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Voto de TOM REGAN:
7
7,1
2.368
Cine negro. Drama. Thriller
Se basa en una obra de éxito de Broadway que había sido interpretada por Paul Newman. Tres fugitivos secuestran a una familia y mantienen a sus miembros como rehenes en una casa en las afueras de una ciudad. (FILMAFFINITY)
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En 1990 el director Michael Cimino hizo un remake con Anthony Hopkins y Mickey Rourke. (FILMAFFINITY)
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En 1990 el director Michael Cimino hizo un remake con Anthony Hopkins y Mickey Rourke. (FILMAFFINITY)
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8 de agosto de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
161/19(28/7/18) Estimable thriller del maestro William Wyler (produce y dirige), obra pionera en el sub-género home invasión, aunque el tiempo no le ha sentado nada bien, quedando los villanos protagonistas bastante naif y blandengues. Establece un brillante tour de forcé entre dos vetarnos hollywoodieses, Humphrey Bogart y Fredric March, donde se da un terror de los que enraíza con facilidad en el espectador, el de que la paz y tranquilidad de tu hogar se vea de forma arbitraria escogida por los fugitivos (por estar una bici tirada en la puerta), destrozada por un peligro exterior, además sirve como oda al poder de las familias como modelo de unión frente a una tragedia. Film basado en una novela y obra de teatro del mismo nombre escrita por Joseph Hayes (también guioniza el film), se inspiraba libremente en hechos reales. La producción original de Broadway dirigida por Robert Montgomery (ganó para obra los Tony a dirección y Mejor Obra de la temporada) tenía al actor Paul Newman en papel de Bogart, y a Karl Malden en el de cabeza de familia, el rol de Newman pasó a Bogart, era una estrella mucho más grande. El personaje se hizo más viejo en el guión, por lo que Bogart podría interpretar el papel. Bogart dijo que veía la historia como "Duke Mantee mayor", Mantee había sido el papel de gran avance de Bogart en “The Petrified Forest”, película esta con la que guarda muchas similitudes, en ambas Bogart hace de gánster prófugo, mantiene con su banda encerrada a un grupo de inocentes, esperando que venga su amante, en este caso en un restaurant de carretera. El papel de Glenn Griffin fue el penúltimo de Bogart, y último como villano. Es una cinta rebosante de buenos momentos, con tensión e intensidad dramática, pero a la vez deja muestras de que los años no le han sentado nada bien, no sé si por la censura pero hay algunas situaciones y comportamientos que son difíciles de tragar hoy día. Fue la primera película en blanco y negro en VistaVision, proceso de pantalla ancha de Paramount. En 1956, Joseph Hayes ganó un Premio Edgar de los Escritores Misteriosos de América por Mejor Guión de Película. Fue rehecha en 1990, con título en español “37 horas desesperadas”, protagonizada por Mickey Rourke (rol de líder del trío de fugados, aquí por Bogart), Anthony Hopkins (patriarca familiar, aquí por March), Mimi Rogers (la ama de casa, aquí por Martha Scott), Kelly Lynch (rol de amante de Glenn, aquí ni aparece), Lindsay Crouse (rol de agente policial aquí interpretado por Arthur Kennedy), y David Morse (rol del matón con pocas luces, aquí actuado por Robert Middleton), dirigido por Michael Cimino, recibió malas críticas, tan rutinario que solo sirvió para mejorar la reputación de esta primera versión, también se rehízo en la India como película “Hindi 36 Ghante” (1974).
