Haz click aquí para copiar la URL
Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
5
Drama Charlotte es una famosa concertista de piano que ha estado tan volcada en su carrera que no ha visto a su hija Eva en siete años. Eva, que vive con su marido, un pastor protestante, y con una hermana gravemente incapacitada, mantiene con su madre una relación de amor-odio. Después de tantos años, Charlotte decide ir a visitarlos, pero el encuentro pronto se convertirá en un tenso duelo entre madre e hija. (FILMAFFINITY)
27 de noviembre de 2009
25 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta que esta era una obra que había visto hacía tiempo y la estaba buscando para votarla, pero por algún motivo pensaba que era de Almodóvar y claro, no la encontraba. La cosa es que hace poco volví a ver la gran Tacones Lejanos que sí es de Pedroooooo y hay una parte en que los personajes citan esta película, de ahí la confusión. Al final era una película de Bergam lo cual me sorprendió pues siempre consideré a este director un artista muy desinfaldo al que no merecía la pena seguir excepto en la apreciable "Fanny y Alexander" que habla de demonios y miedo y teatros de juguete, por lo que obviamente me encanta.

Total, la peli es una de esas cosas arrastradas, depresivas y exageradas, con un montón de nórdicos con cara de habérseles muerto la tía Gudrun sin dejarles herencia, discutiendo, amargándose la vida bien a gusto y expresándose con palabros que nadie usa ni siquiera yo cuando escribo algo en serio como es ahora y eso que podría tranquilamente poner vocablos como "solipsismo" (el de Bergam) sin caérseme los anillos.

El tema en concreto viene a ser un rifirrafe entre madre e hija dominado por el egocentrismo y el rencor, pero todo ello visto desde la óptica deformante que pueda albergar un hombre de la especie macho con claro exceso de morbosidad y una percepción bastante infantiloide de lo que son las relaciones materno-filiales de cariz tirando a bélico (o sea todas).

La interpretaciones son bastante decentes, pero en particular, se destaca muchísimo la de Ingrid Bergman, que demuestra una vez más porqué fue una de las grandes de su época. Liv Ullman tampoco lo hace mal en su atormentado personaje, pero es que esta señora se ha tirado casi toda su carrera haciendo los mismos atormentados personajes (miradas de cordera degollada, silencios angustiosos, mucho primer plano y abundantes desnudos espirituales), mandaría huevos que no los bordase a estas alturas. Lena Nyman, la otra hija en la discordia, realiza una labor más física que psicológica, sin aportar una relevancia más allá de la mera grima en lo que viene a ser la impresión global que produce la película.

La película en general es bastante más simple de lo que parece, si eres mujer cuesta bastante identificarse con ella y además es un coñazo de madre y muy señor mío. Apta nada más para fanses de Bergam y gente que gusta del sado-hedonismo. Con musiquita de Chopín.
Neathara
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow