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Santo Tomé y Príncipe Santo Tomé y Príncipe · São João dos Angolares
Voto de DrJuve:
7
Documental Agosto de 2008. Jamaica vive pegada al televisor. La isla se paraliza mientras sus atletas, encabezados por el hombre más veloz de la historia, Usain Bolt, arrasan en las pruebas de velocidad de las Olimpiadas en Pekín. Bolt pulveriza los récords, y la proporción de habitantes/corredores de élite en Jamaica con respecto al resto del planeta desafía la lógica. Ninguna superpotencia mundial puede parar a los atletas de esta pequeña isla ... [+]
15 de mayo de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cristóbal Colón desembarcó en Jamaica en 1494, se le había informado que existía oro en grandes cantidades en una isla llamada Xaymaca, el Almirante lo buscó incesantemente, desilusionándose después ante la ausencia del brillante y codiciado metal.
Un poco más de 500 años después, la isla se convirtió en productora mundial de oro, -como si de un recurso natural renovable se tratase-, metal ausente en sus entrañas geográficas, pero presente en el sudor de sus atletas, que en el último tiempo no descansan en su afán de monopolizar el escenario mundial de las pruebas atléticas de velocidad.

Pero, ¿Por qué los jamaiquinos corren tan rápido?
El documental trata de dilucidar esta incógnita, mediante entrevistas a los protagonistas, a los especialistas deportivos, y a la población local. Todo esto acompañado del emblema nacional que hizo famosa a la isla antes que el deporte, el reggae.
Tal vez la respuesta más ingeniosa ante esta disyuntiva es la que nos proporciona la periodista Barbara Blake que en el documental concluye que la capacidad atlética jamaiquina es gracias a que cuando llevaban esclavos desde África al Nuevo Mundo, los primeros en desembarcar en la isla fueron los esclavos más “malos” los más difíciles de controlar, aquellos que infundían miedo en los barcos y con los que ya no se quería continuar viajando, es decir se deshicieron de los “peores” y se continuó el viaje con los más dóciles. Blake señala: “En Barbados todos son muy formales y tranquilos, y en la Olimpiadas fueron los últimos, mientras que aquí recibimos a los más fuertes y nos quedamos con los mejores genes”.

Personalmente considero, que los genes son el ingrediente fundamental, al que tendremos que agregarle, la preparación y el trabajo de atletas y entrenadores, una formidable generación de velocistas, el tener al atletismo y a las pruebas de velocidad como “deporte nacional”, y el estado socioeconómico, que siempre es un estímulo para algunos privilegiados de alcanzar el éxito a pesar de los infortunios y las desventajas con las que desde un inicio los recibe la vida.
¿Por qué ya no hay campeones de boxeo americanos de origen irlandés o italiano? Simplemente porque la vida hoy los recibe con mejores oportunidades, con alternativas de vida que los aleja de pasarse la vida dando y recibiendo golpes.

Probablemente los jamaiquinos seguirán dominando la escena atlética mundial en la rama de la velocidad, y de hecho lo hicieron después de la producción del presente documental, Usain Bolt volvió a imponerse en los juegos Olímpicos de Londres de 2012, ganando nuevamente en las principales categorías, con aquel garbo, desparpajo y arrogancia, propio de los máximos fenómenos del deporte, y es que estamos en presencia del Michael Jordan del atletismo, un campeón de aquellos que no abundan, y que nos dejará una interrogante aún más imperecedera ¿qué tiempo habría registrado, si no se hubiese puesto a posar para las cámaras al final de cada prueba atlética?

Dr.Juventus
DrJuve
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