William Wyler es un maestro en saber sacar partido a materiales provenientes del teatro, maestro en dar agilidad, maestro en la fluidez narrativa, maestro en saber sacar virtudes de la carencias. Como muestra de su originalidad está el modo en que vemos al comienzo a los fugados buscar su “nuevo hogar”, un peligro sin rostro, nos los enseña en subjetivo desde un auto, escuchamos sus comentarios mientras surcan el idílico barrio suburbano, hasta que la visión en primera persona se fija en una bicicleta tirada frente a una casa, vemos un travelling circular desde la ventana del coche, magistral sin dejar de enfocar la bici, la certeza de que hay niños el hogar les decide a elegirlo para su invasión. Comienza una descripción de personajes delineados con solidez, a través de de sus acciones, sus diálogos, sus miradas, mostrando a cada uno de los huidos con su carácter propio definido. Y frente a ellos la (supuesta) familia que ejemplifica a todas las estadounidenses, la (supuesta) clase media puesta ante la disfunción del Mal azarístico, y como esta familia debe afrontar esta prueba del destino, Familia representante del sueño americano, y como este puede tener pies de barro cundo las alcantarillas de la sociedad se destapan y emergen virus en forma de fugados que la ponen en el abismo. De cómo personas comunes pueden quedar atrapadas y un hogar puede tornarse en “prisión”. Y a partir de esta premisa se desarrolla un thriller con picos de suspense e inquietud, con un gran aprovechamiento del espacio por parte de Wyler, dando profundidad a las tomas, jugando con las escaleras de modo alegórico,
El centro del drama es el choque entre el líder del trío, Glenn Griffin, y el padre de la familia Dan Hilliard, el macho Alpha, que según nuestra marcada educación conduce al hombre a ser el protector de su prole bajo el hetero-patriarcado. Y con esta “colisión” el ganador el espectador, pues de esto deriva el resplandecimiento del duelo actoral de dos titanes de la interpretación: El majestuoso Humphrey Bogart, emitiendo inteligencia, astucia, dotes de manipulación, amenazante. Ello con un lenguaje gestual y físico ajado, cansado, expuesto en todo su fulgor en su reacción (de enorme dignidad) al final. No le pega a su personaje que azuce a su hermano para abuse de la hija de la familia, me queda chirriante con su personalidad mostrada; Fredric March demuestra su temple y saber estar al exhibir una personalidad creíble en su dudas y temores, ejemplifica el valor de tener que salvaguardar el bien más preciado, lo que más quieres, viéndote con la amenaza constante de estar en una especie de circo de varias pistas donde en cada una están tus hijos y esposa, y tienes que hacer malabares para preservarlos a todos, sabiendo exponer la angustia ante qué decisión tomar, interactuando con gente en el exterior dejando entrever su pavor contenido.
Pero la cinta con el paso de las décadas ha sufrido de algunas arrugas: Me refiero a lo poco verosímil que me resulta que lo raptores dejen al padre y la hija que salgan para hacer vida normal por el día, me resulta estridente,... (sigue en spoiler)
William Wyler es un maestro en saber sacar partido a materiales provenientes del teatro, maestro en dar agilidad, maestro en la fluidez narrativa, maestro en saber sacar virtudes de la carencias. Como muestra de su originalidad está el modo en que vemos al comienzo a los fugados buscar su “nuevo hogar”, un peligro sin rostro, nos los enseña en subjetivo desde un auto, escuchamos sus comentarios mientras surcan el idílico barrio suburbano, hasta que la visión en primera persona se fija en una bicicleta tirada frente a una casa, vemos un travelling circular desde la ventana del coche, magistral sin dejar de enfocar la bici, la certeza de que hay niños el hogar les decide a elegirlo para su invasión. Comienza una descripción de personajes delineados con solidez, a través de de sus acciones, sus diálogos, sus miradas, mostrando a cada uno de los huidos con su carácter propio definido. Y frente a ellos la (supuesta) familia que ejemplifica a todas las estadounidenses, la (supuesta) clase media puesta ante la disfunción del Mal azarístico, y como esta familia debe afrontar esta prueba del destino, Familia representante del sueño americano, y como este puede tener pies de barro cundo las alcantarillas de la sociedad se destapan y emergen virus en forma de fugados que la ponen en el abismo. De cómo personas comunes pueden quedar atrapadas y un hogar puede tornarse en “prisión”. Y a partir de esta premisa se desarrolla un thriller con picos de suspense e inquietud, con un gran aprovechamiento del espacio por parte de Wyler, dando profundidad a las tomas, jugando con las escaleras de modo alegórico,
El centro del drama es el choque entre el líder del trío, Glenn Griffin, y el padre de la familia Dan Hilliard, el macho Alpha, que según nuestra marcada educación conduce al hombre a ser el protector de su prole bajo el hetero-patriarcado. Y con esta “colisión” el ganador el espectador, pues de esto deriva el resplandecimiento del duelo actoral de dos titanes de la interpretación: El majestuoso Humphrey Bogart, emitiendo inteligencia, astucia, dotes de manipulación, amenazante. Ello con un lenguaje gestual y físico ajado, cansado, expuesto en todo su fulgor en su reacción (de enorme dignidad) al final. No le pega a su personaje que azuce a su hermano para abuse de la hija de la familia, me queda chirriante con su personalidad mostrada; Fredric March demuestra su temple y saber estar al exhibir una personalidad creíble en su dudas y temores, ejemplifica el valor de tener que salvaguardar el bien más preciado, lo que más quieres, viéndote con la amenaza constante de estar en una especie de circo de varias pistas donde en cada una están tus hijos y esposa, y tienes que hacer malabares para preservarlos a todos, sabiendo exponer la angustia ante qué decisión tomar, interactuando con gente en el exterior dejando entrever su pavor contenido.
