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España España · España
Voto de Polimnia:
7
Comedia. Drama En una ciudad costera polaca, Janek, un chico de 18 años, hijo de un capitán de la Marina, monta una banda de punk-rock. Su vida es la música y su primer gran amor Basia, pero las cosas para Janek están a punto de cambiar. Mientras que huelgas masivas organizadas por “Solidarnosc” (Federación Sindical autónoma e independiente de raíces cristianas) se extienden por toda Polonia, el Partido Comunista planea, en secreto, imponer la ley ... [+]
11 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera película del ciclo Off the Wall del Festival REC 2014, merece en primer lugar una aclaración del título. "Aquello que amamos" (Wszystko, co kocham) (Jacek Borcuch, 2009) fue traducido al inglés como "All that I love", hecho que, lamentando no saber polaco, me lleva a pensar, que aunque en una primera lectura tal vez más adecuada a la primera impresión del ciclo y el título, “amamos” pudiera parecer pretérito perfecto simple de indicativo; una vez vista la película, y observando la interpretación inglesa, parece que el rico sistema verbal románico perpetró, aportando una opulenta ambigüedad, la coincidencia entre algunas formas, por lo que, en conclusión de esta divagación por deformación profesional, “amamos” es presente de indicativo. Otra cuestión es que la persona verbal cambia del inglés al español… Se aceptan sugerencias de traducción directamente del polaco. Y aprovechando que este título es el que toma la banda protagonista como nombre, concretamente las iniciales, ya podrían haber figurado en el título, aunque sí es cierto que se hubieran acentuado los problemas de traducción.

En la línea temático-histórica de Off the Wall, "Aquello que amamos" se sitúa en 1981, en Polonia, en una ciudad costera. Si el espectador no cuenta en su propio bagaje con conocimientos previos sobre la historia de esa zona y momento, no podrá orientarse del todo en las coordenadas históricas de la película. Maniqueamente, podemos observar quiénes son los “buenos” y quiénes, los “malos”; desde nuestra perspectiva, queramos o no, de herencia y fundamentación capitalista. El ejército comunista que rotura el país con un golpe de Estado y el sindicato Solidaridad, aplastado y oprimido por la fuerza bruta reinante. Pero Borcuch no consigue adentrarse en la complejidad de los dos movimientos; también es cierto que puede que esta no sea su intención, pero ciertas complejidades, aunque se quieran evitar, no se deben, y lo que es peor, no se deben supeditar a ser los lastres de una relación amorosa adolescente, para crear un remedo de "Romeo y Julieta" a la soviética.

En la línea temático-histórica de Off the Wall, "Aquello que amamos" se sitúa en 1981, en Polonia, en una ciudad costera. Si el espectador no cuenta en su propio bagaje con conocimientos previos sobre la historia de esa zona y momento, no podrá orientarse del todo en las coordenadas históricas de la película. Maniqueamente, podemos observar quiénes son los “buenos” y quiénes, los “malos”; desde nuestra perspectiva, queramos o no, de herencia y fundamentación capitalista. El ejército comunista que rotura el país con un golpe de Estado y el sindicato Solidaridad, aplastado y oprimido por la fuerza bruta reinante. Pero Borcuch no consigue adentrarse en la complejidad de los dos movimientos; también es cierto que puede que esta no sea su intención, pero ciertas complejidades, aunque se quieran evitar, no se deben, y lo que es peor, no se deben supeditar a ser los lastres de una relación amorosa adolescente, para crear un remedo de Romeo y Julieta a la soviética.

Janek (Mateusz Kosciukiewicz), un joven adolescente, es el líder de una banda amateur punk, nombrada a partir de las iniciales del título, Wszystko, co kocham, de la que forman parte sus amigos del instituto y su hermano pequeño (Jakub Gierszal, Mateusz Banasiuk, Igor Obloza). El grupo ensaya en un vagón abandonado, que recuerda inevitablemente a la, que debería ser, indeleble labor de Alexander Medvedkin y su Kino-Train en la URSS de los años 20. Pero el vagón de Janek no avanza, está abandonado, estancado en una pequeña ciudad de provincias que no aparece ni en el mapa comunista. Precisamente, en tal reducto, los jóvenes adornan su santuario con máximas del tipo “No Future”, tan devotas de cierta moda, como tan desgraciadamente ciertas para ellos. Y para el momento que vivimos.

Es curioso, porque en una película sobre unos adolescentes en la Polonia soviética, el espectador procedente del bando capitalista se espera ciudades desgraciadas y decadentes, que en efecto, están en la película de Borcuch; y también tiene la expectativa de encontrar jóvenes incomodísimos con el sistema y activos en algún bando revolucionario, conscientes de su desgracia en haber caído, en una de estas casualidades vitales inexplicables, en tal bastión.

Pero no, los personajes de "Aquello que amamos" no son especialmente conscientes del contexto sociopolítico en el que viven; de acuerdo, cierta anestesia general los precipita a una vida absolutamente absorbida por el gobierno, pero, tal vez, simplemente intentan vivir como cualquier joven en cualquier parte del mundo, y es enriquecedor que la otra facción sepa de ello. Todos respiramos, o al menos, todos deberíamos anhelar querríamos hacerlo.

En "Relato Enmarcado" seguimos el REC 2014!
Reseña completa en: http://www.relatoenmarcado.com/2014/11/10/ya-te-vas/
Polimnia
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