de lo que hizo su esposa. A veces, el asesinato es como el amor. Se necesitan dos para cometerlo: el hombre que odia y el hombre que odiar. El asesino y el asesinado... Si analizas todas las razones por las que esa piedra golpeó a Jerry”, haciéndonos ver que un asesinato no se produce por combustión espontánea; El rush final resulta muy bueno, como tras discutir con su abuela (Ethel Barrymore), donde ha ido a esconderse, allí echa la culpa de su destino a la mala sangre de su padre, pero la abuela le hace ver que su padre fue valiente y nunca echo la culpa a nadie de lo que pasó, afrontó su sino con dignidad, esto hace provoca en Danny una reconversión. Se despide de la abuela y tras visitar la tumba de su padre se entrega al sheriff, este lo acoge con humanidad, dejando que vuelva al pueblo sin ser esposado y junto a su novia Gilly. Cuando pareciera que el destino de Danny, como marcaban los tiempos de la moralidad del Código Hays es que fuera matado en su persecución, el guión da una hermosa finta y da una conclusión valiente e incisiva.
Un film olvidado por el tiempo, que sin embargo tiene mucho que ofrecer a los que busquen películas con calado y filmadas con maestría. Fuerza y honor!!!
La puesta en escena resulta formidable (como ya he comentado), empezando por la fenomenal dirección artística de Lionel Banks (“Caballero sin espada”), rodando íntegramente en interiores de los Republic Studios (Hollywood), con gran parte del metraje de noche, provocando los decorados del pueblo, su feria, los pantanos, la mansión abandonada, sensación claustrofóbica en el modo cuasi-fantasmagórico que se rueda, con momentos tan emocionantes como el del accidente de auto, la noria, la caza del mapache, o el estrangulamiento al sordo-mudo. Todo ello en un desarrollo pétreo, con fluidez narrativa, con diálogos brillantes y con un final satisfactorio, alejado de lo previsible.
Spoiler:
Momentos recordables: Danny lleva a Gilly a la feria, se suben a la noria, el sheriff se da cuenta del nerviosismo de Danny. Cuando también se sube a la noria, la secuencia se vuelve una pesadilla para Daniel cuando el sheriff lo mira con desconfianza obvia, los dos en un viaje juntos en el que Daniel no quiere estar. Danny entra en modo pánico mientras la noria da vueltas, el montaje alterna las miradas de Danny y el sheriff, Danny comienza a gritar desesperado, fuerza la barra de seguridad de su góndola y se suelta, saltando desde a gran altura en subjetivo; Cuando en la noche Danny persigue al sordomudo Billy para sustraerle la navaja. Billy entra en su chabola, Danny aparece cual espectro asomándose por la venta, entra y le pide la navaja, Billy le mira sin saber que hacer (no oye, ni puede hablar), y fuera de sí Danny comienza a estrangular al indefenso Billy. Este permanece sin defenderse cual animalito manso, no sabe el porqué de lo que le pasa, los ojos de Danny están llenos de rabia, pero entonces se conmueve por Billy y lo suelta antes de matarlo. Danny lo mueve hasta colocar su cabeza sobre la almohada, cuando encuentra bajo esta lo que buscaba, Billy lo mira dócil y con ternura. Cuando va a irse Danny se da cuenta del sinsentido de lo que ha hecho y le devuelve la navaja a Billy que le sonríe entrañablemente; La anécdota que el sheriff le cuenta al doctor, "Supe que una vez un hombre estuvo acusando a su esposa de ser infiel. Después de escucharlo durante doce años, lo fue". El médico se ríe y responde, "Demuestra que tenía razón... fue un poco prematuro, eso es todo", Clem le espeta, "Yo digo que el marido fue muy responsable de lo que hizo su esposa. A veces, el asesinato es como el amor. Se necesitan dos para cometerlo: el hombre que odia y el hombre que odiar. El asesino y el asesinado... Si analizas todas las razones por las que esa piedra golpeó a Jerry”, haciéndonos ver que un asesinato no se produce por combustión espontánea; El rush final resulta muy bueno, como tras discutir con su abuela (Ethel Barrymore), donde ha ido a esconderse, allí echa la culpa de su destino a la mala sangre de su padre, pero la abuela le hace ver que su padre fue valiente y nunca echo la culpa a nadie de lo que pasó, afrontó su sino con dignidad, esto hace provoca en Danny una reconversión. Se despide de la abuela y tras visitar la tumba de su padre se entrega al sheriff, este lo acoge con humanidad, dejando que vuelva al pueblo sin ser esposado y junto a su novia Gilly. Cuando pareciera que el destino de Danny, como marcaban los tiempos de la moralidad del Código Hays es que fuera matado en su persecución, el guión da una hermosa finta y da una conclusión valiente e incisiva.
Un film olvidado por el tiempo, que sin embargo tiene mucho que ofrecer a los que busquen películas con calado y filmadas con maestría. Fuerza y honor!!!