Sentía mucha curiosidad por ver esta película, no únicamente por el mero hecho de que se trataba de un thriller inspirado en el clásico de “La ventana indiscreta” de Alfred Hitchcock, sino también por ver el talento interpretativo de Shia Labeouf antes de convertirse en el hijo de Indiana Jones.

El resultado me dejó con muy buen sabor de boca, no hemos de engañarnos, la película sólo sirve de inspiración a la cinta de Hitchcock, en ningún momento intenta superarla. Estamos ante un thriller veraniego fresco y divertido sin más pretensiones que las de entretener, aspecto que consigue sobradamente.

Mayor fue mi sorpresa al ver no únicamente la solvencia interpretativa de Shia Labeouf, sino la de todos sus intérpretes. El resto de actores jóvenes que acompañan al protagonista en la investigación del asesino son muy divertidos y por si fuera poco, los actores adultos como David Morse y Carrie-Anne Moss dan lo mejor de sí, en especial Morse, dotando a su personaje de un perfil frío y calculador.

La película, pese a acontecer en un espacio bastante cerrado y especifico, está dotada de un ritmo de lo más frenético, haciendo gala de una mezcla de géneros muy apropiadas, dejando sitio para el thriller, el suspense y la comedia. Aún así, creo que vale la pena destacar que la frescura del film radica en sus jóvenes actores, pues su frescura es contagiada a todo el film, en especial el talento cómico y muy humano de Shia Labeouf, que tiene todas las papeletas de convertirse en el nuevo Michael J. Fox.

Su director bebe de muchas fuentes y se inspira de muchos clásicos para llevar a cabo su película, pero no lo esconde y se siente orgulloso de ello como haría más tarde con su siguiente film “La Conspiración del Pánico”. Sus intenciones son nobles y muy conseguidas. En resumidas cuentas, estamos ante un film muy redondo al ofrecernos exactamente lo que promete pero con gran personalidad.