Pero la cinta con el paso de las décadas ha sufrido de algunas arrugas: Me refiero a lo poco verosímil que me resulta que lo raptores dejen al padre y la hija que salgan para hacer vida normal por el día, me resulta estridente,... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
…supongo es para dar más variantes, pero visto hoy día resulta poco creíble (siendo benévolo), que ninguno de los dos denunciara la situación, que ninguno dude los hace menos humanos y baja enteros al resultado final; y es que este es otro defecto, que no haya conflictos internos entre la familia de cómo afrontar el problema, que todos sean muy valientes, que todos vayan a una, demasiado perfectos; Asimismo estos “carceleros” fugados resultan perros ladradores, pero que morder muerden poco, no pegan a nadie de los Hilliards, no acosan sexualmente a las mujeres (con el juego pérfido que hubiera dado esto), los dejan hacer vida en la parte superior de la vivienda, con lo que esto en condiciones normales podría suponer de que intentaran escapar, lo más el bruto Kobish que persigue al chico por un avión de juguete, unos malo Pasados por un filtro demasiado aséptico, solo se envilecen con un personaje exterior quedando esto muy bien rodado pero muy elitista; También un elemento que se da importancia al inicio y que al final se olvida de forma un tanto ligera por lo mucho que apuntaba (spoiler).
Resto del elenco: Robert Middleton como el aniñado salvaje Sam Kobish da una lección de cómo encarnar la perfidia con una sonrisa estremecedora, emitiendo infantilismo, con un lenguaje físico soberbio (ejemplo la escena en que aborda la camioneta), sensacional actuación de la banalidad del mal en persona; Arthur Kennedy me da la sensación que le fue modificado su rol de agente Jesse Bard, pues al principio parece tendrá una vital importancia su rivalidad con Griffin, y al final y termina revelándose como prescindible; … en el papel de Hal, hermano de Griffin que le acompaña en su huida, cumple sin especial marca, dejando de lado las posibilidades sexuales que su hermano le aseñala; Martha Scott como la madre Hilliard da un papel plano; Ellie Martin como Cindy, hija de los Hilliard tiene un rol con algo más de jugo, pero tampoco sobresale; Dewey Martin a Ralphie (o Ralph, como a él le gusta le llamen), es el benjamín de los Hilliard,en una interpretación racial, visceral, que deja huella en su ímpetu; Gig Young como de novio de Cindy, deja constancia de buena energía emocional.
La puesta en escena refleja su carácter teatral en los pocos espacios y personajes con que se filma, siendo escenario principal la residencia suburbana Hilliard, situando los exteriores en la casa utilizada en las temporadas finales de la serie de comedia de televisión “Leave it to Beaver” (57-63), barrio bucólico, y los interiores en los californianos Paramount Studios y en los Universal Studios, ello bajo la sabia batuta en la dirección artística de Hal Pereira (“Vértigo” o “Desayuno con diamantes”), y J. McMillan Johnson (“La ventana indiscreta” o “Rebelión a bordo”); sobresaliendo la amplitud y profundidad de la cinematografía de Lee Garmes (“Scarface” o “El Expreso de Shanghái”), dando relevancia a las perspectivas, aprovechando la pantalla panorámica, jugando con el dramatismo de los tonos grisáceos, jugando con la iluminación tenue nocturna en el tramo final, provocando inquietud por los focos externos; se añade una ágil edición de Robert Swink (“Vacaciones en Roma” o “Papillon”), ello para alejar la sensación teatral y dar fluidez narrativa de cine..
Spoiler:
El elemento que se da nuclearidad al inicio es el antagonismo del reo Griffin frente al agente que lo detuvo… (Arthur Kennedy), apuntándose como uno de los motivos de la espera en la casa residencial, pero esto conforme avanza el metraje pasa al terreno del olvido, para dar relevancia al del preso vs patriarca familiar, obviándose por completo una vez terminado el metraje, y eso teniendo en cuenta que estaban muy cerca uno del otro.
Buen thriller de suspense e intriga, pero con algunas arrugas por el paso del tiempo, dejando al descubierto algunas costuras. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/08/horas-desesperadas.html
Resto del elenco: Robert Middleton como el aniñado salvaje Sam Kobish da una lección de cómo encarnar la perfidia con una sonrisa estremecedora, emitiendo infantilismo, con un lenguaje físico soberbio (ejemplo la escena en que aborda la camioneta), sensacional actuación de la banalidad del mal en persona; Arthur Kennedy me da la sensación que le fue modificado su rol de agente Jesse Bard, pues al principio parece tendrá una vital importancia su rivalidad con Griffin, y al final y termina revelándose como prescindible; … en el papel de Hal, hermano de Griffin que le acompaña en su huida, cumple sin especial marca, dejando de lado las posibilidades sexuales que su hermano le aseñala; Martha Scott como la madre Hilliard da un papel plano; Ellie Martin como Cindy, hija de los Hilliard tiene un rol con algo más de jugo, pero tampoco sobresale; Dewey Martin a Ralphie (o Ralph, como a él le gusta le llamen), es el benjamín de los Hilliard,en una interpretación racial, visceral, que deja huella en su ímpetu; Gig Young como de novio de Cindy, deja constancia de buena energía emocional.
La puesta en escena refleja su carácter teatral en los pocos espacios y personajes con que se filma, siendo escenario principal la residencia suburbana Hilliard, situando los exteriores en la casa utilizada en las temporadas finales de la serie de comedia de televisión “Leave it to Beaver” (57-63), barrio bucólico, y los interiores en los californianos Paramount Studios y en los Universal Studios, ello bajo la sabia batuta en la dirección artística de Hal Pereira (“Vértigo” o “Desayuno con diamantes”), y J. McMillan Johnson (“La ventana indiscreta” o “Rebelión a bordo”); sobresaliendo la amplitud y profundidad de la cinematografía de Lee Garmes (“Scarface” o “El Expreso de Shanghái”), dando relevancia a las perspectivas, aprovechando la pantalla panorámica, jugando con el dramatismo de los tonos grisáceos, jugando con la iluminación tenue nocturna en el tramo final, provocando inquietud por los focos externos; se añade una ágil edición de Robert Swink (“Vacaciones en Roma” o “Papillon”), ello para alejar la sensación teatral y dar fluidez narrativa de cine..
Spoiler:
El elemento que se da nuclearidad al inicio es el antagonismo del reo Griffin frente al agente que lo detuvo… (Arthur Kennedy), apuntándose como uno de los motivos de la espera en la casa residencial, pero esto conforme avanza el metraje pasa al terreno del olvido, para dar relevancia al del preso vs patriarca familiar, obviándose por completo una vez terminado el metraje, y eso teniendo en cuenta que estaban muy cerca uno del otro.
Buen thriller de suspense e intriga, pero con algunas arrugas por el paso del tiempo, dejando al descubierto algunas costuras. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/08/horas-desesperadas.html