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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Drama Charlotte es una famosa concertista de piano que ha estado tan volcada en su carrera que no ha visto a su hija Eva en siete años. Eva, que vive con su marido, un pastor protestante, y con una hermana gravemente incapacitada, mantiene con su madre una relación de amor-odio. Después de tantos años, Charlotte decide ir a visitarlos, pero el encuentro pronto se convertirá en un tenso duelo entre madre e hija. (FILMAFFINITY)
28 de octubre de 2011
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
312/08/11/10/11) Truculento drama cuasi-teatral que es la exposición máxima del cine del sueco Ingmar Bergman. Yo me he aburrido bastante, le reconozco meritos (por ello el 6) pero este no es mi tipo de cine, es un relato redundante en su mensaje, la amargura que destila esta relación materno-filial no evoluciona, es un más y más, sin otro horizonte que la rabia contenida, y donde la historia acaba prácticamente igual que empieza, y en medio una tremebunda discusión nocturna, no es una cinta fácil, no la recomendaría, difícilmente la volveré a ver, no me ha aportado algo, te tocan la fibra sensible las actrices pero cuando acaba estas igual, ni frío ni calor, supongo que a los Bergmanianos gustará, yo no lo soy y me ha sido plomiza Es un duelo actoral en las también suecas Ingrid Bergman y la musa del realizador Liv Ullman que versa sobre la clásica lucha madre-hijos, Charlotte (Gran Ingrid Bergman), una egocéntrica adicta al trabajo, en este caso famosa pianista, que ha tenido abandonadas a sus hijas, hace siete años que no ve a sus retoñas, Eva (Gran Liv Ullman), que está casada con un reverendo, esta cuida de su hermana Helena (Lena Nyman), una inválida que cada vez está peor, el reencuentro comienza de modo feliz pero poco apoco el dolor incubado saldrá a flote derivando en una noche desbordante de amargura. La cinta posee las constantes del realizador, puesta en escena austera, bastantes primeros planos de las actrices para transmitir su dolor, ayudado por la buena fotografía del habitual de Bergman Sven Nykvist, con un guión donde la palabra tiene mucha más importancia que la acción, con unos monólogos en los que la angustia llena la pantalla, Liv vuelve a realizar uno después del de ‘Persona’, nos habla de su eterno tema de la incomunicación, de cómo los silencios envenenan relaciones y al final todo explota en un striptease del alma, para ello nada mejor que las desgarradoras interpretaciones de unas actrices portentosas, unos rayos transmisores de emociones amargas, dolorosas, furiosas, rencorosas, enfermizas, duelo actoral enorme Bergman vs Ullman, en el que la minusválida Helena representa la degradación de la relación, es el dolor moral trasladado al físico, es como el fruto de todo lo malo de la madre. Recomendable a los seguidores del director sueco. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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