Imagina todos los tópicos existentes sobre fracasados e inadaptados. Ahora únelos todos en una sola persona, ese es Fúsi, el protagonista de “Corazón gigante”. Un cuarentón, calvo y gordo que reparte su vida entre un trabajo mediocre rodeado de compañeros que le acosan, y jugar con miniaturas de guerra en el piso de su madre. Su rutinaria vida se verá alterada el día que conoce a Sjöfn, una singular mujer que le hará abrirse a nuevas experiencias.

Es posible que al leer la sinopsis hayáis pensado que os encontrabais ante la típica película romántica. No puedo culparos si es el caso, dado que la película contiene todos los ingredientes: Hombre fracasado, vida monótona, mujer que aparece de la nada, altibajos emocionales…

Sin embargo, aunque los “ingredientes” sean los mismos, os aseguramos que la “cocción” es totalmente diferente. El resultado es una excelente película, alejada de los tópicos y desarrollos superfluos de los que pecan otras muchas cintas.

“Corazón gigante” es una historia convencional que huye de los convencionalismos. Desarrolla la historia sin caer en recursos fáciles para contentar al espectador. Nos enseña que, en la vida, mejorar no supone cambiar las cosas, sino cambiarse a uno mismo. La felicidad no está en lo que conseguimos, está en nosotros.

También cabe destacar la gran interpretación de Gunnar Jónsson, encarnando a este entrañable y tierno gigantón por el que resulta imposible no sentir simpatía.

Por todo esto, no perdáis la oportunidad de ver esta película islandesa, de cuya emotiva historia podremos extraer valiosas conclusiones para nuestra propia vida.

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