JOSÉ LUIS GARCI: (Suena Moonriver). Bien. Con la torva mirada de Tom Cruise aún en nuestras retinas comencemos por hablar sobre la abundancia de psicópatas en el mundillo del cine. Componen la tertulia, recordemos, Norman Bates, Alfred Hitchcock y Freddy Krueger, tres reconocidos especialistas en psicosis varias. Bueno, ¿quién quiere comenzar...?

ALFRED: (Suena la Marcha fúnebre para una marioneta). Hay un plano de Cruise que me recuerda a uno de una película mía donde el protagónico subía las escaleras y movía las caderas. Era como una definición de su doble personalidad que, lógicamente, el público no captó en una sola visión...

FREDDY: Tus películas son bazofia.

NORMAN: ¡Por la gloria de mi madre! Lo que le ha dicho.

ALFRED: (Vuelve a sonar la Marcha fúnebre para una marioneta). Para mí Cocktail es una película divertida. Consigue que el público haga un recorrido como si le llevasen a un parque de atracciones...

FREDDY: Eres un miserable pretencioso.

NORMAN: ¡Por la gloria de mi madre! Lo que le ha dicho ahora.

ALFRED: (La musiquita otra vez). Prefiero el cine que consigue crear una emoción en la audiencia, no a través de un mensaje ni con una gran interpretación, sino con la imagen por encima de todo, lo que es “pure film”...

FREDDY: No te aguanto. ¡Te voy a matar!

ALFRED: ¡Nooooooo!

FREDDY: Muere, desgraciado...

NORMAN: ¡Por la gloria de mi madre! Pero si ha matado al Garci.

ALFRED: Se conoce que le tenía más ganas que a mí...