Película locamente sobrevalorada por parte de la platea que narra los aburridísimos planes diabólicos de dos ídems.

Aunque hay detalles que no están mal, adolece del típico problema de siempre: le sobran algunas escenas. En concreto, todas.

Su sosa atmósfera, su mecanismo de ¡a que te das un susto! que noooooooo...lo pavisosa que es Véra Clouzot, lo muy Juventudes Nazis que parece Simone Signoret y lo anecdótico de la dirección salvo en dos o tres momentos muy puntuales consiguen lo que no consiguen los aburridos planes: mantener al espectador en tensión total, esperando que suceda algo interesante.

Me uno a Gilbert en la admiración ante el personaje del policía: que te lo encuentres por el pasillo cuando está investigando vale, pero que estés durmiendo, tengas una pesadilla, te despiertes y está el pavo sentado en una silla dispuesto a darte nocturna conversación, es como para mirárselo.