Película que ahonda en el terreno de la parálisis del sueño como ya se ha podido ver en otras obras como el aterrador documental The Nightmare (Rodney Ascher, 2015). Dirigida por un director más curtido en cortometrajes como Sunday Best (2011) y protagonizada por Olga Kurylenko (Quantum of Solace, 2008) y Javier Botet (It, 2017).

La psicóloga criminalista Kate Fuller es asignada al caso de asesinato de un hombre que aparentemente fue estrangulado mientras dormía por su esposa, y cuyo único testigo es su hija de ocho años, Sophie. Mientras Kate profundiza en el misterio de un antiguo demonio que mata a las personas mientras duermen, ella comienza a experimentar los mismos síntomas petrificantes que todas las víctimas anteriores. Decidida a resolver el caso y su situación, Kate pasará por una espiral de pesadillas escalofriantes para intentar salvarse a sí misma y a Sophie antes de atreveserse a volver a dormir de nuevo.

La película parte de una premisa muy sugerente que se ve desaprovechada casi por completo, debido a una dirección torpe que se limita a utilizar recursos pobres y típicos con los que pretende asustar al espectador sin demasiado éxito, además, Mara tiene un ritmo con unos altibajos inmensos, con tramos que consiguen entretener alternados con otros que aburren al espectador. Los actores cumplen consiguiendo la verosimilitud de unos personajes que sobre el guión no llegan a serlo en ciertos momentos, y el ente antagonista tiene un diseño potente aunque este desaprovechado en el film.

Mara es una película mediocre que desaprovecha lo sugerente de su premisa y unos intérpretes que están por encima del resto de la cinta, y aunque tenga algunos aspectos rescatables, no consiguen sacar a flote un proyecto mal llevado a cabo.

Nota personal 4/10