Terminando de ver “Trolls” (2016) de Mike Mitchell & Walt Dohrn con Anna Kendrick, Justin Timberlake, Russell Brand, Zooey Deschanel, Gwen Stefani, James Corden, entre otros. Nominada al Oscar en la categoría de mejor canción por “Can't Stop The Feeling!” La película es un musical de animación en 3D, basado en el muñeco danés llamado “Troll”, muy de moda en Estados Unidos en los años 60. Partiendo de ahí, veremos toda una historia para nada original, con toda la estética hippie de la época del “Peace & Love”, incluyendo los viajes LSD, y el abrazo con roce genital incluido, cada ciertos minutos. No me voy a poner como La Señora Católica, pero vamos que este bodrio NO ES PARA NIÑOS: Tenemos a unos seres malvados llamados Bergens, que padecen la ortodoncia inglesa, y que como ISIS, son dados a raptar y a cortar las cabezas de los miembros de la comunidad más gay de la animación. Aquí lo único que les interesa es el ocio, cantar, bailar y abrazar… ¡matar! ¿Alguien se fijó en el “doggy style” en el salón de patines? O lo pirado del bicho que no habla… o el que vive “en las nubes” y solo jode con el “Hi5!”; ni hablar del “Camello rasta” y la clara alusión de que “Las Panteras Negras” no es una buena opción de rescate... ¿Alguien dijo racismo? Aquí se muestran sentimientos sexuales amorosos entre infantes. Creo que el único personaje interesante de toda la fauna, es Bridget, notablemente inspirada en Amy Schumer, enamorada del hermano bastardo de Pugsley Addams. Técnicamente, nada sorprendente, salvo el segmento animado que no es en 3D, y que parecen ser “papelitos” De lo fuerte, que deberían ser canciones originales, aquí todas son clásicas mal cantadas, estilo karaoke, es como ganar dinero a punto de “covers”, y eso no se vale. Sobre algunas escenas… pues bueno, desde “Cinderella” (1950), la saga Indiana Jones, “The Shining” (1980) y “Dune” (1984), por nombrar algunos. ¿Por qué los trolls no salían de la jaula, si pasaban perfectamente entre los barrotes? Creo que ahí llamaron tontos a la audiencia. Si “Trolls” fuera un juego, el reto sería tomarse un trago de licor cada ver que dicen “Popper” digo, “Poppy” hasta poder tocar el efecto del ácido que nos metimos, haciendo que el espectador busque desesperadamente su placenta para conectarse. En definitiva, trolLSD es un producto especialmente diseñado para la narcoventa… como mercancía navideña o temática de bautizos, pues según parece, atraen la buena suerte.
RECOMENDADA para menores de 3 años.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
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