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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Comedia. Acción Tras la inesperada muerte de su padre, Alan (Zach Galifianakis) es llevado por sus amigos Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms) y Doug (Justin Bartha) a un centro especializado para que mejore. Esta vez no hay boda ni fiesta de despedida ¿Qué puede ir mal? Pues que cuando estos chicos salen a la carretera, y sobre todo cuando aparece Chow (Ken Jeong)... la suerte está echada. Tercera entrega de la franquicia iniciada en 2009 con ... [+]
3 de julio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
117/12(29/06/13) Plúmbea conclusión a la trilogía ‘Resacón’, un pasable producto pasarrato que solo aguanta un cuarto de hora, cuando la trama se empieza a desarrollar la desgana se apodera del metraje, careciendo de momentos mínimamente graciosos. En esta última entrega no hay boda, no hay drogas, no hay Resacón, no hay prostitutas, no hay amnesia, no hay que componer el puzzle de la noche anterior, por no haber no hay ideas.
Tras la muerte del padre (Jeffrey Tambor) de Alan (Zach Galifianakis), ‘La manada’, Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms) y Doug (Justin Bartha), se junta para llevarlo a un centro psiquiátrico pues lleva tiempo sin tomarse su medicación, de camino son echados de la carretera por un mafioso, Marshall (John Goodman), este le secuestra a Doug, como rescate les exige que les entregue a Chow (Ken Jeong), y los 20 millones en lingotes de oro que este le robó cuando eran socios, la misión primero les llevará a Tijuana y luego a Las Vegas.
El realizador, Todd Philips y guionistas, el mismo y Craig Mazin, son los mismos que en las dos anteriores pero la cinta arrastra dejadez y vagancia en el desarrollo, en las dos partes anteriores se apoyaban en unos recursos originales en la primera y copiados en la segunda, en esta se apartan de la estructura para ofrecernos la nada, un relato sin alma ni fuelle, lo porfían todo a la pareja Zach-Ken, pero mientras el primero aguanta el tipo, el segundo resulta cargante y cansino. El aire gamberro y alocado de las dos anteriores desaparece aquí. Solo es meritorio su potente arranque, con la escena de la jirafa, el infarto en segundo plana del padre de Zach, y la delirante escena del funeral, el resto es bastante lineal, Cooper y Helms casi son dos floreros que rellenan escenario. En medio de toda la anodina trama llama la atención la escena sobre el enorme luminoso del Cesar Palace, un gracioso tributo a los dibujos animados, el resto provoca apatía total. La presencia de Melissa McCarthy solo supone un parche con ínfulas sobre una reflexión sobre la necesidad de madurar, mostrado de modo superficial, queda impostado. Asimismo llama la atención el desaprovechamiento que se hace del gran en todos los sentidos John Goodman, una caricatura sin gracia.
El resultado final es la indiferencia que no la salva ni el autohomenaje final, más propio de mentes onanistas-narcisistas, con todo lo expuesto se queda en un pasable e innecesario producto de entretenimiento. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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