La historia dirá que se necesitaba una película donde el cine hablara sobre si mismo. Y solo fue necesario esperar hasta el año 1988 para tenerla.

Cinema Paradiso es un canto a la vida, al cine, a la nostalgia, al amor, a la mujer, a la música, a la familia, a los sueños, a la vida y a otro sin fin de cosas importantes que se condensan en una obra maestra de la cual ni siquiera siendo extremadamente críticos y pesimistas, se puede extraer un aspecto negativo que sea digno de ser reseñado.

Las actuaciones, la banda sonora, el guión, el montaje, todo en ella es perfecto.

Con respecto al debate sobre la versión del director, da francamente igual, las dos versiones son magníficas.