Confieso no ser un admirador “ciego” del trabajo de Bergman, y digo “ciego” porque he escuchado a mucha gente “entendida” en cine, adorar la obra del cineasta sueco, pero cuando trato de indagar en detalles o argumentos que les hayan impactado, descubro que pocos entendieron realmente sus películas. Pero Bergman es uno de los más grandes cineastas de la historia, o al menos así lo dicen la mayoría de expertos, yo sin creerme uno no lo colocaría a tal altura, considero que está un tanto sobrevalorado y mucha gente se deja llevar por la fama del nórdico, y en un acto de hipocresía subconsciente hacia uno mismo, pretenden entender o apreciar sus obras más de lo que realmente apreciaron.

Habiendo visto la mayoría de “obras maestras” de Bergman, puedo afirmar que Sonata de Otoño es uno de los mejores dramas familiares que haya visto. Las actuaciones de Ingrid Bergman y Liv Ullman son simplemente descomunales, desarrollan uno de los guiones más pulcros que se puedan haber visto, la dirección y la fotografía excelentes, sin dejar de notar la música escogida y la gran escena que gira en torno a ella, en la cual interpretan tanto hija como madre, el Preludio Nº2 de Chopin simbolizando claramente las formas de ver la vida de ambas mujeres.

Trato siempre de ser objetivo y sincero con mis percepciones en cuanto al cine, por lo que del casi siempre pretencioso Bergman recomiendo “Secretos de un matrimonio” y por supuesto esta bellísima sonata.
Dr.Juventus