Terminando de ver “C'est arrivé près de chez vous” (1992) de Rémy Belvaux, André Bonzel & Benoît Poelvoorde con Jacqueline Poelvoorde Pappaert, Nelly Pappaert, Hector Pappaert, Jenny Drye, Malou Madou, entre otros. El título se traduce como “Se llevó a cabo cerca de su casa”, y es una película belga de terror, donde un grupo de periodistas sigue la rutina de un asesino en serie mientras registra todas sus reflexiones para mostrarlas en un documental, al tiempo que el psicópata prosigue con sus criminales actividades, centrándose en gente de clase media y de avanzada edad, notar que hay mucha misoginia, racismo y xenofobia. El filme fue escrito, producido y dirigido por Rémy Belvaux, André Bonzel y Benoît Poelvoorde, que son también el coeditor de la película, el director de fotografía y el actor principal, respectivamente, usando sus propios nombres. El éxito de este experimento, 7 años antes de “The Blair Witch Project” (1999), fue llevar al espectador más allá de lo que normalmente lee y ve en los sucesos, demostrando el equipo de producción, un ejercicio macabro de estilo meta-cinematográfico, haciendo más fina la línea entre la realidad y la ficción, donde parece que no existen los límites, sino las propias personalidades de cada uno de los involucrados, y para ello, técnicamente utilizado el formato de “falso documental”, en blanco y negro para dar más realismo, ayudando el uso de la luz y las sombras, y la estética de sus personajes claramente retro, que parece que estemos hablando de una película de los 60, cuando en realidad fue rodada en 1992; por tanto, hay una importante decisión consciente de que todo luzca descuidado, espontáneo, amateur, y perversamente terrorífico, pues hablamos de un ser espantoso que mata y viola por diversión; pero también tira dardos contra la sociedad europea del momento, a modo de una sátira a los convencionalismos, a la violencia gratuita, a la explotación de ésta por los medios, con unos reporteros que en un principio solo hacen de meros espectadores, pero poco a poco van sucumbiendo a la misma espiral de violencia; que por cierto tuvo gran controversia por mostrar las matanzas de manera muy realistas y cuidadas, especialmente por mostrar el asesinato de un bebé en el póster original, cuyo chupete ensangrentado tuvo que cambiarse por una dentadura postiza; por las escenas donde el equipo viola a una mujer o matan a un niño pequeño; todo ello rodado con mucho gore y sin concesiones para el espectador. Sin embargo, el filme adolece de un excesivo diálogo, pero se refuerza en el trabajo de cámara, el talento del equipo, la audacia en la puesta en escena, y la inventiva de sus autores en contar una historia cuyo final es predecible, pero para entonces iba más allá de las leyes del género, que Hollywood pronto iría a explotar de manera descarada, y ofrece una reflexión viva sobre la representación de la violencia en el cine y en los medios. “Usualmente comienzo el mes con un cartero”
RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
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